¿Cómo se hace la crónica de un grupo del que has escuchado dos canciones, al que vas a ver por primera vez y del que no sabías que ibas a hacer la crónica? No queda más remedio que escuchar el set list en casa en el bandcamp y más o menos intentar recordar que es lo que sentí sobre los temas cuándo los escuché en directo y luego añadir una pequeña labor de investigación para ubicarme un poco con el grupo. La terrible memoria de este cronista tampoco ayuda a la hora de retener detalles y situaciones acaecidas durante la actuación, pero menos hubiera podido contar si me hubiera quedado en casa ¡jeje!.
Unos minutos pasadas las nueve de la noche subían al escenario Orion Saiph, en su segundo concierto en pocas semanas con la nueva formación, y que por lo que vi durante la noche, ya está completamente asentada. Abrían con ‘Rotten Oak’, que por su corta duración imagino que fue ideada precisamente como una intro, un ejercicio atmosférico – ambiental y cuyo inicio me transporta al momento previo en el que dos pistoleros se van a enfrentar en una peli del oeste (quizás ese roble podrido sea el árbol del ahorcado). Sin tiempo casi para aplaudir continuaron con ‘Longing for the Light’ que al igual que ‘Rotten Oak’ forman parte de su último trabajo, que también da nombre al EP homónimo y que tiene un poco de todo….un comienzo vibrante y que luego se torna más melódico con capas de voces entre sus miembros y una salida también muy chula con ritmos sincopados. Un tema bastante completo.
Saludos al respetable y nos hacen saber que hay un par de antiguos miembros entre el público de los que no sabían que fuesen a acudir, una ocasión perdida para haber preparado una pequeña colaboración. Comentar así mismo que ya desde este tema hubo un pequeño problema de sonido posiblemente con uno de los micros y que dejaba un pitido bastante molesto en algunos pasajes y que tardó varios temas más en solucionarse, provocando las miradas divertidas entre los músicos. Siguen con ‘Final Spring’ y ‘The Bride’ de su primer disco, temas mucho más progresivos y animados que no dejan casi respiro. Es curioso cómo cambia una canción con una voz limpia como la de Miriam, que hace que suene el conjunto más melódico, y luego echar la vista atrás a estos temas con Johnny a las voces dónde todo resulta más agresivo.
Opeth es un grupo sobradamente conocido y uno de los espejos en los que se mira Orion Saiph, y una vez más lo demuestran con ‘In My Time Of Need’, habitual en su repertorio y en el que Gustavo desde la parte trasera del escenario tomó el mando a las voces. Uno de los temas que ya conocía era ‘Primitives’, un tema contundente con una sección rítmica potente que fue muy aplaudida, al igual que ‘Pain, Grief And Sorrow’ que desde su inicio, primero con una intro vocal (muy Bones of Minerva) y luego con el riff inicial con aires árabes (que también se pueden apreciar en otros temas como ‘Longing For The Light’ y ‘Distant Sun’), va tomando diferentes y a veces inesperados rumbos a lo largo de los casi 7 minutos que dura con cambios de estructura, ritmos lentos, rápidos, solos de guitarra, y momentos contundentes y parte cuellos a ritmo de doble bombo, uno de los mejores temas de la noche. ¿Frozen? ya decía yo que me sonaba de algo… ¿de un anuncio de colonia? ¡no! de la Ambición Rubia. Tema habitual en su set list desde hace tiempo… esto no me lo esperaba.
Ya en la parte final, tocaba completar los temas de su más reciente trabajo primero con ‘Isora’, donde Óskar se hace cargo de la voz principal, con un tema un poco más lineal en su desarrollo pero que acaba desbocándose de nuevo al final a golpe de doble bombo y unos solos melódicos puestos con mucho gusto por Paula y Javi. Me habían hablado muy bien de Paula, y pude comprobar que es muy fina tocando y tiene unas líneas muy chulas. ‘In The Shadow’ completa la revisión al EP ‘Longing For The Light’ con el tema quizás más introspectivo musicalmente, con una bella melodía vocal y unas guitarras arpegiadas en su inicio que van elevando el tema poco a poco llevados por los timbales. Un tema precioso sin duda. Ya quedaba poco para llegar al fin y escogieron dos temas cojonudos para mi gusto, en primer lugar ‘Distant Sun’ de álbum ‘Seven Stages Of Grief’, el tema más étnico por llamarlo de alguna manera. Me gustó mucho esa intro árabe, su mezcla de partes a lo Tool y las guitarras dobladas… para terminar suelen escoger ‘Trees’ y aquí no iba a ser diferente… para mí su mejor tema, el más completo y el que en mi opinión debería ser el espejo de la banda. 7 minutos de muy alta calidad con un gran broche final.
Ha sido una buena primera aproximación a Orion Saiph y tendré que volver a verles de nuevo y prestar más atención ahora que ya le he pegado unas vueltas a sus tres trabajos y ya puedo identificar un poco mejor todos sus temas.
Tras los locales llegó el turno del equipo visitante, los asturianos Mad Rovers. Con idea de saber a qué se dedicaban, apenas había tenido tiempo de escuchar previamente 10 segundos de su música ocupado por menesteres cotidianos. Fue lo suficiente para percibir que eran músicos de buena factura y poco más, así que me presentaba allí casi a pecho descubierto esperando ver qué sensaciones me transmitían.
Y la primera sensación fue la de que, si bien los discos dejan entrever su buen hacer, su directo iba a ser un plus de energía más allá de lo que transmiten sus grabaciones. La solidez sonora con la que arrancaron me valió para captar toda mi atención a lo largo de su actuación. Su baraja de recursos está realmente nutrida, con el buen criterio de tener cierta sonoridad añeja que cohesiona el conjunto. Riffs contundentes que siempre admiten ser retorcidos con alguna vuelta más, temas que empiezan ambientales para crecer hasta clímax rockeros y momentos de protagonismos instrumentísticos muy medidos y oportunos. Me tiré medio concierto intentando recordar a quien me recordaba el timbre de voz del cantante, hasta que convine con Rubio (coautor de esta reseña) en que podría ser una mezcla entre Ovi de Bifrost y Raúl Galván de Emboque, referencias válidas para los de estos lares.
A primera vista y escucha ya transmiten el poso de unos músicos experimentados demostrándolo especialmente en un momento del concierto en el que, pese a que estaban sonando con mucha contundencia, algo crepitaba en un lado de las cajas de sonido. La banda no bajo ni un ápice la fuerza de su interpretación mientras el teclista aprovechaba sus momentos de respiro para investigar qué pasaba junto a Juan Luis, sin perder la calma ni la sonrisa hasta descubrir algún cable perdido que parecía estar haciendo de las suyas. La influencia sobre el show fue mínima y vino a demostrar las tablas que pueden llegar a tener. Puedo afirmar que el set-list me divirtió sobremanera, con la muestra de rock funkeado de ‘Wild Road’, el desmelenado juego final de velocidad de ‘Fallin’ Down’, la potencia de ‘Full-Time Slave’ o la intensidad creciente de ‘Sing of the Times’.
Al Rock Beer The New nos acercamos con intención de ver a Orion Saiph, escuchas conocidas que nos hicieron disfrutar de un buen concierto antes de descubrir a Mad Rovers en otro gran concierto. La próxima vez ya tenemos claras dos bandas de las que vamos a poder disfrutar en directo.
Texto: Raúl (Rubio) Karlssson y Juanma Pinto.
Fotos: Juanma Pinto.
Vídeos: Pedro DarthPedrius.