¡¡ORGULLO PORTUGUÉS!! La Asociación Portugal puede sentirse muy orgullosa de esta nueva edición del Soundcity que esperamos se perpetúe los próximos años.
El TORRELAVEGA SOUNCITY llega a su segunda entrega dejando tres días de buena música y muchísimo público, en una ciudad que en los últimos años ha perdido mucho de la actividad cultural de música alternativa que la representaba. Parte de la resistencia es de las asociaciones culturales, como la propia Asociación Portugal, organizadores de este festival y que van camino de 20 años programando de forma continuada.
La primera edición vino marcada por la polémica de los que no estaban de acuerdo con la celebración del festival, y tras sacarlo adelante con nota, tenían el reto de apuntalar definitivamente lo que puede ser un referente en los eventos de las fiestas patronales de Torrelavega.
JUEVES
El primer día de festival caía en Jueves, y teníamos el recuerdo de la edición del 2016 casi en familia, como a modo de presentación, con unos conciertos que sonaban por el equipo propio de la Asociación. Sin embargo, cuando llegué a la Plaza de La Llama me encontré con el equipo grande del festival ya montado y a LACHICA & LAGRANDE sobre el escenario. Los de Torrelavega están presentando su nuevo EP “Esto No Es Indie” y venían de descargar sus canciones en el Música en Grande de Santander hacía unas semanas. Me sorprendió gratamente la gran cantidad de público para ser un Jueves, pegados ya a las vallas. Los locales lo aprovecharon con un concierto muy intenso y la sensación del punto extra de motivación de los que juegan en casa, comportándose como todo unos cabezas de cartel. En su repertorio fueron alternando los estribillos cantables de “Un Lugar Pequeño” y “Esto No Es Indie”, llegando en el ecuador del set-list al tema que da nombre a este último trabajo, que Víctor presentó contándonos la historia de como fue canción “oficial” en el colegio donde imparte clases, y que la chavalería allí presente coreó a tope. Las voces se las repartieron el propio Víctor y Álvaro, dejando más libre a Fonso y su bajo para disfrutar por el escenario jugando con Raúl a la batería. Algunas de sus composiciones más veteranas como “El Amor Sin Terminar” llevaban una buena vuelta de tuerca con partes alargadas e intensidades crecientes que hicieron bailar al respetable, cerrando con “Gestalt”, otro que ya pasa al estatus de clásicos de los chicos grandes.
Tras ellos subía al escenario Pablo Z con su proyecto BORDAS. Muchos le tendrán más ubicado por su labor con Los Deltonos o con Templeton. En esta ocasión presentaba un concepto totalmente intimista en el que sale a escena arropado tan solo por su guitarra, su voz y algún ritmo secuenciado en algunas de las canciones. Quizás y a toro pasado, su posición no fue la más adecuada, ya que tras la intensidad con la que acabaron los que le precedieron, el contraste de ritmo era grande y podía haber funcionado mejor abriendo el día.
Para cerrar esta primera jornada les tocaba salir a SR. CHINARRO. Los de Sevilla se presentaban con una banda con mucho oficio tocando ritmos suaves para las muy melódicas líneas de voz de Antonio Luque. Casi no pararon en las primeras cuatro o cinco canciones tras las que el líder de la banda anunció como iban a dar un amplio repaso de su discografía. Un buen concierto para acabar un jueves y recuperar fuerzas de cara a los dos días que se avecinaban.
VIERNES
El viernes empezaba con HENDRIK RÖVER Y LOS MÍTICOS GT’s. El gusto y buen hacer musical de Hendrik hace que vayas con la certeza de que vas presenciar un concierto de calidad, además de conseguir el comentario recurrente entre gran parte del público de “no es el tipo de música que escucho, pero cómo mola”. Y es que el fundador de los Deltonos, se marcó un conciertazo de country arropado por el dúo de batería y contrabajo de los GT’s, Goyo y Toñín. El resultado fue muchísimo ritmo, del que hace mover el cuello, taconear e incluso bailotear a los más valientes. Las letras en castellano que siempre ha defendido encajan a la perfección con sus influencias americanas, y los constantes licks de guitarra fundidos con el ritmo, confirman el toque de clase. Auténtica delicatessen.
