Con la lección estética de Bowie y Bolan bien aprendida, lo cierto es que en lo musical, en general había bastante menos donde rascar. Las bandas que hemos nombrado y Poison en particular apostaban por un rock directo, lleno de estribillos y con solos aparentes, melódicos y sin ninguna estridencia. Las producciones y la duración de los temas también estaban dirigidas directas a la formula, que en ocasiones acogía, incluso de forma generalista los hits singles de los mencionados grupos.
El caso que nos ocupa es un claro ejemplo. Aunque tardó un poco en despertar y su primer single Cry Tough fue un poco decepcionante en cuanto a ventas, los siguientes Talk Dirty to Me, I Want Action y la moja-bragas I Won’t Forget You consiguieron hacer del debut de Poison un disco imprescindible para quien quiera conocer esta parte de la historia del rock.
Poison aguantaron bien el tipo hasta la llegada de los noventa, cuando una bronca tras una accidentada actuación en la MTV estuvo a punto de terminar con la banda, luego símplemente a duras penas sobrevivieron. Pero lo que realmente les hizo daño fue la llegada del Grunge y en general el rock alternativo. La nueva corriente de chicos vestidos de calle y mirandose a los pies apagó el brillo de las lentejuelas. Las drogas también habían pasado factura y este rock divertido y tal vez superficial se perdió en el olvido, dejando más hueco para el resto de corrientes más serias, más reflexivas, más tristes o más enfadadas, pero como todo en el rock este estilo nunca llegó a apagarse del todo y aun hay bandas que les tienen como referencia.
A pesar de que últimamente parece haber un nuevo revival con grupos que siguen esta línea, la tendencia general durante muchos años obligó, incluso a los veteranos, a mirar con desaprobación hacia los botes de laca, pero lo cierto es que a dia de hoy sigue siendo una buena idea tener Look What the Cat Dragged in a mano si te toca ejercer de DJ en una fiesta rockera y quieres levantar los ánimos un poco.
Comentario por Oskar Sánchez