Tremendos: Salamandra se toman las cosas con calma y hacía muchos años que no les veíamos en directo, pero nos alegró encontrarles en tan buena forma como siempre. Vaya conciertazo.
¿Cuanto puede hacer? Tal vez seis años desde que les vimos por última vez en el Festival Katiusca. Un concierto muy especial aquel, despues de un dia de intensas lluvias y mucho trabajo por parte del equipo de sonido, ver a Salamandra fue como un regalo y una celebración de que al final, pese a todo, las cosas habían salido bien. Sin embargo ese concierto fue un punto y aparte demasiado largo, Raul sufrió problemas de voz y las sucesivas paternidades de los miembros del grupo consiguieron que tanto la grabación de su segundo disco se fuesen posponiendo durante este último lustro. Finalmente, vencedores momentaneamente del pulso que les están echando la vida y las responsabilidades, han conseguido regresar y presentar Reflejo.
Recuerdo que en aquella ocasión escribí algo así como que es una pasada poder contar con la amistad de gente a la que admiras tanto como a muchos grupos internacionales de los que seguimos, o más bien, que estamos agradecidos de habernos dado cuenta de que el hecho de ser cercanos no le resta nada de calidad a la música que hacen y que es una gozada poder comentar de tú a tú las composiciones con alguien que hace una música de tan alto nivel. Ayer volví a tener esa sensación varias veces en el concierto. La sensación de estar viendo algo muy grande, de mucho nivel, como si tuvieses la oportunidad de asistir a una fiesta privada y ver en petit comité la presentación del disco de cualquiera de los grupos por los que normalmente nos tiramos de los pelos.
El concierto se nos hizo corto claro. Es posible que tocasen media docena de canciones, pero algunas superaban el cuarto de hora. Me faltaron algunas de las viejas, pero hay que tener en cuenta, que para ellos, las que forman el disco que acaban de presentar, así que es normal que hayan desechado temas como Te Acordarás, o Mano en Blanco (que tan pocas o ninguna vez hemos tenido la oportunidad de ver en directo), para incluir material más moderno. Sobre la ejecución yo diría que fue bastante impecable, claro que ellos te dirían que hubo algunas gambillas, pero nada destacable para cualquiera que no sea un músico paranoide 😀 El sonido también fue muy bueno, gracias a la atenta colaboración de Javi del grupo Banshee que iba corrigiendoles los volumenes sobre la marcha. Lo único “malo” es que falló el público. Dicen que si el Carmen y que-se-yo pero lo cierto es que en Cantabria hay pocos aficionados a la música y por regla de tres directa, muchos menos al progresivo, de hecho, en esta misma web, Reflejo lleva propuesto como disco de la semana casi un mes y no termina de salir.
Espero que a Salamandra aun le queden muchas historias que contar. Les respetaremos el lento ritmo, a condición de que, aunque sea con cuenta gotas, nos sigan dando de vez en cuando alegrias como las que nos da su último disco y como la que nos dieron anoche en el Arena.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.