LA VOZ DE SUPERTRAMP: El fundador de Supertramp visitó el cuatro de octubre Valladolid. Marcos Bárcena estuvo allí y nos ha enviado una crónica que nos transmite con emoción lo sucedido en ese concierto.
La legendaria voz de Supertramp llenó el pasado domingo 4 de octubre la sala del auditorio Miguel Delibes de Valladolid. Inolvidable, emocionante, vibrante, deslumbrante. Muchos son los adjetivos que podrían calificar el enorme concierto que el músico británico ofreció en la capital castellana , en este caso acompañado por la orquesta sinfónica de Castilla y León y el apoyo de tres músicos excepcionales al bajo, batería y como no, a los característicos saxofones, como elemento sonoro esencial en la música de Hodgson.
Durante dos horas de concierto Roger nos deleitó con lo mejor de su repertorio que abarcó canciones de todas las etapas de su trayectoria con Supertramp más un par de temas de su carrera en solitario, lovers in the wind y only beacause of you, por cierto, ambos de su primer trabajo al margen del famoso quinteto.
El hecho de que interpretara más de un 90% de temas de la mítica banda de rock que cooliderara con el también genial Rick Davies, en absoluto defraudó al público que desde el principio se entregó al artista, por cierto muy querido en Valladolid. Prueba de ello es que meses antes había actuado en la ciudad acompañado tan solo por el músico Aaron MacDonald y significativo es que la misma orquesta sinfónica de Castilla y León con sede en Valladolid aprendiera sus partituras para deleitarnos el domingo.
El concierto comenzó con Take the long way home, como invitándonos a participar desde el principio en la búsqueda de su mundo y su “camino a casa” o quizá llevándonos a lo más profundo de nuestras emociones, para acto seguido y sin concesiones deleitarnos con uno de sus mayores éxitos, Give a little big, dándonos un poco de lo mejor de sus sentimientos. En el tercer tema, solemne, se sentó en el piano de cola para regalarnos la mencionada balada lovers in the wind, en su faceta más melódica y romántica y aprovechando el apoyo brillante de la orquesta sinfónica.
El cuarto tema fue sencillamente apoteósico. Los mínimos desajustes de sonido de las primeras canciones se solventaron a partir de aquí y hasta el final del concierto. El sonido perfecto y la soberbia interpretación de hide in your shell hicieron levantarse a gran parte de la audiencia que rompió a aplaudir de manera especial al acabar la canción. Sonó incluso mejor que en los mejores tiempos de Supertramp en París. Pocas veces he sentido un “subidón” así en un concierto. Los recuerdos de mi adolescencia y otros momentos de mi pasado afloraron en especial con ese tema. Creo que a gran parte del público le pasó lo mismo.
Sucesivamente comenzó a tocar más y más temas mitícos de sus mejores tiempos, dreamer, logical song, breakfast in America, soapbox opera, easy does it, sister moonshine, pasando por otro momento muy especial ..even in the quitest moments que tocó completamente sólo, acompañado de su guitarra de 12 de cuerdas que por cierto tenía un sonido espectacular. Demostró que él sólo era capaz de llenar el teatro y emocionar igualmente.
Cerró la noche con un tema mítico, fools overture, pieza que creó pensando en la orquestación sinfónica y era tema obligado, dadas las circunstancias. El director de la orquesta le prestó la batuta para marcar el final. Todo un honor merecido.
Como bises nos regaló school, two of us y it..s rainning again para poner en pie a todo la sala.
En definitiva Roger Hodgson nos regaló magia musical durante dos horas y demostró mantener la llama encendida a la perfección de algunas de las canciones que han marcado las vidas de personas de mi generación.
Roger Hodgson además de todo un icono musical de las últimas décadas demostró ser una persona cercana, amable, entregado completamente a la audiencia, con una tranquilidad y autocontrol en el escenario fuera de lo común y que no dudó en compartir con sus seguidores un poco de su tiempo antes y después del concierto. Guardaré con cariño esta imagen junto a él y sobretodo el recuerdo de su memorable recital. El rato con él fue muy breve, Roger estaba agotado. Hans Eijkenaar, el batería holandés de la banda, me explicó que había sido un día muy largo. Tan sólo un ensayo general con la orquesta antes de la actuación. Todo el mismo día. Agotador.
Como anécdota contaré que hace 24 años, en enero de 1985 fui a mi primer gran concierto. Fue en Bilbao, y acudí al igual que el pasado domingo junto a mi viejo amigo el también músico Miguel Regal. Yo tenía sólo 15 años. En aquella ocasión disfrutamos también de la magia de Supertramp. Pero en aquella ocasión la banda no tocó ni una sóla de las canciones que Roger nos ofreció en el auditorio Miguel Delibes. De hecho el grupo estaba presentando su primer disco sin Hodgson, tras su reciente separación, brother where you bound y todos los temas que tocaron fueron de Davies, el otro creador del grupo. Ha tenido que pasar casi un cuarto de siglo para que tuviera la oportunidad de disfrutar en directo a su genial compañero.
Todavía, al igual que miles de seguidores en todo el mundo, espero una futura reunión de la formación al completo. ¿Tendrán que pasar años, o sencillamente no ocurrirá?
El tiempo lo dirá, pero lo inminente es que Roger prepara nuevo disco para 2010 y otro DVD con conciertos de sus últimas giras.
Será un placer volver a verle pronto de gira por España y ¿por qué no prepararle un desayuno en Cantabria?
Crónica por Marcos Bárcena, fotos por Marcos Bárcena.