Son las fiestas de mi barrio! Mi barrio de acogida en realidad, a donde me mudé cuando tenía nueve años desde Campuzano. De cualquier manera, el barrio donde crecí y pasé a la adolescencia. Se celebran en el Parking de la Carmencita. El Mortuorio. Antes ahí había una casa en ruinas que llamábamos la Casa Munster, y justo al lado ensayaba La Burla, hasta que uno de mis vecinos les tiró un adoquín por la ventana. Me hace mucha ilusión escuchar un concierto ahí mismo. Música gana a Piedra.
Por la tarde ha habido hinchables y una fiesta Holi, hay una churrería y un puesto de perritos calientes. Hecho en falta una barra donde tomar unos kalis. Amenaza lluvia, nos quedamos unos pocos resistiendo porque en breve va a cantar Sara Sua. A mi me ha pillado de sorpresa. Iba a visitar a mi madre y me he encontrado con el percal, pero me quedo.
Miro a un lado. Hoy la concejala se acuerda de que la música en directo existe. Hace nada andaba diciendo que nuestros locales de ensayo eran un cortijo para el botellón y hoy viene a pasar la mano? Judas. Música gana a tijera.
Sara me cuenta que ha estado toda la semana con disfonía y han estado a punto de suspender. Saca pecho y tira de oficio. Sara canta mejor en el peor de sus días que la mayoría en un día bueno.
Se suben al templete y nos regalan una hora de repertorio muy amable, pero elegido con muy buen gusto. Ben E. King, Police, Shania Twain, Ami Winehouse John Lennon, Police, Frank Sinatra… también Luz Casal, Los Secretos y Antonio Flores. Como ellos mismos reconocían un poco Kiss FM, pero de cualquier manera, demostrando que en el repertorio popular hay millones de temazos sin tener que recurrir a la música chabacana para animar una fiesta. Sabiendo de la historia metalera de Jesus (Brigantia, Encolera…) me faltó algun guiño heavy, Watching Over Me, The Bard’s Song, A Tale Wasn’t Right… yo-que-se, animaos.
Unos Sandwiches en el Loren’s y ya tenemos el viernes hecho. Me acuesto con una sonrisa. Un parking ya no es sólo un parking cuando se ha llenado una vez de buena música, me voy a acordar cada vez que deje ahí el coche, y dar vueltas será un poco mejor. Cómo se puede hacer tanto con tan poco. Gracias Sara, gracias Jesús… gracias a quién sea que se acordó de ellos para hacernos pasar tan buen rato.
Fotos Oskar y Sintra Sánchez