1967. ¡Menudo año! . Para lo que comúnmente se conocía como Música Pop que incluía tanto el jazz, como el blues, folk… hay un estilo musical que estaba empezando a acaparar la atención de los medios y las multinacionales discográficas que pocos años antes sólo veían réditos económicos en música de orquestas, música clásica y algo de jazz. Sin embargo la llegada del Rock abrió nuevas posibilidades de mercado entre los jóvenes que eran desde luego muchísimos. En pocos años, la música Pop se extendió como la peste e infectó a toda la juventud de una enfermedad incurable que llenaba de vitalidad, energía, disfrute, creatividad y sobre todo identidad. Surgieron y se duplicaron como esporas infinidad de grupos o conjuntos como así se llamaban en aquellos años 60 con un afán de conquistar no sólo los corazones de los jóvenes y adolescentes sino también conquistar el mundo.
Uno de esos grupos fueron los Rolling Stones que en pocos años dominaron las listas musicales entre los grupos más populares. Su carrera se inició mimetizando y adaptando clásicos del Rock & Roll, blues y soul para poco después incorporar temas propios. Sus primeros trabajos muestran unos Stones cómodos y seguros en su estilo que irán perfilando sobre todo en su cuarto disco. Aftermath de 1966 . Un álbum excelente que puede tener ciertos paralelismos con el álbum Rubber Soul de los Beatles. Trabajos que denotan madurez, originalidad y carácter. Sin embargo fue su siguiente LP por el que se conoce su álbum más inglés. Aquí apenas hay referencias a la música negra americana sino una mirada a lo que se estaba gestando en su casa. The Kinks, The Who, Small Faces… estaban creando su propio sonido británico como ya habían hecho The Beatles.
Este álbum Between the Buttons “Entre los botones” fue publicado en enero de 1967, exactamente hace 56 años y viene a representar junto al resto de las bandas que publicaron discos ese año o debutaron como el año del nacimiento del ROCK con mayúsculas amén de otros géneros directa o indirectamente unidos a él como el Rock Psicodélico que aunque nació un año antes se consolidó y desarrolló al menos hasta 1970.
Este álbum significa para los Stones un avance sustancial en su estilo y sobre todo versatibilidad ya que fue una antesala para su álbum psicodélico por excelencia “Their Satanic Majesties Request” que se publico en diciembre del 67. Merece la pena recordar la influencia ejercida por Brian Jones para la gestación de los álbumes Aftermath, Between… y Their Satanic… como instrumentista incorporando nuevos sonidos e instrumentos que daban a estos discos un carácter más personal y original. Sin embargo estaba claro que también sus debilidades por las drogas y alcohol estaban poniendo en peligro su continuidad en la banda. Jagger y Richards estaban sin embargo pasando por un momento creativo muy prolífico. Sus canciones representan como pocos esa apuesta por el sonido insular británico que tenía además mucha aceptación a tenor canciones como Let´s spend the night together y Ruby Tuesday que fueron singles de éxito en la emergente Swinging London. Estas canciones aparecieron en el álbum en la edición USA para que el disco tuviera más tirón en las listas americanas porque las compañías discográficas americanas no se cortaban un pelo si tenían que cambiar unas canciones por otras o si por razones de censura no eran adecuadas. Eso pasaba no sólo en aquellos años en España sino también es países con democracias consolidadas. La edición británica incluía Back Street Girl y Please go home pero fueron sustituidas por las canciones antes citadas Let´s spend… y Ruby Tuesday que en mi opinión perjudican el concepto original del álbum, es decir, ausencia de singles y que el oyente escuche las canciones concebidas en ese álbum tal como están. Todas las canciones siguen una línea similar entre el pop inglés y el pop psicodélico con similitudes al aire vodevil de The Kinks y el marcado sonido mod The Small Faces y The Who.
La portada del álbum se hizo a las 5:30 de la mañana, momento en que salían de los estudios de grabación. Desde luego entre la niebla y las caras de los componentes de la banda se puede afirmar que es una portada para un disco poco favorecedora aunque su contenido no deja indiferente y hace de este álbum uno de los más aprovechables de su longeva carrera.
Sergio Gómez