Cuando me pico el Diablo del Rock allá por el 83, la cosa comenzó con Kiss, Barón Rojo, Miguel Ríos e Iron Maiden. Pronto aparecieron en la ecuación Pink Floyd, Doors, Stones, Beatles y Police. Elvis ya estaba desde los 70 porque le escuchaba mi madre.
Uno de los primeros en aparecer en esta conversación fue Rod Stewart. Voz rota, mito del Rock, Mod, sexy y provocador para los cánones de la época, líder junto a Ronnie Wood de The Faces. Incluso cuando este se integra en los Stones se especuló con la posibilidad de que también Rod sustituyera a Jagger. Pero estamos seguros de que Keith nunca le habría hecho eso a Mick, ¿Verdad?
En los últimos diez años, más o menos, había venido dos o tres veces al país. Festival de la Naturaleza de Ávila, a algún festi pijo malagueño y alguna visita a las Islas Canarias. Pero nunca tuvimos posibilidad de verle, y no sé, como que me quedaba esa espina.
Así que cuando surge la posibilidad por fin en Galicia, pues nos lanzamos. En cierto modo no quería que me pasara como con Leonard Cohen, Tina Turner o Joe Cocker.
A las nueve en punto, con puntualidad británica, comenzó a sonar el “Just Cant Get Enough” de Depeche Mode que le sirve como introducción. Se apagaron las luces y sonaron las gaitas del famoso Scotland The Brave, recordándonos su ascendencia. Aunque nacido en Londres, su familia paterna es escocesa y es conocido su fuerte vinculo con el Cetltic de Glasgow. Se levanto el telón y comenzamos la velada con “Infatuation”, del Camouflage del 84.
Salió muy elegante con una americana de leopardo, y acompañado de nueve músicos (seis chicos y tres chicas) y tres coristas/vocalistas, que también iban embutidas en un traje de leopardo. Músicos que tocaron un montón de instrumentos que iban desde el arpa hasta la mandolina, pasando por el banjo o los Shakers. Con un escenario completamente blanco, que recordaba a una pista de patinaje y una escalinata posterior que confería a todo el stage un aire muy de show de Las Vegas.
He intentado conocer la identidad de los músicos que le acompañaban, pero no he conseguido información en ningún sitio. Pero bueno, en fin. Como dice un amigo mío que redacta mejor que yo en este mismo medio…. El que quiera más información de la banda o de las canciones, que tire de wikipedia. Jajaja.
Siguió con “Having a Party” de Sam Coke donde aprovecho para empezar a mover las piernas en toda la amplitud del escenario, abandonando el pie de micro. Continúo con “Love Train” y “Its a Heartache” que corearon las once mil almas allí reunidas.
Se quito la americana para citar a Muddy Waters, del que toco “Rollin and Tumblin” , que le metió mucha carga guitarrera por parte de sus dos guitarristas a este viejo Rythmanblues. Nos dijo que tocaba esta canción desde el 76. Se trataba de “Tonights the Night (Gonna be alright)”
Recupero el pie de micro para “Forever Young”, donde las dos violinistas cambiaron a acústica y banjo.
El teclista se sentó al órgano para reproducir música de gaita escocesa y las coristas ejecutaron la danza de una jiga. Mientras Rod aprovechaba el ínterin para abandonar el escenario.
Con una de las interpretes sentada al arpa comenzaron con “The First Cut is The Deepest” que aparece en el álbum A night on the Town, del 76.
Tras venir del descanso que se tomo en lo que duro la danza escocesa se le noto durante un rato problemas de voz, propios de la edad, probablemente, lo que le llevo a cantar “I Dont Want To Talk About You” de los Crazy Horses a modo de Crooner.
Recupero el ritmo con “BaBy Jane” una de mis favoritas del británico, en lo que fue uno de los climax de la noche. Continuando con “Maggie May” que ya fue la ostia. Ufffff… Espeluznante
Antes de tocar “I’d Rather Go Blind” de Etta james, nos dijo que tocaba esa canción desde el 69 junto a Ronnie Wood de los Rolling Stones.
Se cambio de chaqueta y bailo como un poseso para “Young Turks” uno de sus hits. Se le vio muy bien, con buen tono físico, para un hombre de setenta y nueve años. (Cumplirá ochenta el próximo diez de Enero)
A modo de anécdota, al empezar esta gira le entrevistaron en una televisan americana y dijo al respecto que era un señor mayor de setenta y nueve años pero capaz de correr los cien metros en dieciocho segundos. Jejeje
Para mi otro de los momentos álgidos fue cuando defendió “Downtown Train” la brutal versión que hace del tema de Tom Waits con su rasgada voz de crooner. Y es que es otro de mis temas favoritos del Ingles.
Dieron caña con “Im so Excited” la canción disco de The Pointer Sister, que cantaron sus vocalistas, aprovechando él a retirarse en los primeros compases.
Volvió vestido de azul eléctrico con una americana yellow. Los colores de Ucrania dijo. Y dedico a Zelensky “Rythm of My Heart”. Durante todo el tema pasaron por la pantalla imágenes de Ucrania y del propio Zelensky.
Creo una atmosfera más intimista en “Have I Told You Lately” quitándose la americana amarilla e incluyendo en la formación un contrabajo.
En “Proud Mary” la versión tan acertada que hace de la Creedence abandono el escenario nuevamente siendo defendida por el resto de la banda.
Opino que hizo a lo largo del bolo una muy buena gestión de su voz, tirando de oficio y resolución. Tomándose un par de oportunos descanso y dejando el lucimiento para la banda, que demostró estar más que de sobra engrasada.
Volvió vestido con un traje negro, muy elegante, como si fuera el viejo sex symbol de los setenta. Y es que no podemos olvidar que fue un icono dentro del movimiento Mod, siendo conocido con el sobrenombre de Rod The Mod. Nos brindo “Some Guys have All The Luck” del álbum Camouflage, bailando con mucho estilo por el escenario.
Tras tirar las cantantes unos balones al público, recordando su obsesión futbolera, tocaron la famosa “Da Ya Think Im Sexy”, uno de sus dos o tres más famosos temas. Recuerdo escuchar ya este tema en el 78 o 79 con mi madre en la televisión. Fue un climax increíble para despedirse y en donde todo el publico coreo los Uh Uhs y terminando con un grito del propio Rod de ¡Viva Coruña! se bajo el telón.
Cuando parecía que ya estaba todo el pescado vendido, ya que el resto de la gira está terminando los bolos con este tema, aun nos tenía preparada una última sorpresa.
Se alzo nuevamente el telón y nos sorprendió con una emociónate “Sailing” del álbum Atlantic Crossing, donde se coloco una gorra de piloto; para tras esto y ahora sí, se bajara el telón para despedir a una leyenda tras una hora y cuarenta y cinco minutos de descarga.
La verdad es que fue muy emocionante para mí poder disfrutar del talento de este tipo en este momento de mi vida. Y en cierto modo desde aquí darle mi pequeño agradecimiento porque, después de cinco meses sin hacerlo, su concierto me ha hecho volver a escribir sobre rock.
Como titula a su gira de despedida… One Last Time.
Manolo Rockcity