VERANO EN CANTABRIA: Aunque no hemos podido asisitir personalmente a esta segunda edición del Santander Festival, gracias a Cantabria Oculta y a nuestra colaboradora Arantxa Cobo podemos contarte lo sucedido en uno de los festivales más importantes de la cornisa cantábrica.
Tras hacer buen acopio de energías para acometer con ganas el primer día, el inaugural del Santander Summer Festival 2006 (en adelante SSF), nos acercamos, casi asustados por la puntualidad (uno pierde la costumbre en todo) hacia el recién estrenado recinto, y a la carpa que acogió este año al escenario pequeño, el Summer Stage.
Vemos Standard, dispuestos a animar a todo el mundo, a una hora tan peligrosa como las 6 y pico de la tarde de un jueves, cuando la llegada de gente es continua, y no todo el mundo se mueve de la tienda para ver a un grupo que puede que no conozcan de nada. Pero la verdad que los chicos valen la pena. A los cuatro gatos que estábamos allí nos arrancaron un bailecito, que ya es difícil a estas horas. La referencia que rondaba mi cabeza con éste grupo sería Happy Mondays, aparte de los omnipresentes Joy division, que fueron la norma en este festival. Parece que el malogrado Ian Curtis proyecta una sombra alargada aún ahora, cuando ya creíamos desaparecidos a la mayor parte de grupos herederos de este movimiento. Nos saltamos a Edwin Moses, que tampoco desde la zona de acampada me llamaron mucho la atención, demasiado tranquilo para lo que necesitaba en ese momento.
Comienzan ya a las 8 y media Envelopes, un grupo sueco que si bien tenían algún tema resultón, me acabaron hartando por pertenecer a la horda post rock que no aporta nada nuevo, y, como dice una amiga mía, encima, hacen “ la la laaas” . para mi gustó, un directo correcto, pero les faltó el gancho, la energía, algo más de degenere rockandrollero. Me aburrieron soberanamente.
Y por fin, llegaba lo bueno de la noche. Infadels venían para sorprender, y enganchar, como hicieron desde el primer momento. El comentario generalizado era “¿eh, ¿te acuerdas de The Faint, el año pasado?”. Electro punk que estuvo a puntito de acabar con el escenario tales eran las ganas que le ponían al directo. Y es que no paraban, como el público. La gran sorpresa, a día de hoy, del festival. Muy recomendables.
Y el cierre por parte de los grupos, del el jueves, fue asunto de Marlango. Concierto que no sonó muy bien, y, exceptuando la “turgente” presencia de Leonor Watling, no aportó demasiado.
De hecho, creo un tremendo error haberlos colocado a esta hora. Quizá tras Envelopes hubieran tenido su sitio, porque, con una carpa ya medio llena, lo que hicieron fue cortar el rollo. Sus sonidos tranquilos tienen más cabida quizá en otro ambiente, pero a ésta hora, en un festival, está claro que no. Lo que pasó en las carpas de Djs se escapa a mi conocimiento, pues no las pisé en tres días.
Viernes con sabor a Sábado. Abrimos la tarde prontísimo, y con Nosoträsh, a las 16.30, y con el opio de las masas, que debería ser algo prohibido en estas situaciones. Tan triste como la falta de respeto a un grupo que desde donde estaba podía ver a la gente que estaba tirada en el suelo frente a la pantalla gigante. Y es que en éstos casos se nos olvida a que venimos a un festival a ver a los grupos. Suerte que el buen humor de éstas chicas (y chico) salvó la situación, y, al menos, tuvieron buen sonido, buen repertorio y buena actitud. Un concierto redondo en el que dieron buena cuenta de su último trabajo, y recordaron algunas joyas perdidas, saltándose el single que las hizo famosas, y que, ciertamente, igual que ellas, ya no vemos su sitio entre los nuevos temas más maduros, introspectivos e intimistas.
Seguidamente nos acercamos al escenario principal a ver a Sexy sadie, grupo que ha estado un tiempo retirado de los escenarios, y que hace bastantes años que no tenemos el placer de ver por aquí. La verdad que me pareció un concierto con muy buen sonido, y ganas por parte del grupo los viejos a los que nos ha pillado un break en medio, los nuevos que aún no han buceado en toda su discografía. De todas maneras, un concierto enérgico, y certero, en el que se empezaba a sentir el ambiente festivalero.
Seguirían en el escenario Summer los djs Digitalism, a quienes no tuve el gusto de ver. Y por lo que oí de lejos, la verdad, que no me entusiasmó, así que una espina que me quito. Y aprovechando la coyuntura me presenté en la rueda de prensa de Him, en la que tuve ocasión de hacerles unas preguntas, y a la vez, escuchar las traducciones, más o menos en el sentido que le daba la gana al traductor (es algo que me irrita mucho, estar media hora escuchando al grupo decir algo, y que el traductor te diga, pues han dicho “que si, que muy bien”)
Bueno, yo les pregunté por el futuro de la banda, debido a las trayectorias que toman su batería Mika con el grupo extremo “To separate the flesh from the bones”, y Daniel Lioneye por parte de varios miembros del grupo, a lo que me contestaron que bueno, eso les sirve para tomar distancia cn las composiciones del grupo, no aburrirse, y básicamente, tener ganas de seguir adelante con su grupo principal Him.