Los segundos del día fueron TOKYO SEX DESTRUCTION, que vuelven a una ciudad que visitan con frecuencia haciendo lo que mejor saben, destrucción. Pasamos de la pulcritud, a la actitud más visceral. A los que ya los hemos visto en otras ocasiones nos queda constancia de que RJ Sinclair es un animal de escenario, y si bien impacta más en el Face to Face de un local, en el escenario se desenvuelven a la perfección. El principio del concierto estuvo marcado por un extraño sonido en los golpes del bombo de batería, sumados a los golpes que RJ daba a su propio micro y que no paraba de volar. Pero una vez controlado, fueron trasmitiendo su energía al público cada vez más numeroso que iba llegando a la plaza. Su actitud incendiaria no se ha visto mermada en este Torrelavega Soundcity, y seguro que ha dejado una profunda impresión en muchos de los que allí estaban y que no les conocían aún.
Llegó el momento de los ILEGALES, quizá la banda que más expectación creaba de todo el festival. Se notaba en una plaza llena a rebosar, con un alto porcentaje de gente que comentaba desde cuando los seguía. Sus temas sencillos, el buen hacer de la banda y el gran sonido que acompañó todo el festival se combinaron para crear un concierto impecable. El propio Jorge Ilegal, con bastante sorna, presumía de su condición de autodidacta frente a los que “aprendieron a tocar en el colegio de monjas”. Según avanzaba el concierto fueron cayendo sus clásicos, que son muchos, como “Soy el que espía el juego de los niños”, “¡Hola Mamoncete!”, “Problema Sexual” y tantos otros que simultáneamente cantaban de principio a fin sus fans, aguantamdo incluso la lluvia que cayó en el tramo final y que no empañó para nada la actuación.
El fin de fiesta fue responsabilidad de LOS BENGALA. Un dúo de guitarra y batería con un toque macarra y desenfadado muy adecuado para los que querían acabar en clave de despiporre. Reconozco que me cuesta meterme en el directo de estas propuestas sin un bajo o elemento que apoye la base rítmica, pero dieron un buen show polarizando al instante partidarios y detractores, que desde luego tiene su mérito.
SÁBADO
El último día de festival empezaba pronto, con sesión de mediodía y, aunque no me veía con muchas fuerzas, tras un vigorizante desayuno tardío, me vi con el valor de acercarme a la prueba de sonido de MELOPEA, que iban a amenizar el Sound City Kids. Un gran invento para mantener entretenidos a los niños en un espacio marcado frente al escenario, donde correteaban mientras los padres se relajaban detrás. Cuando me quise dar cuenta caí en la encerrona, cerveza en mano rodeado de los conocidos que se acercaban. Y es que Melopea te termina trayendo recuerdos de juventud casi infantil, algo muy apropiado en esa escena. El concierto fue muy ameno, y entre historias de surferos que vuelven locas a las féminas o que matan a otros surferos llevándoles en el maletero, llegamos a los indispensables, como la celebérrima “Bajo el Sol”, tras la que ya llegó la hora de ir a comer algo.
Ya de vuelta por la tarde, llegué con el concierto ya empezado de los locales JEAN PIERRE. El grupo se basa en unos grandes temas que cuando más los escucho, más me calan y, aunque quizá no llegaban tan ensayados como otras veces debido a la distancia y la reciente paternidad de César, saben suplirlo con la actitud y la sensación de libertad creativa y compositiva de los que no se encorsetan a las leyes del pop, jugando con mucha complicidad y sin complejos sobre el escenario. Un toque de frescura y descaro que siguen manteniendo en todas sus versiones de formación.
