Y van seis veces ya a lo largo de mi vida (para el que aún no lo supiese, mi “apellido” viene de ahí), en la que Alter Bridge anuncian que tocarán en España y voy cagando melodías a sacar la entrada, ya sea en Bilbao o en Madrid. Ésta vez los de Orlando tenían dos fechas españolas, una en Barcelona y otra en Madrid, siendo ésta última en el Palacio Vistalegre, en la cual no había estado nunca.
El motivo de la “visita” era “Walk the sky”, el último trabajo de estudio de la banda, que aunque me parece más flojo que otros discos sé de sobra que en directo va a sonar como una apisonadora y sus set lists siempre son brutales. Además, contaban con unos teloneros de lujo como son The Raven Age y Shinedown, tres conciertos internacionales por el precio de uno, está muy, pero que muy bien. ¡Y para allá que nos fuimos!. Aunque teníamos a medio Noche de Rock en la misma ciudad, no pudimos vernos las caras debido a que fuimos con el tiempo justo para aparcar, picar algo y entrar en Vistalegre. A quien sí nos encontramos fue a nuestros amigos de Mind Driller, los cuales tampoco tienen ningún problema en recorrer unos cuantos kilómetros para ver a la “Kennedy´s family”. Cuando ví el cartel de la gira, lo primero que pensé fue que las tres bandas eran “demasiado parecidas” y quizá me iba a parecer aburrido y poco arriesgado, pero no fue así. Los encargados de empezar “la movida” fueron los londinenses THE RAVEN AGE, metalcore melódico que me recordaron bastante a los teloneros que llevaron Alter Bridge en la anterior gira: As Lions, pero evidentemente, con muchas más tablas en un escenario.
La banda son viejos conocidos de Mark Tremonti, ya que les han acompañado en sus giras con su proyecto en solitario. También lo han hecho con las de Mastodon, Gojira y Iron Maiden entre otros. Vamos, que de noveles tienen muy poco. Aunque no soy especialmente fanática de éste estilo de música, me gustó mucho la voz de su cantante Matt James, tanto en los guturales, como en las partes melódicas. No sorprenden, pero lo que hacen, lo hacen muy bien, algunas canciones tenían partes que me recordaban un poco a Linkin Park, con estribillos muy claros y pegadizos, las partes disparadas no son tan excesivas como para sacarte del concierto y eso que bajo mi punto de vista, el volumen del concierto solapaba un poco las partes agudas de las canciones. Un tema que se me quedó grabadísimo en la cabeza fue “The day the world stood still”. Empezaba muy bien la velada. Otra cosa que me gustó bastante, es que hubiese tanto público siendo los primeros en tocar, mucha gente prefiere tomarse unas cañas en los alrededores y entrar directamente “al plato fuerte”. Cosa que no comparto, ya que a “la banda grande” ya la conoces, por eso vas a verla, mientras que si entras a ver todos los conciertos, es muy fácil que te vayas a casa con un descubrimiento que te ha molado y con un disco nuevo bajo el brazo (Y su merchand era bien chulo). Y si no te mola, ver un concierto en directo nunca es perder el tiempo, y también hay cerveza dentro del recinto.
Después del piti de rigor (gracias por no tener que subir, bajar, subir y bajar plantas para poder acceder a la calle), llegaban los veteranos Shinedown. Llevar a esta banda me parece un auténtico lujo y un regalo para los que decidimos ir el pasado sábado a Vistalegre. Personalmente, el día que escuché su versión de “Simple man”, me puse a sus pies.
Otra banda que han acompañado a Iron Maiden de gira, todo queda en familia. El año pasado sacaron su último trabajo Attention, attention!, en cuya portada podemos ver una exclamación, y cuyo símbolo pudimos ver modo de iluminación a lo largo del escenario. Tanto si conocías a la banda como si no, no necesitaron un rato para que entrásemos en calor, ya que el tema con que empezaron suena que espatarra “Devil” tiene un rollazo acojonante, metal alternativo moderno, muy directo, con mucha fuerza y con un Brent Smith completamente en forma y entregado al público. Tan entregado, que después de pocas canciones, el vocalista decidió “sentir el calor del público” acercándose hasta la mesa de sonido y gradas: ya nos tenía en el bote. Una pena que el “problemilla” que tuvieron The Raven Age con la bola de graves, se estaba manteniendo con SHINEDOWN.
