El calendario deja caer una hoja más e inauguramos el mes de marzo. Una de las facetas que más me gustan de esta loca afición que tenemos de ver conciertos, es descubrir y dar conocer proyectos nuevos, porque sí, ver bandas consolidadas a todos nos gusta, pero si queremos que esto siga y que la llama no se extinga, hay que dar la oportunidad a nuevos talentos.
Es por ello, que nos acercamos a la Sala Niágara de Santander, para presenciar el estreno del nuevo disco de THE SHINY SOULS. Con base en Somo, se forman en 2014, cuando tres músicos cántabros se juntan con uno de Moscú, con el rock en la sangre e influencias de clásicos como los Zeppeling, WASP, etc, se lanzan a publicar su primer trabajo en 2015, titulado «Rocknrolla», autoproducido, compuesto por 13 temas y grabado en Madrid en apenas dos días. En 2016 publican el EP «Spirit of Fire» con 8 temas propios, para finalmente llegar este 2019, en el que nos presentan «Sin Lovers», grabado en los estudios Vindio con Fernando Balbás y Laura Carrera. Hace escasos meses en octubre de 2018, los vi por primera vez, casualidades de la vida, en este mismo escenario, en aquella ocasión como grupo invitado en la presentación del disco de MaZo de SanTo, y ya entonces me dejaron muy buena impresión, así que estaba deseoso de ver la evolución de este periodo.
Comenzarían su actuación sobre las 22:55 hrs., cuando los primeros toques de batería de Jesús resonaban, para enseguida la voz de Oleg hiciera su aparición, interpretando el tema “Busking Man” de su primer trabajo «RockNRolla», con aire soul, donde nos cuentan la historia de un músico callejero, el hombre tocaba y cantaba, pero la gente muchas veces lo ignoraba, era una sombra, un extranjero, que se buscaba la vida por un puñado de pan, aclamando la atención, pero no lo suficiente. Parece una metáfora de la vida actual, con el extranjero desconocido, que llega a nuestras tierras a ganarse la vida. Tras el oportuno aplauso de los allí presentes, llegaría el primer golpe sobre la mesa, con su temazo “It”, también incluido en su primer trabajo, del que también se hizo un video (https://youtu.be/f1Nkj8JGK7s ), en el que las guitarras se empiezan a acelerar, con un toque de rockabilly. Vive el momento después no sea demasiado tarde, nos recomiendan. Nos agradecen la presencia y nos adentraríamos en el desierto, con el turno al tema “Road of Sand”, en el que la voz tiene un aire más stoner, con la fuerza del bajo de Asier rebosando, junto a los desarrollos de guitarra de Andrés. A continuación nos presentarían el tema “Happy Sadness” perteneciente al EP «Spirit Of Fire», que es un sentido homenaje a todos los bluesman, de los que beben. La voz de Oleg genial, con ese toque roto, que le da una personalidad muy especial. Gran tema, con mucha fuerza emotiva.
