REVELACION: Tirando de False Friends y haciendo un mal juego de palabras podemos decir que el concierto de anoche fue toda una revelación y un descubrimiento. Además de segundo plato teníamos un clasico que nunca defrauda.
Hace unos meses que una banda llamada The Raveling me escribió para decirme que iban a compartir escenario con Noesis y como lo hicieron con el tiempo suficiente como para poder hacer bien las cosas buscamos enseguida un hueco para ayudarles con la promo del bolo. En cuanto me pasaron Qibla, el primer tema de adelanto de lo que iba a ser su inminente primer CD busqué además un calendario para marcar una X roja. Aun no teníamos claro si podríamos acercarnos, pero teníamos toda la intención de hacerlo, ya que el tema en cuestión nos llamó poderosamente la atención. En un principio y atendiendo a esa canción me parecía que su música tenía bastante que ver con lo que hacen Pain of Salvation, pero tras la escucha completa del disco y tras verles en directo está claro que el abanico es mucho más grande, alguien dijo Anathema, pero luego tocaron otro tema y la voz de su guitarrista nos recordaba a Eddie Veder, incluso tienen alguna puntual pincelada disco… Creo que el resumen más concreto que se puede hacer de la música de The Raveling es decir que bebiendo de distintas fuentes les distingue un gusto especial por crear ambientes, que son de ese tipo de bandas que se recrean en las dinámicas y les gusta sacar un tema desde abajo para hacerle romper al final. Musicalmente son todos muy competentes, con especial mención a su bajista, que conseguía sacar sonidos muy creativos combinando pedales. También es muy reseñable el hecho de que todos aportan su faceta vocal y aunque las voces principales se las reparten casi a partes iguales entre los dos guitarristas tanto el bajista como el batería aportan un toque especial en los coros. En definitiva casi terminando 2012 The Raveling han sido un gran descubrimiento de última hora y se han convertido tras la velada de ayer en una de esas bandas a las que seguiremos la pista de cerca.
Noesis jugaban en casa y se nota, principalmente porque se tomaron el concierto con relax y disfrute. No en vano gran parte del público estaba formado por amigos cercanos, el Black Bird es un sitio muy cómodo para los Santanderinos y cuando una banda de Santander toca allí siempre se convierte en un bolo especialmente cálido. Centraron su repertorio en los temas que componen fiesta vacía para tres, asomando también alguna canción nueva. De When all Colours are Death sólo rescataron la versión en castellano de Extraño, afianzando cada vez más claramente su cambio de etapa. La sorpresa de la noche sin duda la protagonizó la versión de Territorial Pissings de Nirvana que nos pilló a todos desprevenidos y descolocó mucho a la parte más joven del respetable.
Por cerrarlo en pocas palabras diré que fue otra noche para recordar vivida en el Black Bird, buena música y volver a ver a un montón de gente con la que nos gusta coincidir, algunas conversaciones que no llegan a ninguna parte y otras que tienen pinta de acabar en nuevas liadas en las que pronto implicaremos al programa y la web. Pero sobre todo música en directo, ganas de contarla y ganas de que lleguen próximas semanas y nuevos conciertos.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.