SANTO AÑO: Han pasado ya casi dos décadas desde que conocimos a HIM, tenerles a la puerta de casa era una situación dificil de dejar pasar… y caímos en la tentación!!!
Como hemos pecado mucho, de pensamiento, palabra, obra y omisión, este año estamos intentando ganarnos el jubileo a base de conciertos. Después de cruzar la puerta del perdón de la mano de Jean Michel, la segunda estación del via crucis nos llevaba directos al Escenario Santander. No entiendo yo mucho el criterio de la iglesia al programar a Sus Infernales Majestades, pero bueno, ellos sabrán qué dice el catecismo al respecto. Supongo que tenga que ver con que el Monasterio de Santo Toribio es de estilo gótico, o con que HIM también le cantan al amor universal, pero bueno, chitón, por nosotros Amen.
Como teloneros venían Romanthica. Todo lo que nos llega vía redes parece indicar que en su zona tienen ya muchos seguidores, y prueba de ello son las imágenes del DVD que han editado este mismo año. Yo les descubrí en algún momento del pasado gracias a un oyente que nos envió un tweet para pedirnos que pinchásemos un tema suyo. Me gustaron mucho. Hacen rock metal gótico con inspiración en las bandas contemporaneas de los de Helsinki, como pueden ser The 69 Eyes, To/die/for, los últimos Tiamat y toda esa tropa. También se me dan un aire a mis adorados Dardem y si me atreviese a decirlo en voz alta reconocería que en algún giro he llegado a pensar que suenan como hubiesen sonado los OBK más oscuros si hubiesen sido una banda de metal. (Conste que lo digo como piropo). En resumidas cuentas, quiero decir que tienen la virtud del disparo-siempre-a-diana del Synth Pop, arropado con una muralla de distorsión.
Por suerte para ellos el concierto estaba programado a partir de las nueve de la noche y su actuación comenzaba a las diez menos diez, así que comenzaron ante la sala con el aforo completo. Digo esto porque cuando dieron el primer guitarrazo fue el mismo momento en el que la mayoría del respetable se enteró de que había una banda telonera, ya que ni en la entrada, ni en los carteles, ni en la gran mayoría de la promo que se hizo por internet figuraba su nombre. Ya lo dije en la radio y lo repito aquí para quien no me oyese, no se de quien será responsabilidad pero me parece una gran falta de respeto a las bandas más modestas y me parece que esa es la actitud que cronifica el hecho de que el público mainstream tenga la sensación de que no hay relevo en la escena. De cualquier manera y aunque una chica detrás de mi se esforzaba por pillar el nombre (¿Cómo ha dicho? ¿Robótica?) estoy convencido de que se fueron con unos cuantos seguidores nuevos en el bolsillo porque aprovecharon muy bien la oportunidad con un concierto muy bien defendido a todos los niveles, demostrando que el escenario no se les quedaba en absoluto grande. Bien a nivel instrumental, muy bien a nivel vocal, moviéndose a gusto por la escena y conectando desde el primer segundo con un público que ni les conocía, ni les esperaba. Está claro que fueron bandas como HIM las que echaron este estilo hacia adelante y lo inventaron o lo hicieron grande, pero si sólo juzgamos las actuaciones por lo que fueron y no por los logros anteriores, para mi, el concierto de la noche le dieron Romanthica. No vas a encontrar muchas sorpresas en su música una vez sepas de que palo van, pero si vas a encontrar canciones enormes, como MERCURIO, tema que, ya te lo avanzo, pincharemos en el programa una vez más la próxima semana.
Hacer sonar Bye, Bye Love de Everly Brothers justo antes del concierto de HIM me pareció un gracioso guiño. Existían canciones de amor muy triste ya en los cincuenta. Nadie inventa nada, somos enanos a hombros de gigantes.
