La expectación ante el nuevo disco de Toundra era máxima y, por qué no decirlo, el miedo también. Digo esto porque en los últimos tiempos el grupo ha vivido grandes cambios como la salida de su guitarrista, Víctor, la llegada de Macón (guitarrista de Adrift y El Páramo) o el fichaje por Superball Music, una filial de la gigantesca Century Media.
Ante este panorama surgían muchas preguntas: ¿Iba Toundra a dejar de ser lo que era? ¿Se iba a ver afectado su sonido por el cambio de guitarrista? ¿Tendría algún tipo de imposición por parte del sello? Afortunadamente, y viéndolo con la perspectiva que puedan dar un par de meses, puedo decir que la respuesta a estas preguntas es un rotundo “no”.
Podemos tomar IV como un resumen muy equilibrado de la carrera de Toundra. Han cogido la faceta tribal de II, la dureza de III, lo han mezclado y lo han pasado por el tamiz del rock progresivo de los años 70. Los desarrollos de IV están más cuidados y van menos al grano que en sus anteriores trabajos. Además, mantienen sus señas de identidad como los temas orquestados o las estructuras de los temas en constante cambio. Toundra no entiende de estribillos ni de estrofas, lo suyo son los viajes sin mapa.
Otra de las señales de que Toundra va a seguir dando muchas alegrías es que en su cuarto disco hayan firmado alguno de los mejores temas de su carrera como son “Kitsune” (y su maravilloso crescendo final que recuerda a sus temas más tribales como “Tchod” o “Voland”) u “Oro Rojo”. Esto habla de un grupo que no tiene como meta el acomodamiento y que busca dar un paso más allá en su carrera.
Desde el primer ritmo de batería en “Strelka” pasando por el largo desarrollo de “Qarqom”, la inquietante “Lluvia”, la floral “Viesca”, hasta el épico final de “Oro Rojo”, IV se postula como un imprescindible dentro de la discografía de Toundra. Y ese precisamente es el problema con este grupo, que cada disco que sacan se convierte en un imprescindible. Van cuatro de cuatro, y creciendo también a pasos agigantados a nivel de público, giras y discográfica… Iba a decir lo típico de que si no se tuerce la cosa, en unos años pueden convertirse en unos referentes tanto fuera como dentro de nuestras fornteras pero…. ¿Es que acaso no lo son ya?
Comentario por Dubarmar
Fotografía por TOUNDRA