THIS IS HELLOWEEN
El pasado 9 de diciembre Madrid se llenó de calabazas, y entre todas ellas no podían faltar un par de enviados especiales de parte de esta web.
Miles de personas, portando el clásico logo de Helloween en camisetas y sudaderas, llenábamos los asientos del metro, las paradas de autobús, las calles… Cada uno sabía hacia dónde se dirigía el resto. Para muchos, la ansiada “reunión” de los germanos era uno de los eventos del año, habiendo comprado la entrada incluso con un año de antelación.
A las 18.30, hora de la apertura de puertas, las inmediaciones del Wizink Center estaban repletas de fans haciendo cola. Pese a que la cantidad de gente era impresionante, la buena organización hizo que rápidamente pudiéramos pasar todos al estadio. Tras dos horas de espera amenizadas por Rafa Basa, se apagaron las luces y comenzó a sonar “Let Me Entertain You” de Robbie Williams, la intro elegida por Helloween. Da igual que la canción no pegase mucho con el ambiente, pues los constantes gritos, aplausos y vítores animando a salir a la banda hicieron que apenas reparásemos en ella. Nada más terminar la canción, el telón cayó y los alemanes saltaron sobre las tablas al son de los primeros acordes de “Halloween” en un comienzo de concierto espectacular. Aunque la canción fue originalmente grabada por Michael Kiske, en este caso Andi Deris también ayudó a su compañero “Miguel” (así se refirió a Kiske durante todo el concierto) a las voces. Quien haya visto a Helloween anteriormente sabrá que nunca tocan esta canción al completo, pues su duración supera los trece minutos; pero en este caso nos regalaron una versión íntegra.
Deris, dirigiéndose en castellano al público, nos presenta a Zed y Doc, dos simpáticos dibujos animados con forma de calabaza que serán los encargados de dar paso a cada tema. A estos amiguitos les encanta disfrazarse de las formas más macarras posibles, con pelucas, guitarras, piercings, cigarrillos y botellas de Jack Daniels… Cada vez que arrojan uno de estos objetos al caldero de una especie de máquina demoniaca, un anillo gira repasando las portadas de cada álbum y comienza una nueva canción.El siguiente tema fue “Dr. Stein”, en la cual también se combinan las voces de ambos cantantes. Pese a que una servidora iba con dudas sobre si la mezcla iba a resultar un pegote, he de reconocer que la compenetración y complicidad entre Kiske y Deris, y sus gestos de cariño mutuos, hicieron que fuese perfecto. Con “I’m Alive” Kiske toma todo el protagonismo y queda patente que su voz sigue siendo impresionante pese a los problemas de salud que tuvo a principios de gira. Aunque durante el concierto inicial en Monterrey (México) un supuesto playback desató la polémica, nada parece apuntar a que en el concierto de Madrid se apoyase en voces pregrabadas.
Le llegó el turno a Deris con “If I Could fly”, una de mis favoritas. Si bien nunca me ha gustado la voz de Deris pese a ser un buen cantante y tener muy buenos discos, he de reconocer que esta vez se superó y convenció incluso a los más detractores. Desde aquél “Hellish Tour” de 2007 ya era esta la quinta vez que los veía, y también la primera en la que Deris conseguía engancharme. Continuó luciéndose con “Are You Metal?”, haciendo gala de un estado de forma envidiable.Vuelve Kiske con “Rise and Fall”, y continua Deris con “Waiting for the Thunder”. Tras unos segundos de descanso, sube de nuevo Deris perfectamente ataviado con un gorro de copa plateado y una levita a juego para interpretar “Perfect Gentleman”. Y aquí viene lo que para mí fue el punto más mágico, más histórico, y más esperado de toda la noche: el momento en que Kai Hansen toma el micrófono para repasar el Walls of Jericho en un medley que combina “Starlight”, “Ride the Sky”, y “Judas”, y acto seguido la hímnica “Heavy Metal (Is The Law)”. Tenía mis reservas sobre la voz de Hansen, pero cumplió a la perfección. Si le tuviese que poner un “pero” sería que no hubiese durado más.