Les pregunté también por cuál sería su próximo material, si pretendían grabar un directo, quizá, a lo que, – alegraos, fans- me contestaron que tienen preparado un DVD en directo para Navidad (cosas del sello). Luego siguieron las típicas preguntas, de qué les parecía tocar en un festival más tirando a Indie, cuando parecen encajar mejor en una escena rock, metal, a lo que nos dijeron que no, que quizá eso era impresión nuestra, pero están acostumbrados a tocar en todo tipo de lugares. Manifestaron su interés por ver a Editors, y a Primal Scream, y, al ser preguntados (esa no era yo) por la reciente victoria de Lordi, en eurovisión, si ven peligrar su trono metálico, respondieron previsiblemente, es decir, que son amigos, y todo eso. Al ser preguntados otra vez, si veían peligrar su trono por la competencia española, como eran Las Ketchup, rieron, titubearon, y manifestaron su negativa. ( creo que fue aquí donde hicieron un chiste que el traductor tradujo tal que “los fineses tienen un sentido del humor patético”. Al ser preguntados por sus preferencias musicales individuales, la verdad es que no recuerdo si todos hablaron, pero Valo dijo que Black Sabbath y las ketchup.
Empezaban Editors, y, respetando las ganas del grupo de verlo y tras tomar parte en el momento groupie, nos fuimos de allí, mas contentos que unas castañuelas, foto y firma incluídas, y púa por deferencia de un colega.
Y menos mal que nos fuimos, porque el, para mi, grupo estrella del festival, el gran descubrimiento, fueron los aplastantes Editors. Ian Curtis estaba vivo y materializado en la garganta del cantante de éste grupo. La pregunta era si cuando se dio cuenta de que había un grupo, un cantante se parecía a la suya decidió imitarle, o fue al revés, ¡o cómo! Da igual la fórmula, el resultado es tremendo. Elegante afterpunk renovado, potente, contundente, por los cuatro costados. Bienvenido el indie revivalista, si es así!
DE Asian Dub Foundation Soundsystem pasamos alegremente, pues servidora ha tenido la ocasión de verlos unas 4 o 5 veces, con su formación original, y digamos que me aburren soberanamente, y me parecen una banda tremendamente sobrevalorada.
Con lo cual pasamos directamente a The Charlatans, esa confirmación de última hora que suponíamos más grande, y actual, pero que bueno, no estuvo mal. Buen sonido, correctos, animaron a ala gente, pero, no se, a éste festival le seguía faltando un detonante que ésta noche iban a ser Primal Scream, mal que nos pese.
The Charlatans engancharon moderadamente. Al igual que HIM, que llevaban un precioso escenario, y una horda de fans que llevaba esperando desde las 4 y media de la tarde sin moverse de primeras filas, pero ni eso pudo obrar el milagro.
Algo en las ganas, pese a que el grupo lo intentó, algo en el sonido, que fue casi vergonzoso para una banda de estas carácterísticas, y que suele pecar de lo contrario, buen sonido, y ser ellos los culpables completamente del mal resultado de los directos. Ese fue el fallo generalizado del festival, algo de lo que la organización no tiene en absoluto la culpa.
Se sentía como si todos y cada uno de los grupos, estuviesen convencidos de estar en un festival poco importante, y no dieran todo de si mismos, al menos los grupos que hemos visto hasta ahora. Y Primal Scream, que no iban por mal camino, no lograron arreglarlo. Un buen sonido, una buena actitud, eran la salvación de esta noche, unos de los grandes en su vuelta al rock, violentos y sorprendentes, chulescos hasta en sus últimas consecuencias, cuando gritaron ”libertad al pueblo vasco”, como en la que dio fin al concierto, un tremendo mutis por el foro por parte del divo Gillespie, a consecuencia de un botellinazo. Como Smashing pumpkins en sus últimos directos. Vergonzantes, vaya. Empañando toda la buena impresión que nos podía quedar de un directo que prometía, pero en fin…La noche continuaría en las carpas, que ya llevaban un buen rato funcionando, con la representación cántabra, Patrullero, SpongeBob, Jacobo Sánchez.
El sábado comenzaba con aires de domingo para los que llevábamos allí varios días, y con bienvenida al único grupo cántabro participante este año en ésta edición. Lazy, formación Pop con sabor anglosajón deudora de los beatles, y de los sonidos de los 90 provenientes del mismo lugar, como Radiohead, placebo, Suede, etc.
