De gotiqueo por Madrid: Por primera vez en España un festival gótico se propone alcanzar la altura de los que desde hace años se vienen ofreciendo en otros países como Alemania, Polonia o Francia.
Hace algo así como tres meses alguien me habló de un festival que iba a tener lugar en Madrid. Cuando me contaron el cartel propuesto me quedé alucinado y pensé que si me hubiese tocado organizar algún festival de este estilo hubiese sido bastante similar. Inmediatamente nos hicimos con un par de entradas para poder estar allí y vivir en directo lo que esperamos sea el primer episodio de una larga serie.
Los días previos al festival fueron un mar de rumores que nos hicieron dudar un poco, hacía ya unos meses que Trobar de Morte habían anunciado que no actuarían, pero ahora se sumaba la cancelación de Der Blaue Reiter y también la de Colony 5, aunque estos finalmente aclararían que su cancelación se había producido por un malentendido bancario y estuvieron en el festival. Había quien auguraba más suspensiones, pero al fin y al cabo ya teníamos las entradas, y lo peor que podía pasar era que nos pasásemos un fin de semana conociendo los garitos góticos de Madrid, y tampoco era un mal plan, así que allí nos plantamos.
Tras salir de trabajar nos tocaron un montón de horas en coche y sufrir todas las obras posibles a la altura de Burgos, finalmente nos plantamos en la Penélope, y aunque tuvimos la suerte de aparcar en la primera y a la puerta de la sala, era inevitable perderse todo el inicio del festival, porque empezaba a las cuatro de la tarde.
Así que llegamos justo a tiempo para escuchar a Charly gritar el último “Cabeza Borradora” mientras se revolcaba por el suelo junto a Nando y Hugo de Carniceros del Norte. Una lástima, porque visto el conciertazo que se marcaron hace ya un par de años en la Arena de Torrelavega, me hubiese gustado verles en este ambiente.
Nos habíamos perdido ya a Love in Cage, Date at Midnight y Zeitgeistzero. Así que aprovecho para hacer un llamamiento a los que lean esta reseña y puedan aportar o contrastar información. Si queréis opinar tenéis debajo un link que os llevará a nuestro foro, donde estaremos encantados de compartir otros puntos de vista sobre el festival. De momento os puedo decir que nuestro “Cicerone” Kike se compró el cd de Date at Midnight y me les recomendó encarecidamente, así que habrá que echarles un ojo.
El primer concierto que vimos el viernes fue el de Ahráyeph, Por lo que he podido enterarme en el Myspace, es el proyecto en solitario de un tal Raf, desde Bélgica, aunque, al parecer, con bastante influencia e inspiración de la cultura de los indios americanos (plumas, no puntos). Si ha formado parte de otras bandas anteriores la verdad es que lo desconozco. En directo llevaba otro guitarrista y bajos y batería pregrabados, y la verdad es que creo que ese fue el principal handicap. En esta escena es bastante habitual ver formaciones distintas de las habituales, o gente que se hace un proyecto y lo saca adelante con lo que tiene, y creo que es muy defendible, porque así un grupo no tiene que depender de “lo que tiene” si no más bien de “lo que quiere hacer”. Lo que sucede es que Ahráyeph hacen una música bastante ambiental, con algunos ramalazos doom e incluso alguna parte más progresiva (algo así como la interpretación del sonido Floyd por parte de Anathema), y las guitarras a veces dejaban bastantes espacios a una base rítmica que no estaba allí. Cuando la base rítmica es más machacona, bien electro, o bien la típica caja de ritmos afterpunk, yo no la suelo echar de menos, pero en el caso de Ahráyeph si que eché de menos ver a los músicos en escena. Por lo demás, y por lo que me ha dado tiempo a escuchar grabado, son un grupo muy interesante y con muchos matices, que seguramente funcionan mejor para escuchar en la tranquilidad de tu casa.
