MOUNTAIN STEW

Mountain Stew se formó en mayo de 2011 y en agosto de ese mismo año se presentaron en sociedad en el II Viti’s Fest que se celebró en la Sala Heaven. Les acompañaron Los Jueves, Chicken Brothers, Franky Four Fingers, Pracristo, Lozoot Ensemble, The Chumachos…

Claramente influenciados por Baroness o Mastodon, por aquel entonces algunos les denominaron “la banda del momento”. The Musicall llegó a hablar de una supuesta colaboración con Bertín Osborne. Como es algo que no se puede confirmar a ciencia cierta, quizás sea mejor que ese asunto quede como una leyenda urbana, rodeada por un halo de misterio.

Bromas aparte, lo que sí ocurrió en serio fue la “RedNeck Night” evento donde Mountain Stew y Granada Goblin compartieron el escenario de Black Bird. Celebrándose el concierto un 23-F y estando DaniFrills implicado, serio, lo que se dice serio, no creo que fuese el concierto. Una pena no haber estado presente.

A finales de 2014 graban su primer disco: “Lost”, llegando a ser elegido como Disco de la Semana por los oyentes de Noche de Rock en el programa 970. En agosto de 2015 es cuando lo presentan, junto a Ixelles 1050, en la Sala Niagara. Y en diciembre logran ascender con él hasta el puesto número 12 de la lista de los 50 Discos del Año seleccionados por los seguidores de Noche de Rock.

En junio de 2016 fueron invitados a participar en la fiesta XX Aniversario de dicho programa y allí, junto a Quaoar, Karonte y Memorandum, ofrecieron un concierto de esos que hacen historia y del que todos guardaremos siempre un grato recuerdo.

Y para despedir como se merecen a los Mountain Stew, los chicos de Infest nos prepararon una noche muy especial. Se les ocurrió una idea tan original como sorprendente: nos citaron en una quesería. Y allí estuvimos la mar de a gusto, al calor de la lumbre, queso con membrillo y cervezas artesanas. No se podía pedir más.

“HellFrills”, combo formado por Alberto (Mountain Stew) y Dani (Granada Goblin), iniciaron la noche con tres temas que nos sorprendieron. Dani los bautizó como un estilo extrem-brutal-pop. Toma ya…

Les siguieron “El potro Culebreador”, Alberto esta vez acompañado por su hermano Pedro. Otros tres temas difíciles de etiquetar que incluyeron coreografía que fue seguida por un entregadísimo público, al ritmo de Palo-Piña, Stick and Pineapple.

Y pusieron el broche final los homenajeados. No sé si fue la nostalgia o la emoción que nos transmitieron en ese concierto, pero la sensación que nos quedó es que sonaron como nunca.

Ya tan solo queda desearle a Alberto lo mejor en esa nueva etapa vital en las antípodas y al resto de la banda mucha suerte en sus futuros proyectos.

Tal y como Mountain Stew me pidieron ayer, aquí os transmito su mensaje: “Muchas gracias al público, a los amigos, a los familiares, por el apoyo incondicional, por asistir a los conciertos, por estar siempre ahí. Por todo, gracias”

Crónica por Nuria de la Vega, fotos por Luis Alberto Marcos.