Si juntas al guitarrista principal y al cantante de Soilwork, con el bajista de Arch Enemy, y los encierras en una habitación escuchando el Keep the faith, el 1984 y el Creatures of the Night toda la noche en bucle, les das unas maracas y les echas por encima una pizca de purpurina; el resultado es The Night Flight Orchesta. Un friki grupo, que a cualquiera que disfrute el hardrock le va a enganchar a la primera escucha.
Black Mirrors
Pero antes de entrar en el escenario, calentando motores salen Black Mirrors, un grupo belga con un rock de garaje a la medida de la voz de su cantante, una tal Marcella Di Troia que la verdad es que no dejó a nadie en la sala indiferente con su forma tan peculiar de cantar. Tanto la puesta en escena como el sonido la verdad es que no parecían en absoluto de un grupo que acaba de sacar su primer disco. Si además le metes las ganas que les pusieron, se metieron al frío público alemán en el bolsillo con temas como este o el más cañero Funky Queen, que sonaron como una patada en el pecho. A los que os mole el rollo stoner, dadle una escucha a estos belgas, aunque he de reconocer que el sonido de estudio no les hace justicia.
The night Flight Orchesta
Voy a empezar por las dos cosas que no me gustaron del directo; la voz de Björn Strid estaba tocadísima. Según él por culpa de un reciente constipado. Una pena porque el pobre hizo lo que pudo para llegar a los temas… La segunda es lo fríos que son. Me quejo de los alemanes, pero joroba con estos tres. Shalee D’Angelo (bajista de Arch Enemy) muy de super estrella, David Anderson (Guitarra de Soilwork) tres cuartos de lo mismo. Y Björn, con constipado o sin él estaba tan en su papel de “capitán del avión” que se olvidó que estaba cantando para un público. No es que no le pusiera ganas, es que tenía pinta el pobre de ser así. Personalmente valoro mucho la conexión con el público, y yo creo que este cumple todos los tópicos de los Suecos, en este caso para lo malo.
Dicho esto, el concierto me gustó mucho, salí con un inmejorable sabor de boca. Muchísima gente en la sala, muchos de los que estábamos delante cantando hasta los temas del disco nuevo, que ojo, ¡salió hace escasos cuatro meses!. El sonido cumplió y la selección de temas y duración para mi muy acertados.
En cuanto a los temas, básicamente tocaron uno de cada de entre los dos últimos discos. Incluso los tres bises, dos temas fueron del Sometimes the World Ain’t Enough. Creo que la banda encontró definitivamente su sonido en el Amber Galatic, y en este último lo han perfeccionado hasta friki límites ochenteros nunca vistos. Personalmente me parece uno de los mejores de este año, y anoche me di cuenta que al menos por estas tierras, el disco tiene una legión de fans importante.
Sintetizadores, unas azafatas de vuelo la mar de graciosas en el centro del escenario haciendo los coros en todos los temas, teclados al más puro estilo Kiss y cada cuatro temas, una pizca de purpurina en la calvorota de Mr. Anderson, precisamente la foto de abajo la pillé justo mientras se la echaba una de las veces…. La puesta en escena fue en consonancia con las tablas que tienen estos tipos en escenarios mucho más grandes. Seguramente la banda empezó como una broma, pero sólo con la tontería no se venden discos, ni mucho menos se llenan salas como la de anoche.
Si os mola el hardrock, la gira la acaban de empezar, pero tienen parada en Madrid y Barcelona en Diciembre. The Night Flight Orchesta es mucho más que una broma con rayas de VHS; suenan bien y tocan mejor aún. Calidad por un tubo, estribillos pegadizos, canciones más bailables que metaleras y ¿he mencionado la purpurina?
Crónica y fotos por Jose, el de Alemania.
Osnabrück, Alemania 24 de Noviembre 2018