Era el día de los Santos Inocentes, por eso pensábamos que este bolo no iba a suceder. Era demasiado bueno para ser verdad: una banda con tanto recorrido y de tanta calidad como Tierra Santa tocando en una ciudad dejada de la mano de Dios como Torrelavega… pero para alegría de todos la cosa iba en serio.
El concierto comenzó en la sala anexa a la nave principal (donde está la exposición de fotografía). Nos hubiese gustado más que ambas bandas compartiesen el grande. Aranea Adventus empezaron puntuales y con la sala ya a rebosar; así que lo que normalmente es una buena disposición del espacio para poder ir a la barra o a los servicios sin molestar a los que están viendo el concierto fue menos cómodo en esta situación. De todas formas, Octubre, y los propios Aranea nos explican que se hizo así por motivos de logística, ya que Tierra Santa hacen toda la gira en solitario, y se encontró esta solución para que pudiesen actuar las dos bandas.
El concierto de Aranea Adventus fue muy bueno, a todo esto. No los había visto tras las nuevas incorporaciones a la batería y al bajo, y son dos aciertos. Podemos constatar que en este estilo de heavy clásico también se puede tocar el bajo con púa; y pueden estar satisfechos de contar con un batería que sostenga el ritmo de la banda a lo largo de los múltiples cambios que tienen las canciones de este grupo. Junto a ellos están los incombustibles Teddy y Lolo a las guitarras, dando el callo como siempre. Combinaron temas ya clásicos de su repertorio como Cabalgando o La leyenda del Pirata con otros de su último capítulo discográfico editado este año como Desertor o Quiero Volar. Terminaron con el mítico Fuera de la ley de Galeón haciendo cantar a todos, porque es tan mítica que todos nos la sabemos y además ellos saben transmitir esa pasión que tienen al tocar con el público, encendiéndolo y poniéndolo a tono para cualquier batalla.
La que tocaba librar ahora, era reubicarnos a todos en la nave principal mientras el chiringuito de los tickets era desmantelado para rearmarse en otro lugar. Todo estaba listo para el grupo visitante, no tenía que haber demoras por cambios de equipo… aún así empezaron con bastantes minutos de retraso.
Subieron al escenario, primero el bajista y luego el resto buscando los vítores. Una vez se pusieron a tocar demostraron cómo de bien se les da eso. La presencia de teclados (quizás demasiado altos en la mezcla), junto a las guitarras le da un toque muy interesante a su música, y además las letras se las sabía casi todo el mundo y las coreaba, con lo que se hace un concierto muy ameno. Tocaron un par de temas de su último disco Un viaje Épico y muchos temas clásicos como Indomable, Dracula o La Leyenda del Holandés Errante, de su dilatada discografía. Y decidieron cerrar el concierto (después del manido paripé de bajarse y volver para tocar alguna más) con La Canción del Pirata de Espronceda, tocando tanto la parte 1 como la parte 2 (mucho más lenta), lo cual me parece un desatino porque no consigue el efecto subidón que te deja buena con tan buena sensación al final del concierto).
Pese a los pequeños inconvenientes quedó una jornada de 10 mateítos, como 10 cañones por banda tiene un velero bergantín. Gracias Octubre por brindarnos esta noche de Heavy Metal.
Mateo Domingo Merino
Fotos: Jose Antonio Muñoz Ramos, Mateo Domingo Merino, Mench Tejeira y Alexi Laiho