Concierto en el conservatorio: Parece mentira la de aficionados a la música que no habíamos estado nunca en el conservatorio Jesús de Monasterio, buena idea, nos parece lo de abrir las puertas a nuevos estilos y que la sala de audiciones acoja conciertos como el de esta noche.
Hacía ya unos cuantos meses que no veíamos en directo a Soul Gestapo y la incorporación de Iñaki (Los Deltonos) a la batería convirtió el evento en una noche especial, lo suficiente como para llevarnos hasta Santander a disfrutar de nuevo de su música.
Es curioso, pero el conservatorio tiene fama de bastante hermético y distante, y es una pena, porque un lugar lleno de músicos pienso yo que debería de programar conciertos a diario. No me refiero exclusivamente a conciertos de Rock, como el de hoy, si no a conciertos en general. La sala de audiciones es cojonuda para escuchar música, y aunque el ambiente no sea el habitual para ciertos estilos, creo que podría ser un lugar con mucho mayor uso que el que actualmente tiene. Es una pena también que no se de más difusión a todos los actos que allí se organicen, porque estoy seguro de que debe haber programaciones interesantes, y casi nunca nos enteramos.
Bueno, pues a lo que vamos… Allí nos plantamos a eso de las ocho de la tarde, con la intención de ver un par de proyecciones previas, dirigidas por Tav Falco, que en teoría se iban a poner. Parece que hubo algún tipo de problema con el proyector y finalmente no se pasaron hasta despues de los conciertos, una pena, porque como digo teníamos intención de verlas y luego ya nos pareció demasiado tarde como para quedarnos. Así pues unas dos horas (muertas) despues si que comenzó el concierto de los Gestapo.
El sonido, impecable, la sala está perfectamente acondicionada para ello. Iñaky increible, parece mentira que se haya incorporado hace escasas semanas a la banda. El concierto en general venciendo la barrera fria del lugar, osea, pese a las circustancias, bastante cálido. Fue cortito, pero Soul Gestapo se lo hicieron bien, son sin duda una de las mejores bandas de por aquí, tanto en disco como en directo. Estrenaron alguna canción, si no me equivoco un par de ellas, si no bajan el pistón en cuanto a regularidad, supongo que ya deben tener en mente un tercer trabajo y por lo que pudimos intuir con las nuevas canciones, no le va a ir a la zaga de los anteriores.
De Tav Falco no sabía prácticamente nada hasta anteayer, así que de nuevo, habrá que dar de nuevo Iraultza A.K.A. elevador, por educarnos en estos estilos, son unos cuantos buenos buenos conciertos los que les debemos ya, y poco a poco vamos cogiendo la confianza de ir a ciegas a ver algunas de las citas que nos proponen, porque hasta ahora no defraudan.
El concierto de Tav lo calificaría de peculiar. Al parecer, Panther Burns se formó a finales de los setenta, ya casi en los ochenta de hecho, y desde entonces se ha convertido en una especie de artista de culto. Y la verdad es que no me extraña, porque durante toda su actuación no pude quitarme de la cabeza la imagen de un destartalado bar de carretera, con neones parpadeantes, en el que Tav y los suyos actuasen cada noche de viernes. Todo muy b. Tav es una especie de Willy DeVille con resaca, o un cruce entre Chris Isaac y Gary Glitter, o tal vez la versión Country-Rock del Tom Jones de Mars Attacks… un tipo peculiar.
Se mueven con relativa facilidad desde un rock limpio, casi country o rockabilly en algunos momentos hasta el Cha Cha Cha o el Tango americanizado. De hecho, el concierto tuvo algunas sorpresas casi rozando lo bizarro, como una versión de la mítica samba Brasil, o una peculiar adaptación del Choclo con numero de Tango bailado por el propio Tav y una chica que se había traido específicamente para ello. En contraste, atacaron otros clásicos como un Tobacco Road ralentizado y algo fatalista. Tuvieron momentos muy brillantes, con bastante energia sobre todo en los temas más cortos y concretos. Por otro lado, hubo algunas traquillas de Tav como guitarrista, (Bien en la rítmica, muy flojo como solista), la banda por contra bastante bien en general, sólidos y en su sitio. Llamaba la atención Giovanna Pizzorno en la batería, con algunos recursos sencillos pero originales (tocando con las manos o con dos baquetas en cada una).
Tav no pareció acabar de estar cómodo en ningún momento, parecía un poco malhumorado con los músicos, y dio constantes instrucciones sobre los monitores al equipo técnico. Por otro lado fue curioso, que cuando terminó el concierto y todo el mundo ya se marchaba volvieron a apagar las luces y tocar un par de temas más, diciendo algo así como “ante vuestras continuas peticiones… “. Pues eso, un tipo peculiar…
El ciclo de conciertos en Jesús de Monasterio, continua con Javier Colis y las Malas Lenguas, Harlan T Bobo y Howe Gelb, (Consultar Agenda), esperamos y deseamos sinceramente que sea un completo éxito y que propuestas de este tipo, que acerquen a la gente al conservatorio y al conservatorio a la gente se puedan repetir con mucha más asiduidad.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.