Lunes de concierto. Aun a riesgo de arrastrarlo durante la semana, creo que mereció la pena el paseo hasta la Sala Santana 27 para pasar la tarde dándole al metal. Al ser lunes y cuatro grupos la cosa empezó en horario infantil, y le toco el marrón de abrir a la banda metalcore Tag my Heart. Con un sonido horrible en el que se escuchaba principalmente batería y voz, acompañado de todas las bases teclados, voces, bajos que llevaban grabados y disparados. No llevaban bajista y a sus dos guitarristas, prácticamente no se le escuchó. A pesar de las poses metaleras de los guitarristas y que la cantante lo dio todo por levantar el bolo, el sonido no ayudó en absoluto.
Les siguieron April Art, con un “tecno-metal” y mucho mejor sonido, se notaban también las tablas. Recurrieron, como los anteriores, a muchas bases y voces grabadas, pero quizá este estilo lo pide más. Personalmente no me gustaron demasiado, pero lo hicieron muy bien, lo dieron todo encima del escenario y movieron al personal bien.
Llego el turno de los clasicazos Ensiferum. Arrancaron también con un sonido nefasto, especialmente horrible el del bombo disparado a todo volumen te taladraba los tímpanos, por suerte fue mejorando poco a poco, o quizá era la sangre que salía de mis oídos la que lo amortiguaba. Una vez superados los primeros temas la cosa mejoro y dieron un bolazo. Fue un show de una hora y dejaron algunos temas clásicos fuera, pero lo dieron todo y acabaron con la gente muy arriba.
Para acabar, el turno de Dark Tranquility. Sonidazo desde el minuto uno. Su show se resume en brutalidad y elegancia a partes iguales. Una ristra de temazos acompañada de una puesta en escena sobria, con imágenes continuas sobre la pantalla trasera acompañando a cada canción. Un broche final bestial para una tarde de lunes.
Esperemos que la semana no nos castigue mucho por este atrevimiento.
Jose Mordor