Sin dejar el EP, nos invitan a bailar con uno de los mejores temas “Dance with me”, con una intro tremenda, que no te deja indiferente que hace que los pies no dejen de moverse. Con la sala ya en plena ebullición, llegaría el turno de uno de los mejores momentos del concierto, con la tremenda versión que se marcaron del tema “Hey, Hey, My, My” de Neil Young, en el que la voz de Oleg brilla especialmente, con un toque más melódico, con ese estribillo que es todo un grito de guerra del rock de todos los tiempos: «(…) Hey, hey, my, my; Rock and roll can never die; There’s more to the picture than meets the eye; Hey, hey, my, my (…)». Sin decaer la fuerza nos sorprenden con uno de los temas incluidos en el último disco “Hey, girl”, que parece una nueva versión de mismo tema que aparecía en el EP y que entra como una apisonadora a base de guitarrazos, con el trasfondo de una noche loca de pasión en la historia. Continuarían con otro tema recuperado del EP “I Wanna live after I die”, con un aire lisérgico y de rock sureño en la estructura, que te hace sentir como si estuvieras embutido en la nube, los colores giran a tu alrededor, te arrastran a su fiesta y no tendrás escapatoria. La voz de Oleg te envuelve, acompañada de las guitarras, el viaje perfecto. Proseguirían con “Alone in the crowd”, tema que comienza con una intro de guitarras limpias, a las que enseguida les acompaña la voz en tono pesado de Oleg, para en medio acelerarse y de nuevo llevarte a su terreno, ya no puedes dejar de mover los pies. Grandes solos de guitarra y desarrollo muy buenos. Agradeciendo nuestra presencia e invitándonos a pasar por el puesto de merchan, darían paso a otra de la joyas que tiene el nuevo disco el tema “Ride, surger, ride”, para el cual, invitaron al escenario a cantar con ellos a su amiga y gran promesa musical Laura Carrera, que también participa en el disco. El tema tiene unos arreglos reggae que te hace sentir la brisa del mar, como si estuvieras allí, puro arte, con la voz de Laura espectacular, vaya vozarrón tiene esta chica, que hace el contrapunto perfecto a Oleg en el tema. Continuarían con un tema antiguo de su primer disco, titulado “Smile”, con aire setentero, en el que la voz de Oleg le da el toque enérgico. Dando las gracias por acompañarles, presentarían el tema que da nombre al último trabajo “Sin Lovers”, con una enérgica intro de la batería, con aire stoner que me gustó especialmente.
Llegando a la recta final de concierto, presentarían otro tema incluido en el último disco titulado “Inspiration”, que según comentaban, en el disco estaba grabado con una guitarra de 12 cuerdas. El tema empieza con la guitarra limpia, con la voz de Oleg, con aire a lo Zeppelin, en el que después aparece la distorsión, dando un sonido muy pegadizo y emotivo. Gran tema. Terminarían el principal con el tema “Dead Rock’N’Rolla”, también presente en el último disco, le cual, dedican a todas esas bandas y estilos que les inspiran dentro del blues, el rockabilly y el metal. Durante los bises acontecería uno de los momentos más emotivos de la noche, interpretando el mítico tema “House of the Rising” de los Animals por petición de la madre de Jesús el batería, el cual, se la dedicaría a sus padres y al resto de la banda, con la voz de Oleg, nuevamente perfecta. Para concluir el concierto, volverían a interpretar “Sin Lovers”, no sin antes agradecer a todas las personas que participaron en la creación del disco, sobre todo a Fernando Balbás y los estudios Vindio, que subió a ponerse a la guitarra para acompañarles, cerrado así un magnífico concierto. Oleg y compañía, han dado un gran salto de calidad todos estos meses. Su filosofía de dar guerra en los directos, se ha cumplido a rajatabla. Si queréis montar una fiesta por todo lo alto con el rock como base, ellos son los elegidos. Creo que nuestros amigos Los Brazos, deberían tomar buena nota, porque les han salido en la tierruca, unos alumnos muy aventajados. Estoy seguro que poco a poco llegarán muy lejos. Consiguen el perfecto equilibrio entre la caña y la voz peculiar y muy personal de Oleg, que en ocasiones, con ese matiz roto, me recuerda a las voces del grunge, dando un toque dramático y de rabia contenida a los temas muy bueno y melodía cuando el tema lo necesita.
Si tenéis oportunidad, no perderos sus próximos conciertos, serán una fiesta única.
Por último agradecer a la Sala Niágara por su buen trato y por confiar en nuevas promesas y darles la oportunidad de poder presentar sus proyectos. El evento que era gratuito, congregó, aparte de familiares y amigos, a bastante gente creando un habiente fiestero muy bueno. Nosotros continuaríamos su fiesta en casa adquiriendo el disco y la camiseta. Con luchadores así podemos asegurar que el rock nunca morirá.
Crónica y fotos: John Man.