Retro-cedemos una semana: Volvemos la vista atrás para recuperar un concierto del pasado miércoles cinco de diciembre. The Last Monkey contiuaban esta tanda de conciertos con una actuación en la ciudad de Santander.
Más vale tarde que nunca y menos da una piedra que se dice… Tarde y mal me remito a mis obligaciones de escribir una pequeña reseña de lo que vimos hace algo más de una semana en el Retro’s, de Santander.
No había estado nunca en el bar desde la remodelación y lo mejor de todo es que ya cuentan con un par de conciertos a sus espaldas y a ver si pueden ser más.
Hacía mucho tiempo que no veía tocar a The Last Monkey, concretamente desde que anunciaron su vuelta hace ya algo más de un año en el Barolo, cuando aún Pablo se encargaba de las baterías.
No es porque ahora Fer sea quien toque la batería ni nada parecido, pero desde mi punto de vista, no había comparación posible entre este concierto y aquel del verano de 2006. Muy sólidos y divirtiéndose. Parece que María ha vuelto a vencer sus miedos y estuvo muy animada durante todo el concierto, al igual que el dúo de guitarras entre Servan y Nacho que se lo pasaron muy bien ellos dos juntos, mientras que Óskar y Nando hicieron lo propio y disfrutaron igualmente todo lo que pudieron de la cita.
El bar estaba a rebosar, lo cual es siempre un gran aliciente para dar un buen concierto y que los músicos se sientan a gusto entre el calor del público.
Recuerdo, a día de hoy, temás clásicos como “Flower Power” o “Deep Inside Me” y otros más nuevos como el “Dancing Souls” que se grabó para el 2º Recopilatorio de Noche de Rock de manos de Ramón, el electrón, la rotura de cuerda de Nacho y un cambio en el set list para que Servan y María nos deleitasen con una versión del grupo Hoobastank.
Sin lugar a duda, si tuviese que quedarme con una canción de todo el concierto y a pesar de no ser nada fácil me quedaría con “Bag of Bricks” y los ruidos y cacharreos que corrían de parte de Servan y “The whore” y esos momentos de desvarío musical que hicieron que fuera la gran candidata para terminar el concierto.
En resumidas cuentas, un concierto interesante y muy entretenido y con ganas de que estos chicos y chica sigan haciendo más cosas y The Last Monkey no vuelva a pararse.
Crónica por Peibol, fotos por Elena Cifrián.