Sonaron correctos, presentándonos nuevos temas. Con un sonido que al menos les hizo justicia, lo que no suele pasar en éstos festivales con grupos aún no consolidados, lo que fue una suerte. Poco a poco se fue acercando gente a verlos, pero es lo que tienen éstas horas tan tempranas, que la gente aún la está durmiendo. Nuestra enhorabuena a los cántabros, y ¡suerte!
Seguirían Delorean, sorprendente formación vasca, que mezcla el rock and roll garajero con sonidos post punk, y con electrónica. Muy muy interesantes, quizá algo chirriantes por el timbre de voz del cantante, cuando menos atípico, pero contundentes, divertidos y cañeros. Otro desubrimiento.
HushPuppies seguirían en el escenario Summer. Puesta en escena deudora del movimiento mod más eufórico, tuvieron un sonido genial, y pusieron al público de su parte con un directo impecable, magnético, ecléctico. Impecables.
Y la fiesta y el moderneo más descarado se abría paso en el escenario principal a través de Cycle, el grupo revelación español del pasado año. Petardeo y provocación a partes iguales para el grupo que hizo, definitivamente, bailar a todos los presentes, que cada vez eran más, por cierto. Muy sensuales, y déspotas, casi autómatas, desgranaron los temas del Weak on the rocks.
Electro, techno, pop, punk. Todo para pasárselo en grande, y sin olvidarse de mirar al escenario, por si la China te señala con uno de sus dedos enguantados.
De Stereo Mcs, pasé sinceramente, porque me acababa de calar, estaba mojada, tenía frío, hambre, se4d, y no me gustaban una mierda. Los entendidos dicen que sonaron muy bien, y tal, peor yo sólo veía una carpa en la que refugiarme de la maldita lluvia que había aparecido, al menos el último día (Bendita ciudad). Alguno que otro lo flipaba mucho bailando bajo la lluvia en un lugar en el que no se pasaba de 16 grados, sin camiseta (suicidas!!)
Lo que quedaba de noche, lo vi desde la calle, y la verdad que no me arrepiento, viendo la de gente que había dentro.
Black eyed peas, fueron, muy a muy pesar, creo que lo mejor del festival. Enganchando al público desde el primer estribillo, e interactuando con él, a cada momento, la verdad que consiguieron hacer botar a toda la gente que había por allí. Cayeron numerosas bases de canciones conocidas, con lo cual se trata de victorias sobre terrenos ya trillados, pero en general, animaron como nadie en todo el festival supo hacerlo.
Y luego vendrían Pet Shop Boys, que disfrutaron de un sonido aplastante, limpio, un escenario precioso, pero que se quedaba muy vacío. Suerte que llevaban un juego de luces que resultó muy trabajado, e impresionante. Pero yo ya no me quedé a acabarlo de ver.
Siento haberme perdido a The prodigy, que era uno de los grupos que tenía muchas ganas de ver, pero enterándome de que empezaron con casi una hora de retraso, a las 2 de la mañana, casi me alegro. Por lo visto, dieron un espectáculo digno de ver, muy muy enérgico, y que resultó ser lo mejor del festival, pero a mi ya no me llegaban las fuerzas para verlos.
En definitiva, un festival con muy buenas intenciones, y resultados mediocres. Me refiero a algo que resulta ser culpa de los grupos, exclusivamente. Entiendo que ésto no es un Benicassim, aún queda largo camino ara eso. Pero hay un problema cuando los grupos salen tan desganados a tocar la situación la salva la calidad y buen hacer de los locales, o los menos famosos. La afluencia de público, según la organización, bien, pero a mi me pareció que el viernes se notó algo escaso. Quizá los exámenes, quizá el cartel… la cuestión es que poquita gente, en comparativa con el sábado, que fue aplastante la gente que se acercó a ver a no se sabe muy bien a quién, debido a la mezcolanza de grupos, y de gente de diferentes estilos.
En cuanto a condiciones generales del festival, se nota que ha crecido en medios. Pareció más grande, mejor. Había más servicios, más limpieza, menos colas, más espacio, pero echamos de menos más servicios en las zonas de acampada, y el hecho de haber desinfectado con zotal, por lo menos, el Summer Stage tras el viernes. Era doloroso estar allí, pero eso ya era culpa de la gente. Lo que mas eché en falta, ya a título personal, era que no había un madito sitio donde sentarse. Si querías descansar, al suelo o a la acampada. El año pasado había un montículo, que, si bien no era muy extenso, ayudaba bastante, a tomar aliento son acabar rebozado en tierra arenosa.
En definitiva, ha estado bien, pero quizá la culpa de que hubiera podido estar mucho mejor, ha sido enteramente de los grupos.
Crónica por Arantxa Cobo, fotos por Arantxa Cobo.