SAVE US FROM THE PAST: Paradise Lost giran presentando su nuevo y exitoso album acompañados de Lucifer que hacen lo propio con su debut.
Hacía ya un tiempecillo que no nos movíamos a un concierto grande, pero cuando Paradise Lost anunciaron que estarían en Bilbao en sábado hicimos la típica de primero comprar las entradas y luego pensar cómo te las vas a arreglar para ir.
Una vez en Bilbao localizamos la sala y tras saludar a la delegación cántabra que se había movido hasa allí pasamos al interior. Nunca habíamos estado en Stage Live y nos gustó mucho lo que vimos. Una sala muy recogida, con aforo reducido y una planta superior con balcón para que, estés donde estés, lo veas y escuches todo perfectamente.
Lucifer estaban tocando su primer tema justo en ese momento. Tras unas primeras búsquedas infructuosas en google nos habíamos enterado de que son la banda de la alemana Johanna Sadonis tras romper su anterior grupo The Oath, el resto son londinenses y podemos decir que su guitarrista es Garry Jennings a quien conoceréis por Cathedral. Su sonido se encuadra dentro de la tendencia que está empezando a conocerse como Occult Rock, osea, guitarras Sabbathianas, temática y estética abiertamente satanista con reminiscencias setenteras en ambos sentidos.
El público quedó un poco dividido con su actuación. En las primeras filas parecían estar disfrutándolo bastante y hubo momentos de bastantes aplausos, sin embargo a la salida muchos comentarios hablaban de que la voz se les había hecho excesivamente plana y no habían acabado de convencer. A mi no me emocionaron demasiado, pero tengo que reconocer que después de varias escuchas el disco va entrándome algo más y ya tengo un par de favoritas. A lo mejor es cuestión de darle tiempo.
Tal y cómo hablábamos por allí en realidad la valoración de un concierto depende mucho de la perspectiva y los condicionantes previos. En el caso de Paradise Lost fue clarísimo, dependiendo de cuantas veces les hubiésemos visto o de si habíamos estado en muchos o pocos bolos en los últimos meses, de lo cansados o contentos que estuviésemos al entrar la percepción fue distinta, claro. En mi caso no iba con muy altas expectativas, ya que sólo había visto una vez a Paradise Lost, en el Costa de Fuego, junto a bandas como Katatonia, Opeth, Satyricon o Lacuna Coil y ese día, pese a que su actuación fue correcta me dejaron un poco frio. Ayer, de entrada las voces estuvieron muchísimo mejor que aquel día; parece increible como Nick Holmes ha ganado fuerza en ese aspecto en los últimos años. Aunque el sonido general tuvo momentos de más y menos claridad, sobre todo porque en ocasiones los samplers se comían al resto de la mezcla, salimos con la sensación de haber visto un buen show.
El punto más discutido fue el repertorio, Holmes ya lo explicó cuando empezaron; Habéis escuchado The Plague Within? Seguro? Porque pensamos hacer unas cuantas de este disco y si no lo habéis escuchado os va a parecer un concierto de mierda. Efectivamente, tocaron unos siete temas del nuevo álbum y hubo gente que echó de menos más clásicos. Por mi arte estoy seguro de que en la gira del Draconian Times también hubo gente que echó de menos más clásicos, pero estoy contento con la decisión de PL de defender su nuevo álbum sobre los demás. Prefiero ir a ver a una banda orgullosa de su presente que a una que siente que su legado es tan grande que sabe que no puede escribir canciones que igualen a sus temas más conocidos. Paradise Lost creen, con razón, que estos temas de 2015 son al menos tan buenos como aquellos, y les ponen por delante. A lo mejor en 2025 nos estamos quejando de que ya no tocan “Beneath Broken Earth” o “Victims of the Past” así que hay que disfrutar ahora que si lo hacen.
Por lo demás el repaso fue variado. Ahora que se han reconciliado con su primera etapa (en cuanto a los guturales) la visión de conjunto asusta por su variedad y su calidad. Dieron pinceladas aquí y allá entre el Doom, el Death Metal y el Gothic Rock haciendo un buen recopilatorio en el que faltaron, por supuesto, muchísimos temas, ya que además no se dilataron en exceso en la duración del concierto.
Así pues, teniendo en cuenta lo de que cada opinión es personal e intransferible, nosotros salimos muy satisfechos de haber visto en directo a una banda que tras más de veinticinco años sigue en plenitud y son capaces de demostrarlo sobre un escenario.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.