Arantxa Cobo presenta una nueva colección de fotos bajo el concepto Preciado Fuego – Reflexiones sobre la enfermedad mental en mujeres y el estigma social, que ha estado expuesta en Peñacastillo durante todo el mes de Mayo.
“De esto no hablamos, pero los que hemos estado enfangados hasta el cuello nos reconocemos de un vistazo”. El preciado fuego arde y quema por dentro. El fuego hace que te quemen las entrañas y rompas a llorar una mañana particularmente bella sin que aparentemente haya más motivo que cualquier otro día. Pero el fuego también es bello y produce llamaradas altas, que hacen que brilles algunos instantes muy por encima de la masa. Por eso hay que conservarle.
La exposición de Arantxa, que fuimos a ver ayer “in extremis” un día antes de su retirada le captura y le aviva con un firme propósito: sobrevivir. Porque el fuego puede terminar en un momento con la vida de todo un bosque, pero también puede calentar en la noche más oscura.
Las mujeres protagonistas que sirvieron de inspiración para la muestra fotográfica (Unica Zurn, Diane Arbus, Ane Sexton, Virginia Woolf, Flora Pizarnik, Alfonsina Stormi, Sylvia Plath) acabaron consumidas por las llamas, pero incluso sus cenizas siguen iluminando poderosamente.
Arantxa ha jugado muy cerca del fuego y lo conoce, por eso a veces brilla. Cómo en esta colección de fotos que acaba de presentar y que espero en muy breve tengamos oportunidad de volver a ver expuesta.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.