Recuerdo el día que Miguel Ángel Poo entró entró al programa con un recopilatorio de singles de radiofórmula y nos dijo que había un tema de una banda que era muy bueno. “Join me in Death”, y superamos nuestro remilgos de compartir una canción con los radioformuleros, lo pusimos, y flipamos. A partir de ahí nos enganchamos a Razorblade Romance, e inmediatamente después a su anterior disco, Greatest Love Songs, Vol 1. Recuerdo a Klara traduciendo alguna letra en el programa y darnos cuenta de que eran un poco los Eros Ramazzotti del metal en ese aspecto, pero nos daba igual, sonaban que te cagas. Con el tiempo según fue ganando peso el amor en el binomio LOVE/METAL, les fui perdiendo la pista, pero siguiéndoles con cierta curiosidad más o menos hasta Venus Doom… El disco Rosa me sigue pareciendo de lo mejorcito de su década, así que el anuncio de que venían a visitarnos me hizo bastante ilusión sobre todo teniendo en cuenta que la vez anterior que estuvieron en Cantabria me pillaron estudiando duro para unas opos y me les perdí con mucho dolor de corazón. Os cuento todo esto para que entendáis que si digo que el concierto de HIM fue de Suficiente / Bien, no lo digo desde la inquina de un fan despechado, ni lo digo tampoco desde la tribuna de un true/metal/warrior que pagó su entrada para ganarse el derecho a poner a caldo un estilo de “metal para blandos”, si no desde la máxima objetividad a la que yo mismo y mis circustancias hemos sido capaces de llegar.
Leía esta mañana el comentario de una amiga que aseguraba que aun estaba en un globo, flipando con el bolo, e intentaba yo después, buscar palabras para ser ecuánime, encontrando un punto medio entre el concierto que ella vio y el que vi yo, entre su entusiasmo y mi apatía. Llegué a la conclusión de que este es un claro ejemplo de esos bolos en los que tienes que poner mucho de tu parte. Hubo mucha gente que esperaba este concierto con ilusión y lo dieron todo desde el minuto uno, disfrutando de cada segundo y nadie tiene derecho a robarles esa felicidad, pero intentando ser objetivo pienso que la motivada la traían ya de casa y no tuvo tanto que ver con lo que sucedió esas dos horas como con toda la historia personal compartida con el grupo durante los años anteriores.
Valo cantó razonablemente bien; Tuvo algunos patinazos, pero en general se puede decir que el que tuvo retuvo. Tiene una voz preciosa, llena de matices, con mucho registro y muy expresiva, no eché en falta nada, sólo que durante todo el concierto, por su lenguaje corporal y por su interpretación tuve la sensación de que estaba cantando “a asegurar”, con poco rock and roll, como si estuviese guardando voz para el concierto siguiente, como si tuviese una mesita con una infusión de menta poleo al lado y estuviésemos en un teatro asistiendo a un ensayo general y todo encajase en su sitio pero faltase ese extra de “dejarse la piel”. Como cuando el cantante de tu banda te dice que ha pillado anginas y que va a marcar las partes durante el ensayo, pero que no puede forzar mucho para no hacerse daño.
Sin embargo, tampoco pienso que fuese falta de implicación, le vi correcto, simpático, atento a la gente, bromeando, parando el concierto en un par de ocasiones para solucionar una bronca en la primera fila, o para aclarar que le habían derramado agua encima pero que no pasaba nada. Le vi muy educado, pidiendo una toalla y limpiando el mismo el escenario, dando las gracias al pipa… No en plan megaestrella deslumbrada por su propio brillo, si no en plan tipo corriente dando un buen concierto, pero eso, sin excesivo brillo. Tuvo para mi dos momentos álgidos, un grito en la parte central de “It’s All Tears” y todo el “Rebel Yell”, la gente se puso muy efusiva y en esos dos momentos me di cuenta de que así de encendido debería haber estado todo durante las dos horas que estuvieron arriba. Dicen los que les han visto en más ocasiones que nunca ha sido un tipo de moverse mucho, pero por los vídeos que he podido ver la diferencia ha sido notable, es una gira de despedida y a lo mejor están ya pensando en otra cosa.
El sonido fue bastante bola, y por lo que leo les ha pasado también en los otros conciertos en España. Mucho grave. Más nitido cuanto más te alejabas, eso es cierto. Instrumentalmente todo correcto, aunque hicieron una improvisación en Wicked Game que se me quedó bastante ramplona, cuando debería haber sido un momento de lucimiento de los músicos, según interpreté.
Los puntos de más energia vinieron provocados a golpe de single. Te sueltan un “Right Here in my Arms” y ¿Qué vas a hacer? Cuando una canción es buena, cuando la gente la siente como suya, cuando tiene muchas ganas de escucharla en directo y al fin suena es una catarsis difícil de parar. Tuvieron unos cuantos momentazos, claro, y me gustó estar allí para vivirlos. Mi tema favorito de toda la velada tal vez fuese el “Gone with the Sin”. HIM han formado parte también de mi historia personal y ha estado bien poderles ver de tan cerca. Gracias por venir, gracias por traerlos. No se me puso la carne de gallina, es cierto, pero fue una noche agradable y la guardaremos con cariño en el recuerdo.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.