Mi interés por la música se inicia en mi infancia y adolescencia. En mi pueblo, Llerena, Extremadura, en el que siendo un niño ya participaba en los grupos de coros y danzas de música regional extremeña. Aquí me hago con mi primera guitarra española.
El primer contacto con el rock y el pop fue escuchando a los Beatles y a Jimi Hendrix en unas cintas de radiocasete que llegaron a casa gracias a mis hermanos mayores.
Con 14 años me traslado a estudiar a Valladolid. En el Instituto Politécnico participo en un grupo en el que versionábamos a Los Kinks.
En aquellos años llegué a componer algunas canciones con mi guitarra, inspiradas en los temas de blues clásico que escuchaba entonces: Sonny Terry & Brownie McGhee o Cannet Heat, etc…
Antes de cumplir 18 años dejé los estudios y me puse a trabajar como “pipa” de orquestas. Una vez en contacto con ese mundo, conocí una empresa que ponía equipos de sonido y luces a bandas que giraban a nivel nacional: Radio Futura, Nacha Pop, Caco Senante, Mercedes Sosa…aunque como grupo fijo, estuve unos años con Olé Olé, tanto con Vicky Larraz como con Marta Sánchez.
Estos trabajos se alternaban con diferentes festivales de la época, tanto de rock como de folk y otros estilos.
Recuerdo que trabajamos bastante con la banda cántabra Bloque.
Cuando me instalo en Santander, abandono el trabajo de técnico y me dedico a otras actividades de supervivencia.
La relación con la música la retomo al conocer a Jesús Hoyos Arribas, polifacético artista y redactor del periódico Alerta, por aquel entonces.
Formamos el grupo “Curare” en el que participo tocando la guitarra eléctrica y cantando el único tema compuesto en castellano: “Syd Barrett”.
Después hay unos años de distancia musical por otras prioridades familiares… nacimiento y crianza de Marina y Teresa, cambios de trabajos…
Cuando las niñas fueron creciendo, escuchando la música que les poníamos, sobre todo referencias femeninas, ellas comenzaron a mostrar interés.
De hecho, muchos grupos nos los enseñaban ellas en cuanto fueron conscientes de sus gustos y lo siguen haciendo.
Ellas formaron los primeros grupos en el instituto, participando en las fiestas de fin de curso.
Hubo unos años en los que los tres coincidimos en clases de música moderna: Almacén de las Artes en Astillero o LEM en Maliaño o Musiquea En Santander.
En casa hay un espacio específico para poder tocar, insonorizado y con muchos instrumentos. Un lugar donde estar tocando en cualquier momento, hecho que facilita la inspiración.
Tanto ellas como yo mismo, hemos pasado allí muchos buenos ratos tocando.
Hay una canción inédita en la que participo con Repion con guitarra, “Guerra” grabada en Moon River con Fernando Macaya, versión de una canción de Robert Navarro basada en un poema de Carmen González.
En el año de la pandemia es cuando me dedico a componer mis canciones, terminar las que estaban en boceto o ideas a las que termino de dar forma.
Sin ninguna pretensión, simplemente por la satisfacción de tener mis temas bien grabados, como recuerdo para mis hijas y demás familia, así como para los músicos y amigos de Cantabria a los que quiero y admiro.
Foto Maxi del Campo