CHAPEAU: La gira de Nada Surf llegó a España. Nuestros amigos Hector y Laura estuvieron en Madrid viendo su concierto y nos han traído este comentario para todos vosotros.
¿Qué ocurre cuando un grupo formado por un español y dos estadounidenses tocan por segunda vez en su vida (una vida musical de 10 años) en Madrid (la primera fue en Moby Dick) ante una sala con el cartel de “no hay billetes” y un público entregado? No puede ser de otra forma, un concierto simplemente fantástico, lleno de momentos diferentes, sorpresas, muy muy muy buen ambiente y un fantástico sonido.
Después del viaje relámpago nos encontramos en la sala Arena, dos horas y media antes de su apertura de puertas, con gente haciendo cola para conseguir una supuesta entrada en la taquilla. No pudimos hacer otra cosa que sumarnos a ellos (¡no nos quisieron dar pase de prensa!) y tras dos horas de espera conseguimos las nuestras (hubo mucha gente que no lo consiguió). Las dos horas se hicieron un poco menos largas cuando aparecieron por allí los integrantes del grupo, saludando, y haciendo entrevistas con una cámara para lo que intuimos será un DVD. Conseguimos las entradas, nos fuimos a comer algo, y volvimos a la sala dispuestos a ver qué nos deparaba la velada.
Para comenzar la noche salió al escenario Howie Beck. Él sólo, con su guitarra acústica, y su voz. Un par de canciones intimistas y tranquilas. Bien para ir entrando en ambiente.
La primera sorpresa de la noche llegó cuando Howie presentó a Ian Elliot, batería de Nada Surf, quien le acompañó durante el resto del concierto (las cuatro canciones siguientes). El cambio de estilo fue sustancial, ya que de ser sencillas canciones de cantautor, pasamos a ver composiciones mucho más elaboradas, en las que Howie creaba loops de guitarra y de voz con sus samplers, para ir sumando capa tras capa ambientes extraordinarios.
La siguiente sorpresa fue cuando en mitad de su última canción aparecieron en el escenario Matéu Cows y Daniel Lorca (guitarrista-cantante y bajoista de Nada Surf, respectivamente) sumándose con sus instrumentos como banda acompañante de Howie Beck. Al término de la canción, un “dentro de 5 minutos volvemos” por parte de Daniel dejó el escenario vacío y listo para el comienzo del concierto de Nada Surf.
El comienzo de Nada Surf, cinco minutos antes de la hora anunciada, fue trepidante. Su habitual Blizard of ’77, a la que dieron paso Concrete Bed, Armies Walk y una selección más de canciones de su nuevo disco, The Weight is a Gift. Me gustaría mucho que lo hubiesen visto aquellos que opinan que ya no son lo que eran y que han perdido fuerza. Una cosa son los discos y otra los directos, y está comprobado que Nada Surf pueden ser intensos tanto en trabajo de estudio como sobre las tablas.
Después comenzó una segunda parte de concierto más pausada, en la que pudimos escuchar muchos temas del disco Let Go, y un breve repaso a algunas canciones de su anterior discografía. Nada Surf estaban muy cómodos en el escenario, mucho más que en 2002 cuando les vimos en el Antzokia. Daniel incluso hizo de traductor en una canción que Matthew tocó él solo a la guitarra (mientras éste la cantaba en inglés, Daniel recitaba la traducción en castellano).
Siguiente sorpresa: vuelve a aparecer Howie Beck en el escenario, con una les paul en la mano, para acompañar un nuevo tema de los neoyorquinos, al igual que más tarde, cuando volvió para acompañar en los coros de Inside of Love.
Para terminar, vuelta a la intensidad y velocidad, retomando canciones cañeras de sus anteriores discos como Hiperspace, dos vueltas de bises, y en definitiva, 25 canciones, que terminaron con un potentísimo Stalemate que incluyó cameo de Joy División, “Love will tear us apart”.
Las 1500 personas que allí nos encontrábamos nos quedamos un buen rato más aplaudiendo y disfrutando delo gran sabor de boca que nos había quedado, mientras los organizadores del concierto encendían las luces e intentaban desalojar la sala lo más rápido posible, ya que a las 12 la Sala Arena se convierte en una discoteca (lo cual me recuerda a algo mucho más cercano).
Tenía un poco de miedo a encontrarme un concierto demasiado lento, carente de ritmo, y me encontré con que Nada Surf siguen siendo los de siempre, gozan de muy buen estado de forma, y seguro que nos seguirán dando muchos buenos momentos. Chapeau.
Crónica por Hector Gárate, fotos por Hector Gárate.