Tras ellos le tocaba el turno al proyecto en paralelo de Damiano Rossetti de Opera Glasses. Se trata de un proyecto tributo a The Cure, que tuvo, por desgracia, un paso bastante accidentado por el Spain Gothic Fest. Al parecer en el aeropuerto de Roma les mangaron un disco duro que utilizan en la actuación, así que no se por que extraña razón informática, las bases programadas se trababan todo el rato y tuvieron que abortar misión. Lo que pudimos ver parecía interesante, sobre todo en cuanto a que la voz de Damiano clava a la de Robert Smith.
Aunque parecía que la jornada del viernes estaba un poco torcida para nosotros enseguida le tocaba el turno a Qntal, una de las principales razones que nos movió enseguida a pillar las anticipadas. Para quien no les conozca, tal y como ellos mismos explicaron, son un grupo bastante pionero de la dark wave alemana, y tal vez una de las mejores cosas que se puede decir sobre ellos es que son muy personales y tienen una mezcla única de elementos dark folk y electro. El concierto fue genial, y convenció incluso a los que no son muy afines al estilo, el único pero es que las guitarras y el stick de Michael Popp estuvieron sonorizadas bastante abajo, incluso llegando en algunos momentos a ser inexistentes. Por lo demás, en lo que a Qntal se refiere, no consiguieron más que ponernos los dientes largos y desear que pronto vuelvan a visitarnos, de hecho, no quiero crear falsas esperanzas, pero se de buena tinta que hay gente trabajando en ello. Ojalá sea pronto. Me traje de recuerdo un DVD en directo, aun no me ha dado tiempo a echarle un ojo, pero en cuanto lo haga ya os comentaré en el programa.
Tras el fin del concierto nos marchamos a la afterparty de la sala 666, donde disfrutamos un rato de la pinchada de Jorge de Rara Avis y Mariano (Dj Residente), aunque no nos quedamos hasta muy tarde, porque al dia siguiente casi había que madrugar si no quería uno perderse el inicio del festival.
A pesar de ello, y pese a que hicimos lo imposible por llegar desde el principio, nos acabamos perdiendo a la primera banda. Nos alojábamos en casa de un colega en Ciempozuelos, y el proceso levantarnos-ducha-comida-tren-carajillo nos llevó algo más de tiempo del que esperábamos, así que entrabamos por Penélope a las 16:30, justo para el inicio de Madre del Vizio y habiéndonos perdido la actuación de undercover, una banda de Valencia que venía a sustituir a Der Blaue Reiter, y de la que no se mucho más, porque como digo, nos les perdimos.
Nuestro amigo Kike (exparalitikos, ahora en She Lies) y Nando Fausto (Carniceros), habían visto a Madre del Vizio en directo en alguna ocasión e insistieron en que no debíamos perdérnoslos. Tenían razón. Carniceros aparte era el momento más punk de todo el festi y se montó una buena. Su cantante demostró además ser uno de los tipos con más energía, tanto en el escenario como fiesteando con la gente en el postconcierto. Me uno a la recomendación de los dos mencionados, si pasan cerca otra vez, no te les pierdas. Disfruté especialmente del momento Dr Phibes con la que en tantas sesiones de Cantabria Oculta y fiestas Goethia nos ha deleitado el Kike. El domingo aproveché para mangarle la peli de su estantería y verla de una maldita vez.
Tras el lio de sí-tocan/no-tocan Colony 5 eran muy esperados por la parte del público más afín al electro, que por cierto, marcaba la pauta en el cartel del sábado. Su sonido es un Synth Pop bastante comercial, que recuerda a la parte más amable de Depeche Mode, pero también está muy bien hecho y tienen algunos temazos, así que el concierto funcionó muy bien. No habían traido merchandising, pero tuve la suerte de encontrar su lifeline en el puesto de Coolrecordstore, así que os puedo asegurar que al menos, Trust You sonará en el NDR de este martes, que dedicaremos, casi por completo a comentar los entresijos del festi.