Después del tremendo subidón, salen a escena Deris y Kiske subidos a unos taburetes. Deris presenta el siguiente tema en castellano, bromeando con el público y con “Miguel”. Así comienza una emotiva “Forever and One” interpretada a dos voces, mientras ambos se abrazan y se lanzan miradas de complicidad, uniéndose al final Sascha Gerstner. El concierto continua con “A Tale That Wasn’t Right” cantada por Kiske, y seguida por “I Can” de Deris.
Tras esto, llega otro de los momentos más entrañables de la noche: el homenaje al fallecido batería Ingo Schwichtenberg. Dani Löble toca un solo de batería intercalándose y fundiéndose con el solo interpretado por Ingo que aparece en las pantallas. A más de uno se le escapó la lagrimita.
La energía vuelve con parte “Livin’ Aint No Crime”, seguida de “A Little Time”, ambas con la voz de Kiske. Toma el relevo Deris en “Why?”, “Sole Survivor” y “Power”.Y otro momento para el recuerdo: Deris presenta “How Many Tears”, explicando que fue la primera canción de Helloween que escuchó, y que por tanto es muy especial para él. Comienza a cantarla, pero la sorpresa viene cuando se van uniendo Kiske y Hansen, siendo esta la única canción interpretada por los tres.
Los alemanes abandonan el escenario y tras unos minutos de interminable espera durante los cuales comienza a sonar “Invitation”, salen al escenario. En este bis nos regalan temas imprescindibles como “Eagle Fly Free”, al principio de la cual noté a Kiske flojear un poco, pero que remonta en “Keeper of the Seven Keys” apoyado por la voz de Deris.Tras otra pausa sale Kai Hansen a interpretar un magnífico solo de guitarra, y da paso a “Future World”, en la cual Kiske vuelve a lucirse.
La locura final se desata con “I Want Out”, durante la cual sueltan globos gigantes adornados con calabazas y confeti. Todo el estadio vibra al unísono, saltando y coreando cada nota en perfecta hermandad. La emoción se refleja en todos y cada uno de nuestros rostros, y se nota que el grupo también disfruta en perfecta comunión con el público.Cuando Helloween se despiden y las luces se apagan, aún hay quien se está enjuagando las lágrimas, consciente de haber sido partícipe de un concierto histórico. Para gozo de los que no pudieron estar presentes y como recuerdo para los que sí, este concierto de Madrid será editado en DVD. Quizá fuese esta última la razón para explicar el derroche de energía de los alemanes. Jamás había visto ni a los Helloween de Deris, ni a Kiske con Unisonic tal exhibición de carisma y buen saber hacer. Si bien es cierto que a Michael Kiske no se le notó al 100% en algunas ocasiones, podemos achacarlo a que aún no está del todo recuperado de los problemas de voz que lleva arrastrando meses. En cuanto a Deris, por mucho que siga sin gustarme, hizo una ejecución perfecta de todos los temas y se comió el escenario, metiéndose al público en el bolsillo con cada actuación.
Destacó especialmente la sinergia y compenetración entre Deris y Kiske, así como las interacciones de este último también con Hansen. Sin rencores, sin competir, sin pisarse las actuaciones y con un lenguaje corporal que solo transmitía buen rollo. Era algo que todos los fans de Helloween llevábamos años deseando ver, y por fin nuestro sueño de ver a las “pumpkins united” se hizo realidad.
Si bien faltaron algunos temas míticos como “March of Time”, era imposible que lo tocasen todo. No nos podemos quejar de las tres horas que duró el concierto, durante el cual los alemanes cumplieron y sobrepasaron todas las expectativas con un setlist muy bien pensado para que los tres cantantes diesen el máximo posible.
Crónica por Lía Lawless , fotos por Txen Yang.