Detrás de ellos iba ÁNGEL STANICH, con una banda muy sólida que acompañó a su inconfundible tono de voz y a sus letras vacilonas, creando opiniones encontradas entre la multitud que ya cubría toda la plaza, como pasa con toda apuesta personal. El ritmo continuo que imprimieron a las canciones hizo que las mismas fluyeran casi sin darnos cuenta, ya desde que abrieran con “Un Día Épico” de su último EP, hasta la colaboración que se marcó Boba adelantándose a su turno con Leon Benavente, y que nos presentó un curioso cuadro de dos tipos ciertamente similares aunque más-menos canosos. En su repaso, nos dejó buenos momentos como los de “Mezcalito”, “Carbura!” y “Metralleta Joe” y quedando un buen ambiente para lo que nos quedaba de noche.
Y los que continuaban en esa noche eran los vascos GRISES. Una banda que no tenía muy controlada, como creo que le pasaba a gran parte de los que me rodeaban, pese a estar bastante presentes en emisoras como Radio 3. Ya en su apertura con “Laberinto” caí en que los había escuchado más de lo que creía, y enseguida consiguieron levantar al personal, con un derroche de energía de todo el grupo, y en especial de Amancay Gaztañaga, que rompió una lanza en favor de todas la chicas ausentes en los festivales encima del escenario, como técnicos, o como organizadoras, a la hora de presentar “Wendy”. Las voces las comparte con Eñaut Gaztañaga, repartiéndose “Animal”, “Parfait” y “Avestruz” y llevando el festival a uno de sus mayores momentos de bailoteo, con gente que no paraba de saltar pese a ser la primera vez que los escuchaba. Un auténtico fiestón con un sonizado de los que no te dejan indiferente.
Me perdí a BETACAM en el escenario pequeño, partiendo su actuación para cubrir los intercambios de grupos. Pero debió dejar muy buenas impresiones entre los que le rodearon y que resumen su presencia con “Chacal!” uno de sus temas. Me lo apunto para la próxima.
Tocaba poner punto y final al Torrelavega Soundcity con el último grupo, y el honor corrió a cargo de LEON BENAVENTE, así como la responsabilidad de poner el broche dorado a todo lo que les había precedido. Un llamativo set de luces propio que montaron y que cubría el fondo del escenario, despertaba la curiosidad. Una vez que arrancó, ese montaje dio mucha personalidad a su puesta en escena, vistiendo los acordes de sintetizador de “Tipo D”, un tema hipnótico con una letra genial y con una intensidad creciente, la mejor manera de empezar. Se notaba que muchos venían expresamente a verlos, y la banda ha sabido aprovecharlo dando un autentico concierto de cabeza de cartel, en el que Boba se mezcló literalmente con un publico totalmente entregado y poniendo la guinda del pastel a esta segunda edición.
Y es que esta segunda entrega del Torrelavega Soundcity nos ha dejado la ilusión de ver que se han apuntalado las bases de un grandísimo festival, que mantiene el espíritu de la Asociación Portugal, a los que hay que dar la enhorabuena. Con bandas locales tratando de tú a tú a grandes grupos de la escena nacional. Grupos que podemos ver con entrada libre y precios razonables en barra, dando mucha vida a la Plaza de la Llama y alrededores, que parece que ya han visto su potencial y la posibilidad de sacar también sus barras a la calle.
Esperamos que esto dure muchos años más, pero también esperamos que este oasis dentro de unos deprimentes años de actividad cultural independiente en el núcleo urbano de la capital del Besaya se extienda, y podamos ver de nuevo este derroche de vida en los bares de la ciudad con la nueva Ley de Espectáculos.
Crónica por Juanma Pinto, fotos por Álex Kennedy, Óskar Sánchez, Jose Odio Sonoro, Foto Evoluzion, David García . Vídeos por Oskar Sánchez