¿Quién quiere salchichas habiendo picadillo?
La A. C. Vidiago Rock celebraba el pasado sábado 24 de noviembre su tercer Rocktoberfest, un guiño al conocido festival alemán que servía como excusa perfecta para organizar una noche cargada de comida, cerveza y música.
A partir de las 20:00 de la tarde, la gente se acercaba tímidamente al Bar La Talá de Llanes. La música comenzaba a cargo de Los Robinsones, una jam band de versiones clásicas de blues en la que participan artistas tanto de Cantabria como del oriente asturiano. Iba avanzando la noche y el público se animaba: aquello ya empezaba a recordar a las grandes fiestas de La Talá en las que moverse por el local no es tarea fácil.
Tras unas cuantas colaboraciones de amigos y miembros del público, entre las que destaca el debut a la guitarra de Javi (copropietario de La Talá junto a Lidia), llega el turno de unos clásicos: Los Foolanos, que sorprendieron a la audiencia con un repertorio renovado. Aprovechando la presencia de cantidad de músicos, ya empezaron tocando en formato cuarteto, y poco a poco se fueron sumando batería, teclado y algunas colaboraciones a la voz.
En cuanto a lo gastronómico, la A. C. Vidiago Rock quiso dar un giro a las pasadas ediciones del Rocktoberfest, en las que se contaba principalmente con productos alemanes. En esta ocasión, ofrecieron una selección de cervezas artesanales de Asturias y Cantabria de las que se dio buena cuenta, agotando las existencias de la asturiana Metal Ipa (D’Equí) y el barril de la cántabra Brandine (Redneck Brewery). Tampoco quedó mucho que comer; bajo el lema “quién quiere salchichas habiendo picadillo”, se sirvió un menú de platos tradicionales entre los que había tortos con picadillo y carne gobernada, patatinas al cabrales y alioli, chorizos a la sidra y buñuelos de calabaza.
Quedó claro que orientar la idea del Rocktoberfest hacia el mundo de la cerveza artesanal y, especialmente, contar con productos elaborados en la zona, fue un éxito, así que ya estamos deseando que llegue la próxima fiesta a La Talá. Winter is coming!.
Crónica y fotos de Ana Blanco.