¡DALE TOMÁS!
Hace cosa de dos años y medio, nos enteramos de que nuestro amigo Carlos Gutiérrez iba a tocar con unos tal TéCanela, en el emblemático Rvbicón, así que por allí asomamos el hocico a ver qué se cocía. Lo que vivimos fue una gran fiesta de amigos; Jano Fernández (voz y guitarra), Ariadna rubio (Voz y viento), Natxo Miralles (percusión) y Carlos Gutiérrez (bajo) hicieron las delicias de los fans incondicionales, los habituales al Rvbicón y por supuesto, para los despistados que por allí estábamos.
Días después estuve escuchando algunos de sus temas y se me quedaron grabados a fuego un par de ellos como son “La rumba del tartamudo” y “El tren de Noé”, pero cuando me he enganchado de verdad a esta banda fue con el single de su último trabajo: “Comienza la función”. Una de las cosas que me molan de esta gente es que se mojan y critican lo que no les gusta, y con este tema lo hacen sobre los programas de talentos que tanta fama tiene en las televisiones y que tan poco favorecen a los artistas “…en esta España de Ristos, Chicotes, de saltos de fama, de cantantes pagando el precio, de que la cultura esté un día más de rebajas…..”. El videoclip oficial fue realizado por el director cántabro Jhonny Gleez y grabado en Santander.
Hace cuatro años que sacaron su primer disco “Las dos caras del hilo” y el pasado 5 de noviembre han publicado su segundo álbum de estudio llamado “Al borde la cordura”, grabado en Cubex, estudio de Javier Escudero y con el cual se han sentido tan bien trabajando juntos, que le han fichado como guitarrista de la banda. El 19 de noviembre comenzó la gira de “La cordura” en la que se han recorrido y siguen recorriéndose todo el país. El 18 de febrero estarán en la tierruca, en Escenario Santander, pero como no quería esperar tanto y al ver que el sábado 11 iban a estar en Bilbo en una sala tan chula como la Stage Live, salimos para allá pitando.
Tras la cañita preconcierto, entramos en la sala la cual tiene un tamaño de las que me molan, ni pequeña, ni enorme, con una orientación muy chula de forma que todo el mundo puede ver y oír divinamente, se ponga donde se ponga. Antes de comenzar el concierto pudimos saludar a uno de los técnicos más conocidos por Cantabria (aunque resida en Euskadi) como es Raúl Serrano, técnico de la banda. Buena familia que se han montado “los TéCanela”. A eso de las 21:30 hrs. subieron al escenario y entre aplausos nos trajeron “Argentina” a Bilbao, un tema muy “folklórico” y como no puede ser de otra forma, muy divertida y “bailonga”.
Tanto en las redes como en sus canciones, podemos verles como una banda humilde, transparente, que transmite alegría en cada uno de sus conciertos, aunque el tema que estén tocando no sea precisamente positivo, hacen que se te queden grabados hasta en la médula. Otra cosa a su favor es el feeling que tienen con el público, ya que no necesitan terminar una frase para que todo quisqui se ponga a aplaudir o terminar la frase de una canción. Tuvimos temas de ambos discos como “Ratón de alcantarilla” tema con toque rumbero que hace bailar al tío más parado del mundo “..van buscándose problemas, que ni las mates pueden resolver…”.
Mola mucho ir a un concierto y ver cómo la banda se lo está pasando piruleta, Natxo Miralles no dejó de sonreír durante todo el concierto, Javi y Carlos estaban súper compenetrados y disfrutones (Con broma de calvos incluida), y Jano y Ari son el buenrollismo personificados. Con esta actitud, como si se hacen gira europea en bici, que nadie les va a joder el entusiasmo. Bailamos de lo lindo con “Comienza la función” (uno de los mejores temas que han hecho hasta ahora), la aclamada en las redes “Llegamos tarde” (“…sin más incendios, será que hay más locos, ya nos preocuparemos…pero poquito a poco…”) y que tanto hizo aplaudir al público.
Y llegó el turno de “Rabia y alquitrán” un tema que me pone la piel de gallina, una crítica a cierta gente de las altas esferas que tanto daño están haciendo a la sociedad. Ritmos africanos que retumbaron en la Stage Live, donde Ari nos hizo estremecer con su increíble voz. Llegaba la recta final del concierto y nos pusimos a gritar “¡Haide să mergem!, ¡Haide să mergem!, cuando empezaron los acordes de “Para dormir tranquila”, completísima y divertidísima canción que nos trasladó a una auténtica fiesta rumana. Para la recta final volvieron a “Las dos caras del hilo” con “Como cabras” donde Jano nos animó a levantar las manos y decir ¡Eh! en el estribillo, pero el público estaba tan entregado, que no le dejaron ni terminar de hablar. Hablar de las cosas de la vida que son incomprensibles (o injustas) con una fiesta así, no tiene precio y como al final de la comida, llegó el “Café”, otro de los temas que tanto aclama siempre el público con un ritmazo del copón, donde en mitad de canción te plantan un ritmazo reggae que me gusta un montón.
La banda dejó del escenario, pero a ver quién dejaba a ese público tan a tope sin un bis….y por supuesto que volvieron para terminar el concierto por todo alto, con uno de los mejores temas del último disco como es “Migas”. Jano y Ari solos, sientiéndote como si te estuviesen cantando a tí exclusivamente esta canción, mirándote a los ojos. Es una gozada escuchar en directo a una cantante como Ari, ya no solo por el tono tan chulo de voz que tiene, si no porque tiene un dominio sobre su instrumento como poca gente he visto. Me encanta la estructura de ésta canción, ya que empieza lenta y aunque no es un tema que suene fuerte, me gusta muchísimo como va subiendo la intensidad hacia el final “..Y ahora estoy volviendo de, de querer volverme, estoy regresando, de querer partir…”.
“!Dale Tomás! (Siempre digo que esta canción se la dedico a mi padre). Qué feliz me hicieron terminando con esta canción que tantísimo me gusta: “La rumba del tartamudo”, con Jano y Ari tartamudeando en nombre del amor y la alegría. Si no les habéis visto nunca, echad un ojo a su web porque tienen un porrón de conciertos cerrados y los que seguramente estarán maquinando entre bambalinas.
Que nos quiten lo “bailao”.
Texto, fotos y vídeos: Álex Kennedy.