Llegando al final del concierto, llegó la versión de las versiones. ¡¡ Síííí por favooor ¡!. Aunque sacaron este cover hace más de diez años, en directo no ha perdido nada de nada, nos dejaron a las 8.000 personas que estaríamos allí (a ojímetro, claro) con el corazón encogido:
“And be a simple kind of man
Be something you love and understand
Baby be a simple kind of man
Won’t you do this for me son, if you can, if you can”.
Buff, tremendo. Los de Florida al igual que comenzaron con un tema de su último disco, hicieron lo mismo terminando el concierto con “Brilliant”. Repito lo mentado en líneas anteriores, considero que es un lujo ir a ver a tu banda favorita y poder disfrutar de estos dos conciertazos “extras”, además en un recinto muy cómodo para moverte, ya que tiene un tamaño perfecto para que no tengas que “poner el GPS” para volver a tu sitio, en caso de que necesites ir al baño.
Ya se notaba a la gente de los nervios nerviosos, porque Mark, Myles, Brian y Scott es decir, ALTER BRIDGE, estaban a puntito de pisar el escenario que teníamos delante. Cualquiera que haya visto alguna vez a ésta banda, sabe que una de sus grandes cualidades es que no hay fallo con ellos, son sinónimo de perfección en directo, siempre. Decidieron comenzar con la intro de “Walk the sky”, “One life”, para seguir con “Wouldn´t you rather”, el primer single que pudimos escuchar de su último disco. Muy del rollo del “Show me a leader” de su anterior álbum, un tema con mucha fuerza y “llegón” para enganchar antes del minuto 1. Una de las cosas que me gusta de Alter Bridge, es que cuando sacan un disco y están de gira, no tienen miedo de tocar gran parte de las canciones del disco en lugar de tocar “las de siempre” que tanto le gusta al público. Ya sé que es lo lógico, pero de verdad que he ido a varios conciertos en los que no entiendes por qué se molestan en grabar discos, cuando su set list está compuesto en su gran mayoría, por canciones de hace 10 o 20 años.
Una pena que tocasen una de mis temas favoritos, “Isolation” mientras intentaba volver a mi sitio con un par de cervezas, sin que nadie me asesinase. Pude apreciar que entre el público había gente de todo tipo: los fans de toda la vida en las primeras filas dándolo todo de principio a fin (Como V, ¡qué máquina!), gente que les ha conocido recientemente y están a ver “qué pasa” y los que esperan tranquilamente a que toquen los temas de discos anteriores que les molan. Aunque mejoró un poco, la “bola” de marras seguía ahí. Es curioso porque al concierto que fui de ellos el año pasado en otra sala, ocurrió exactamente lo mismo, el volumen hacía que los graves te pegaran en el pecho, que mola mogollón, pero hace que oculte muchos matices. Oye, por algo será, yo digo lo que veo. Myles Kennedy es impecable, es tan bueno que hasta ofende y si encima los coros los hace Mark Tremonti, es que si tienes una banda, te entra tal complejo que prefieres montar una charcutería. Además, me contaron que en este tema, los teclados no iban disparados, si no que los tocó “entre bambalinas” el técnico de guitarras de Tremonti.
El set list fue cojonudo, se marcaron también los temazos “Cry of achilles”, “Metalingüs” y aunque no nos hicieron agacharnos durante los “Oooooohhh” de “Open your eyes” como en otras veces, sí nos regalaron un precioso acústico Kennedy-Tremonti del temón “In loving memory”. El momento de “Blackbird” fue muy grande para mí, siempre me ha parecido una barbaridad, una salvajada, una animalada de canción en todos los aspectos, y ya no solo si eres fan de la banda si no que si tienes un poco de sensibilidad, se te caen los pantalones y la vida al suelo. ¡Joder gracias!. Eligieron el mejor tema para terminar el concierto por todo lo alto, es decir “Addicted to pain”, en mi opinión ésta canción es como el buen vino, mejora con los años, no cansa ni aunque la pongas en bucle durante una semana.
Felices de la vida nos fuimos de Vistalegre, porque estuvimos con buenos amigos y porque juntos habíamos disfrutado de tres conciertazos tremendos. Me hace muchísima ilusión que haya tanta gente (público) que apueste por las bandas actuales, que hay a trisca y con una calidad del copón. ¡Hasta el 2020 “Bridges”!. (Más os vale que volváis el año que viene).
Crónica y vídeos: Álex Kennedy.
Fotos: Sebastián Flores Sáez.