Sumérgete de lleno en la América más profunda de la mano de su autora, Rocío Alés, en un viaje cargado de cine, literatura y cultura popular norteamericana, donde los moteles de carretera y las gasolineras destartaladas serán nuestro telón de fondo.
La idea de “América profunda” hunde sus raíces en los orígenes y la historia de Estados Unido, configurándose paulatinamente a través de las aportaciones de la literatura y algunos géneros clásicos como el western y el melodrama. Este estereotipo, entendido como la materialización del reverso tenebroso de la cultura estadounidense, emprendería su destape definitivo durante la crisis social, política y cultural de la década de 1970. En este contexto, el género de terror moderno configuraría un catálogo iconográfico y temático expuesto por primera vez en películas como La matanza de Texas o Las colinas tienen ojos, continuado en la década de los ochenta en producciones como El día de la madre o El motel del infierno, y restablecido en producciones como La casa de los 1000 cadáveres o X.
Sin una intención política específica, este cine de “terror rural” desmantelaría el concepto de familia tradicional, expondría tabúes como el del canibalismo e incluso subvertiría muchos de los arquetipos básicos de la cultura estadounidense como el del viaje, convirtiendo gasolineras y moteles de carretera en los nuevos lugares comunes del género de terror.
SOBRE LA EDITORIAL:
Oculta Oculi surge en 2024 con la intención de dar respuesta a los trabajos editoriales más alternativos del panorama literario.
Su seña de identidad se basa en la voluntad de no encasillarse en ningún formato o temática específica. Por este motivo, nace con el espíritu de editar aquellas obras que estén más en lo fronterizo, lo arriesgado o lo extremo; todo aquello que no siempre se encuentra fácilmente en cualquier librería. Bajo este punto de vista, el radio de acción de Oculta Oculi es amplio: libros sobre arte y cine, novela gráfica, sin desdeñar la narrativa.
Lo que sí tienen muy claro es el cuidado en la presentación de sus ediciones; otorgando una gran importancia al diseño gráfico y a la dirección artística del mismo, con el deseo de convertir sus publicaciones en un objeto digno no solo de leer, sino también de exhibir y coleccionar.
En este sentido, su primera referencia, América Profunda se cierra con un apartado gráfico extraordinario en el que han colaborado ilustradores de la talla de Buba Viedma, Daniel Abella, Axier Anguiano Mata, Sebas Bautista y Eduardo Canalejo.
FICHA TÉCNICA:
- 420 páginas
- Papel ahuesado
- Tapa dura con barniz relieve
- Lomo curvo
- Marcapáginas
- Más de diez ilustraciones originales
EL PROYECTO SEGÚN SU AUTORA:
¿Te recorre un escalofrío cuando detienes tu coche en una gasolinera un poco más destartalada de la cuenta? ¿Piensas en Psicosis cada vez que dejas atrás un motel a pie de carretera? ¿Escuchas la música de un banjo y te resulta imposible no pensar en Deliverance? ¿Ves una motosierra y te trasladas automáticamente a Texas?
Si has contestado afirmativamente al menos a tres de estas cuatro preguntas, estoy segura de que tienes una imagen mental más o menos clara de lo que es ese gran estereotipo al que nos solemos referir como “América profunda”.
Este estereotipo empezó a obsesionarme hace como unos 20 años, cuando el estreno de La casa de los 1000 cadáveres me abrió la puerta a una serie de largometrajes que transcurrían en el mundo rural estadounidense a plena luz del día. Fue ahí cuando me pregunté ¿cuál será el origen de ese concepto? ¿Por qué si no hemos conocido de primera mano los paisajes, las gentes y sus costumbres de esa “Norteamérica”, nos resulta tan reconocible?
Desde que me formulé esa pregunta hasta la creación de la presente edición de “América profunda. Cine norteamericano de terror rural” han pasado mil cosas: desde la escritura de una tesis doctoral, pasando por la publicación con una editorial que luego me estafó y jamás me pagó por mi obra, hasta la decisión de reeditar la obra para hacerle justicia.