Con Elvis en la mili, Berry en prisión, Richard convertido en predicador, Holly muerto y Lewis envuelto en un espinoso asunto de estupro, el movimiento de caderas propuesto por Chubby Checker seguia siendo considerado indecente, pero sin duda era una amenaza menor comparado con sus predecesores. El rock and Roll comenzaba a ser domesticado, estaba al borde de convertirse en una sucesión de coreografías fáciles de encajar en el baile de promoción de cualquier universidad; Justo en el momento en el que el padre de familia de la familia media americana comenzaba a respirar tranquilo, llegaron los británicos a ponerlo todo patas arriba.
Los hijos bastardos del primer RN’R venían a poner las cosas en su sitio. Los adolescentes que esperaban en el muelle a los marineros con sus lotes de discos americanos, iban a demostrar cuanto había de cierto en aquel viejo estribillo de Danny and the Juniors que decía “Rock ‘n’ Roll Is Here To Stay”.
The Beatles abrieron la puerta y por ella se colaron también los Stones, The Who, The Kinks y por supuesto The Animals que fueron la segunda banda en alcanzar el número uno en las listas de ambos lados del atlántico. Ellos ofrecían un sonido que bebía de las raices del R&B y el RnR, pero arregladas con un sonido más actual que las hacía más modernas a la vez que en cierta medida recuperaba un espíritu más crudo ante los derroteros más comerciales que se estilaban en América del Norte.
Uno de sus principales rasgos diferenciadores con respecto a otras bandas de la invasión es la importancia de las teclas de Alan Price, aunque lo cierto es que duró poco en la banda, puesto que debido a su pánico a volar renunció a su puesto al año siguiente.
The Animals llegaron a los U.S.A. con un gran recibimiento magnificado por una campaña de marketing que incluía incluía descapotables con una modelo sentada en el asiento de atrás esperando a cada miembro de la banda en el aeropuerto. Tras su actuación en el Show de Ed Sullivan fueron banda residente durante algún tiempo en New York actuando con bastante frecuencia y acompañando a Chuck Berry junto a otras bandas también teloneras.
Parte de su primer LP había ya sido editado en formato single, así que, casi estamos hablando de una recopilación que incluye versiones del libreto de John Lee Hooker, Ray Charles, Chuck Berry, Fats Domino, Bobby Troup, Lew Herman o Larry Williams entre otros.
Como, también era bastante habitual en la época la versión inglesa y americana son en parte similares y en parte distintas. Concretamente comparten siete canciones y difieren en seis. La más notable entre ambas versiones es la apertura; La versión inglesa inicia con su visión de la historia de Bo Diddley llena de guiños a Dylan, Johnny Otis, The Beatles, The Rolling Stones… Ese tema por si sólo sería la explicación perfecta para la evolución del Rock en aquellos primeros años, ya que tomando como base el tema de Diddley lo evolucionan y actualizan sobre la marcha mientras explican la muerte del sonido original con el incidente de la Payola y Alan Freed, su posterior domesticación con los ídolos pop como Bobby Vee y finalmente su reinvención en Inglaterra. El tema termina con una divertida anécdota en la que el propio Bo Diddley escucha la versión en directo y les dice que le parece una auténtica basura.
El álbum americano en cambio tiene doble influencia de Chuck Berry, ya que su gira conjunta fue el detonante para que Eric Burdon quisiese alejarse de su sonido en el single de presentación. Argumentando que si todo el mundo en esa gira va a intentar ser el nuevo Berry, y nadie iba a conseguir igualarle, tal vez era mejor buscar otra seña de identidad. Así pues buscando en el cancionero tradicional americano llegó su archiconocida versión del House of the Rising Sun, que en el LP está amputada hasta los 2:59 desde los 4:32 originales.
Tanto House of the Risin’ Sun como el primer single editado por The Animals, Baby Let Me Take You Home se incluían previamente en el primer album de Bob Dylan aunque no sean de su autoría. De cualquier manera la influencia es de doble dirección, ya que la vuelta de tuerca que le dieron The Animals fue en parte culpable del arrebato eléctrico en el Festival de Newport del año siguiente. De hecho, curiosamente, Dylan acabó por retirar House of the Rising Sun de su repertorio, porque a la gente le sonaba a Animals.
De cualquier manera, los diecisiete temas que incluyen entre una y otra versión tienen su propia historia y podrían ser desarrollados hasta el infinito ya que cómo hemos dicho, el disco(s) es un auténtico recopilatorio que incluye buenos ejemplos de mucho de lo acontecido en los USA hasta la llegada de los británicos.
Aunque es dificil hablar de un album icónico, ya que el baile de temas y portadas no han ayudado a que se instaure en la retina popular como una obra completa, es indudable es que es una magnífica colección de canciones que definen como pocas el sentido de la invasión británica.
Comentario por Oskar Sánchez