Llega el buen tiempo y sin restricciones de por medio, lo que todas estamos deseando es disfrutar de todo y de todos en la p**ta calle. Estando el viernes en el Mad Cool, vimos por Facebook que los cántabros TéCanela iban a tocar el día siguiente en Liérganes y aunque la paliza en coche iba a ser curiosa, la decisión estaba tomada.
Aunque sean una banda local, pocos son los conciertos en los que se les puede ver en pelo por la tierruca, por lo que hay que coger las oportunidades según vienen. Siguen de gira con su último disco “Al borde de la cordura”, trabajo grabado en los estudios de su guitarrista Javier Escudero (Cúbex) y no paran de recorrerse toda la provincia, con su buen hacer y buen rollo por bandera.
Como he comentado en el primer párrafo, llegamos justitos de Madrid para plantarnos en la céntrica Plaza del Marqués de Valdecilla sita en una localidad tan bonita como Liérganes. Buen tiempo, banda que no defrauda, amigos por todas partes, localidad apetecible y Los Picos de Liérganes al lado para degustar la buena cerveza, ¿cómo no vamos a ir?. Cuando llegamos, se veía a un montón de gente paseando por las calles esperando a que llegasen las 21:30 hrs. para acercarse en la Plaza, es lo bueno que tiene cuando los ayuntamientos se prestan a apostar por las bandas locales con entrada gratuita para dar vida al pueblo, que tanto los de casa como los visitantes, aprovechan la ocasión para darse un garbeo por la zona. Todos ganamos.
TéCanela son Jano (guitarra y voces), Ari (Voz y flauta), Natxo Miralles (Percusión), Carlos Gutiérrez (bajo) y Javier Escudero (guitarra). Aunque no llevan demasiado tiempo (para lo que suele ser la trayectoria de una banda) como banda, se ve que se entienden y se llevan muy bien, cosa que demuestran encima del escenario y transmiten al público (me lo comentaron varias personas al terminar el concierto). De hecho, uno de los momentos más divertidos fue cuando al final de “Ratón de alcantarilla”, Javi se marcó un solo de guitarra “flipao style” (Lo dice Ari, no yo) lo que provocó un ataque de risa entre toda la banda.
Otra cosa que me gusta es que son muy naturales, se dejan llevar bastante a la hora de interpretar sus canciones y aunque les hayas visto varias veces, nunca verás que toquen la misma canción cinco veces iguales, como con “Comienza la función”, en mi opinión uno de sus temas estrella de “Al borde de la cordura”. Además, un bonito edificio de piedra e iluminación colorida, adornaron todavía más una noche tan bonita como la del sábado.
Cuando te lo pasas bien, la gente conecta contigo y por eso cuando Jano dijo que nos acercáramos un poco más a ellos, obedecimos cuales perretes encantados de la vida. También fue muy divertido cuando en “Mundo de locos” nos permitieron (porque la gente se echaba adelante sin decirles nada) e incitaron a corear con ellos, dividiendo el público en el bando “Querequereque” y el bando “Aquerequequé”. Hicieron lo mismo con uno de mis temas favoritos, que aunque sea un tema de crítica, es uno de los más bailongos y pegadizos que hay como es “Estamos como cabras”, donde esta vez hubo un fondo: “Oiga usted sr. juez – ¡quéé!” y “¡Quemémosla (a la bruja)!” y los niños divirtiéndose imitando a una cabra con Ari.
Aunque había una pequeña zona para que quien quisiera pudiese sentarse, el 90 % del público estaba de pie pasándoselo en grande y por eso cuando terminaron el concierto (el cual fue un pelín más corto que en otras ocasiones), pidieron “otra y otra”, para posteriormente Ari y Jano protagonizar el momento íntimo de la noche con “Migas”. Al terminar el concierto, una treintena de personas se agolparon en la mesa del merchand para adquirir material de la banda. ¡A saber lo que les ha quedado!.
Ya teníamos muchas ganas de verano, de calle, de vernos las caras de pie, sin mascarilla y al compás de este mundo de locos gracias a los TéCanela que tanta alegría me transmiten siempre que voy a verles.
¡Gracias peña!.
Texto, fotos y vídeos: Álex Kennedy.
Foto de portada: Juanma Pinto.