Hacia finales de los años 80, ciertos estilos musicales del metal empezaban a evolucionar hacia otros conceptos, mirando a un extremo u otro. El thrash, tan prolífico durante esta década, comenzaba a quedarse corto en intensidad y fuerza entre la muchachada metalera de por aquel entonces, que tras escuchar a grupos como Slayer, Exodus y la sección germánica (Sodom, Kreator o Destruction), reclamaban girar la tuerca hacia la brutalidad, y el aumento de la velocidad en todos los aspectos.
Por aquel entonces comenzaban a salir nuevas bandas con un sonido más cafre, oscuro y denso, cuyas letras hablaban de gore, satanismo, ocultismo, violencia y mucho más odio, que dejaban a las míticas bandas de thrash metal en meros productos carne del medio tiempo y el rock metal post Black Album de Metallica . Wuala!! Acaba de consolidarse el Death Metal. Y hablamos concretamente de la escena de Tampa (Florida), que dio lugar a gigantes como Morbid Angel, Deicide, los Death o Malevolent Creation
Obituary también emergieron en esta zona a finales de los 80 con una obra maestra como fue Slowly We Rot. Con una clara influencia de Celtic Frost, Slayer o Autopsy un uso inhabitual de los medios tiempos densos en el death, y una voz desgarradora, estos chavales de Florida, grabando en el garaje de los hermanos Tardy, parieron una bestia que no pasó desapercibida para el sello Roadrunner, una de las catedrales del metal por aquel entonces.
Tras este abrumador debut, en 1990 se lanzaron a grabar lo que para mí es su ópera magna: Cause of Death. Para ello ya gozaban de promo y pasta suficiente para centrarse en un trabajo más consistente y serio. Cuesta imaginar que se pudiera superar el disco debut, pero lo cierto es que lo mejoran por goleada (pese a que a mí me sigue gustando más el primero). Para ello metieron al bajista Frank Watkins (recientemente desaparecido), siendo mejorada claramente la base de cuerda de todo el conjunto. Se unió a ellos James Murphy, procedente de los Death y de ese increíble Spiritual Healings. Esta incorporación hizo que el resto del conjunto mejorase su calidad en todos los aspectos. Algo que se puede apreciar tanto en el sonido, como en las propias composiciones y en la ejecución de la base rítmica. Si a ello sumamos un grupo fresco de ideas, en la cresta de la ola del metal extremo, con los hermanos Tardy alcanzando un nivel altísimo y un Trevor Peres que es una puñetera máquina de hacer riffs limpios a la par de desgarradores, da como resultado una obra maestra del género extremo de toda la vida. Digamos que el disco es el resultado perfecto de un sonido sureño pantanoso, cavernismo, una sensación de aire denso y opresor, aderezado con ese espíritu de los noventa que llevó a renovar un poco el metal y refrescarlo con otras cosas. Pero todo ello lleno de intros, pasajes instrumentales para ayudarte a coger aire, una base rítmica martilleante y punteos de guitarra de otro nivel.
El desarrollo del disco con temas como Chopped In Half, el comienzo con “Infected”, la versión de Circle of The Tyrants de Celtic Frost, “Dying” y su desarrollo agonizante, la propia “Cause of Death” y ese solo de James Murphy, o “Turned Inside Out” dio lugar a lo que yo considero un incunable del metal en toda regla. Cotizadísimo disco que, como curiosidad, tiene de portada una ilustración del mundo de HP Lovecraft, destinada en principio al Beneath The Remains de Sepultura.
Creo que para hacerse una idea de lo que significa el death metal de la escuela americana, es un trabajo fundamental y un pilar básico del metal extremo de los noventa.
Juan Porceli