Apendiendo: Paul Collins visitó el puerto de Santander y ofreció un concierto lleno de energia que consiguió arreglar una noche de Viernes sin ningún plan. Ojalá la sesiones en el mar nos duren muchos años y nos den otras muchas sorpresas como esta.
Sería facil, a toro pasado, tirarnos el pisto y contarte lo de que Paul Collins tiene uno de los mejores discos de Power Pop de la historia, incluso, a golpe de Wikipedia hacerte un resumen de sus grandes éxitos con The Nerves y The Beat. Pero no somos periodistas profesionales, quiero decir, cuando no sabemos una cosa preferimos asumirlo y no hablar sobre ella como si la conociésemos. La historia real es que antes del viernes el nombre de Paul Collins, a pesar de todo lo mítico que pueda ser para algunos, ni siquiera nos sonaba de oídas.
Quiero aclarar esto, porque verdaderamente me parece una ausencia de cultura bastante gorda por nuestra no haber oido hablar siquiera de este hombre. Y precisamente por ello me parece tan importante el que este tipo de actividades tengan lugar. Porque te dan la oportunidad de conocer y de aprender. En una ciudad muerta, como Santander, hay pocas ocasiones de este tipo, y nos gusta reconocer en público que aprovechamos las pocas que se nos brindan.
Las Mar sessions son una iniciativa cojonuda, buenos grupos y un marco incomparable, el mar de Santander de fondo. El puerto no depende del ayuntamiento de Santander y por tanto se puede utilizar para actividades culturales sin temor de que nadie eche mano a su pistola.
Como teloneros de Paul teníamos al grupo Heteronimia, que dio bajo mi punto de vista un gran concierto. Si bien, parecía que estaban un poco fuera de lugar y el público reaccionó de una manera muy fria con ellos, sin tan siquiera abandonar los asientos hasta que terminaron. Aun no tienen una grabación oficial y esto también es un Handicap para mucha gente, que de otra manera seguro que tararearían temazos como Goodbye o Juan Gonzales.
Paul Collins fue para nosotros una auténtica sorpresa. Había muchísima gente con ganas de verle y el flujo de energía entre el público y la banda fue constante. Se dirigió durante toda la actuación a nosotros en castellano, ya que, al parecer lleva unos cuantos años viviendo por aquí, lo que facilitó la comunicación y el buen rollo durante todo el show. Fue un concierto muy cercano pero lleno de energia. Junto a las canciones más conocidas de su carrera también presentó unas cuantas de Flying High, el disco que le trae de regreso tras una larga temporada de inactividad.
La del viernes fue por tanto una gran noche, que además nos dio la oportunidad de ponernos al dia y conocer a un gran músico que hasta entonces había pasado inadvertido para nosotros. Por fortuna, incluso sus discos estaban bastante baratos y nos llevamos un par de ellos para casa, que sin duda sonarán insistentemente durante las próximas semanas en Noche de Rock.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Stoner.