THEY’RE BACK: Le dimos por extinguido, pero de eso nada monada, el Rockablanca volvió para hacer vibrar cada esquina de Suances.
Tras el parón del año pasado, vuelve el Festival Rockablanca que se ubica en el parque Espadañal de Suances, más vivo que nunca con el bombazo de contar con HAMLET en su cartel.
A las 8 y media de la noche apareció en escena la primera banda local y cumplieron con creces el difícil cometido de calentar al personal. Los jóvenes Mice Hole practican un fresco punk-rock capaz de hacerte mover el culo por todo el festival y menear la cabeza, si te gustan bandas como Green day, A day to Remember, Sum 41 o Bad religion no les pierdas de vista porque darán que hablar. Hicieron que la gente disfrutase y fuese preparandose para el resto del festi, especialmente con su cover de “Killing in the name” the Rage Against the Machine, pero aún les queda camino por recorrer para tener mas tablas sobre un escenario y poder desplegar todo su potencial en directo.
Les siguieron Nautilus: Para mí, el gran descubrimiento de la noche. Creada en 2012 y compuesta por cuatro miembros. Ellos mismos se describen como difíciles de encasillar en lo que se refiere a estilo, mezcla de post-metal, sludge y otras influencias.
La Voz de Juampy en los momentos suaves recuerda a la de Manuel Cabezalí en “h” de Havalina. Transiciónes que recuerdan a los padres de estos mundos APC o Tool; pero cuando la bestia se desata es una salvajada, nada que envidiar a Machine Head, en directo mucho más.
A la espera de que puedan publicar un disco completo. No les perdáis la pista.
En el ecuador del festival, estuvieron los anfitriones, Sez Naus, una vez más lo dieron todo ante sus paisanos. Tenerlos sobre el escenario ya es sinónimo de espectáculo y caña asegurada. Joaquí y cía han conseguido crear una criatura espectacular con un estilo propio acompañado de letras reivindicativas, que golpean nuestras almas metaleras, sobretodo cuando la rabia contenida hace su aparición.
Empezaron con mi favorita “Nada Tienes”, pasaron por la nueva “Este no es mi mundo”, sus clásico “Pornonuclear”, “Sandy Hook”, para terminar con la tremenda versión que incluye el último disco del “Porque te vas” de Jeanette.
No faltaron artefactos pirotécnicos ya habituales en su puesta en escena, nada que envidiar a ciertos reyes vikingos.
La 3ª parte de Retales afianza a Sez Naus en su estilo que bebe de Habeas Corpus, Barricada y de los propios Hamlet en Sanatorio de Muñecos.
El plato fuerte de la noche, eran Hamlet: Es la segunda vez en Cantabria en el mismo año y de nuevo me confirman que actualmente J. Molly junto a Javier Cardoso (Vita Imana), son los mejores front-man del país.
Ni un segundo quieto sobre el escenario, echándose a la espalda todo el peso del concierto, llevando a la gente al paroxismo.
Luis Tárraga, quien lo diría tras los problemas de salud, está como un niño, quizás algún oscuro pacto demoniaco.
La gente coreaba sus clásicos ya incluidos en nuestro adn metalero cargados de la energía reivindicativa de siempre: “Limitate”, “antes y después”, “egoísmo”, “muérdesela”… Destacando para mi la última gran canción que han hecho: “Mi Religion”.
Acabaron los bises con “Imaginé”, “Irracional” y la mítica “J.F.” aclamada por el público. Para mí la última gran banda, de las clásicas, a nivel nacional y cantando en castellano que irrumpió en el metal extremo haciendo algo distinto.
Los encargados de cerrar el festi fueron Aranea Adventus: qué decir de estos luchadores del heavy de esta región. Lo tenían bastante difícil, por seguir después de Hamlet y por el cambio de palo. Pero tras haber teloneado a Scorpions, quien dijo miedo.
“Venga chavales!!!” se ha convertido en todo un grito de guerra que haría temblar a cualquier general romano de la época.
Destacando temazos como: “cabalgando”, “fuera de la ley” y su aclamado “Labaro”. Así da gusto aprender historia.
Todo un colofón al festival.
Resumiendo: Un pedazo de festival al lado de casa y gratis. ¿Qué más se puede pedir? si que tenía que lidiar con otros que había el mismo día, pero bueno el que haya varias ofertas para poder elegir, no tiene porque ser malo. El sitio una pasada rodeado de naturaleza. El tiempo acompañó.
La organización un 10 en cuanto a trato y servicios prestados a la gente, incluyendo el bar.
Lo único negativo, la iluminación que era bastante pobre, aunque al parecer ajeno al esfuerzo de la organización, dadas las fechas en que se programaba el evento.
Por otro lado, por favor, que es eso de estar sentado en un concierto de rock o de metal. Luego nos quejamos, los músicos necesitan sentir el aliento del público en el cogote.
Gran trabajo de Joaquí de Sez Naus con las bandas y el ayuntamiento para sacar el proyecto adelante.
Crónica por Joaqui Naus y John Man, fotos por John Man.