Tenía muchas ganas de ver a Angels and Agony, así que aunque salimos a darnos un garbeo a la taberna mejicana de enfrente, me aseguré de estar en las primeras filas para el inicio de su concierto. Van en la misma onda que Colony 5 aunque en esta ocasión las bases puede que sean un pelín más hacia el EBM, ellos se definen como “Future Pop”, aunque a mí me parece que la raíz de su música es bastante ochentera como para considerarlo “future”. El grupo lo forman cuatro individuos, frente a los dos de Colony, lo que ayuda a que el concierto sea más dinámico. Se lo hicieron bastante bien, y aunque su música también es bastante comercial y no satisfizo mucho a la vieja escuela yo pasé un buen rato viéndoles. Como “pero” a nivel técnico, reseñar que la parte derecha de la P.A. falló durante un buen rato durante este concierto, lo que nos dejó una incómoda sensación que por suerte se arregló a tiempo para la llegada de los siguientes.
Ya en la recta final del festi, le tocaba el turno a Merciful Nuns, el nuevo proyecto de Artaud Seth, quien fuese cantante de Garden of Delight hasta su despedida en 2008. De hecho Merciful Nuns se han dado a conocer en la publicidad previa como los únicos legítimos sucesores de Garden of Delight, y es bien cierto que mantienen parte de la esencia de su anterior grupo, tal vez porque Jawa y Jón también forman parte de este nuevo grupo. En mi círculo cercano eran muchos los que coincidían en que este había sido el mejor concierto de todo el festival. La presencia y el liderazgo de Artaud son indiscutibles y tuvieron además uno de los sonidos más nítidos de todo el festival.
Lacrimas Profundere nunca me llamaron demasiado la atención, a pesar de la insistencia de Klara (El Corazón de las Tinieblas), que pinchó hasta la extenuación los temas de sus primeros discos en NDR. Son uno de esos grupos en la onda H.I.M. (Generalizando, y sin entrar en detalles), de los que salieron un millón a mediados de los noventa. Sin embargo, me alegré de encontrármeles en el cartel, porque dieron un buen respiro rockero, con unos guitarrazos y batería muy potente. Eso si, me sorprendió mogollón ver que llevaban los bajos secuenciados. Como ya he dicho al principio estas cosas son habituales en esta escena, pero en un sonido como el de Lacrimas me pegaba más la formación rock clásica. Dieron un concierto potente y con mucha actitud, no son un grupo de muchas sorpresas en cuanto a composición, pero lo que hacen lo hacen muy bien y animaron a la gente más afín a estos sonidos.
Y por fin Diary of Dreams, de los que entré siendo un aficionado y salí siendo un fan, aunque en realidad íbamos un poco predispuestos, porque fueron el principal motivo que nos animó a movernos a Madrid. Por si queda alguien que no los conozca son el proyecto de Adrian Hates, que compartió formación con Artaud durante los siete primeros discos de Garden of Delight y luego se volcó en su propio proyecto, que tiene como señas de identidad un sonido melancólico cargado de sintetizadores y pianos, junto con algunas guitarras distorsionadas que normalmente quedan en un segundo plano. En directo me sorprendió que el sonido era mucho más metalico, sustituyendo parte de las bases programadas por baterías reales y pasando las guitarras a un plano más frontal, sobre todo en la primera parte en la que Adrian se encargó de la guitarra de apoyo. Tal vez fuesen las ganas que tenía de verles, pero a mí me pareció que estuvieron impecables. Han conseguido que Ego:X será ahora mismo la publicación que espero con más ganas para el próximo 2011.
Por si fuera poco la fiesta siguió en el KGB hasta las seis de la mañana, con la pista central dedicada al EBM y un rinconcillo más afterpunk en el que pasamos gran parte de la noche. Pinchaba Fernando Paino, quien por cierto acaba de editar un libro sobre la movida gótica en España, que lleva por título “Quiero ser Santa”. Por allí andaban los miembros de casi todos los grupos participantes y tuvimos la ocasión de saludar a unos cuantos, lo que puso la guinda a un festival que, pese a los errores y tropezones que toda primera edición puede permitirse, salió muy bien. Deseamos de corazón que haya futuras ediciones y si todo nos cuadra bien y el cartel es por lo menos igual de atractivo, en próximos años no nos importará volver a pegarnos la kilometrada para estar de nuevo allí.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.