I BELIEVE IN MIRACLES: Asistimos al preestreno del primer largometraje del gran Nacho Vigalondo, que tras muchos problemas por fin ve la luz y comienza su andadura por las salas de cine de todo el país.
Si algo he aprendido de todo lo sucedido con Vigalondo en estos últimos años es que si uno se esfuerza y cree en su sueño a veces al final se cumple. La sentencia es mierda cursi, lo se, parece sacada de un libro de autoayuda de Paulo Cohelo, pero no por ello es menos cierta.
Estamos hartos de conocer a gente con toneladas de talento y de ver como la peña, (el público, las autoridades…) pasan de ellos como pasaban de Nacho. Seguimos sintiendonos afortunados de conocer a tanta gente con cosas que decir y con habilidad para decirlas de una manera creativa, seguimos orgullosos de poder disfrutar de sus músicas, sus fotos, sus diseños, sus obras de teatro, sus comics…
Recordaba al entrar al palacio de festivales aquel programa en el que Vigalondo apareció por sorpresa en su BH de paseo, con la guitarra española metida en la cesta y nos cantó a altas horas de la madrugada lo que sería su próximo cortometraje y las peripecias sufridas para conseguir las dichosas subvenciones. Luego le nominaron para los Oscar y de repente, como si se hubiese quitado una capa élfica se hizo visible para todo el mundo. Hasta le hicieron un homenaje en Cabezón, donde, por cierto, a dia de hoy decenas de artistas continuan en la sombra…
Han pasado varios años y peripecias, y lo siento por los que esperaban en este artículo leer una crítica a los cronocrímenes, pero estamos demasiado contentos ahora como para hacer otra cosa que alegrarnos. Si quereis un par de pistas os puedo decir que la peli tiene algo de regreso al futuro, algo del dia de la marmota y algo del Rewind de Nicolas Muñoz… mucho de Nacho en todos los sentidos. Tecnicamente está cojonuda y Karra se sale por los cuatro costados, el guion se convierte en un poco lioso hacia el medio, pero supera la prueba con buena nota. Merece una visión (acercaos al cine), aunque tengo que decir que aun ninguno de sus trabajos posteriores supera a la Batbola.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.