El pasado 1 de Marzo, acudimos a la sala Santana 27 en Bilbao para ver a los nórdicos Korpiklaani, Turisas y Trollfest. En los últimos años está siendo costumbre tener que ir a esta ciudad vecina para poder ver este tipo de grupos, enmarcados todos dentro del Folk Metal con estilos muy diferentes.
A las 18:30 hrs., comenzaron los noruegos Trollfest que venían con nuevo disco bajo el brazo “Norwegian Fairytales”, de ahí que fueran ataviados con trajes de princesas. Os recomiendo ver su videoclip “Espen Bin Askeladden”, no tiene desperdicio! Exactamente hace un año escribí la crónica para el concierto de Madrid (Korpiklaani + Heidevolk + Trollfest) y me mantengo en todo lo que comenté. Llevo muchos conciertos vistos de Trollfest y nunca me han defraudado, a pesar de presentar canciones del nuevo disco, no olvidaron de los viejos. Por tanto, son el perfecto grupo si lo que quieres es pasártelo bien, saltar, bailar o descojonarte de la risa. Trollmannen, el vocalista, consiguió mover a la tímida sala que nos encontrábamos al principio (no más de 60 personas), y Lodd Bolt, el bajista, fue el encargado de dirigir a los allí presentes en la megaconga que se montó por toda la sala llegando hasta la entrada. Es un grupo muy cercano al público tanto dentro como fuera de los escenarios. Descargaron un set de 12 canciones, “Professor Otto”, “Kaptein Kaos” o su versión de “Toxic”, entre otras, que nos dejaron con buen sabor de boca para lo que venía después.
La sala iba llenándose poco a poco, y llegó el momento del grupo que estaba esperando: Turisas. La última vez que les vi fue en el 2014 en Helsinki junto con Ensiferum. Por aquel entonces, apenas les conocía, y fue un auténtico descubrimiento. A pesar que llevan sin sacar disco desde hace 6 años, y han cambiado mucho la formación original, y a sabiendas que el violinista Olli Vänskä no iba a ir siendo sustituido por la enérgica Caitlin di Ville, dieron un concierto espectacular, técnico tanto vocal como instrumentalmente hablando. Ataviados cual guerreros, con sus caras pintadas de rojo y negro, pudimos disfrutar de canciones de todos sus álbums: “To Holmgard and Beyond”, “Battle Metal”, “Stand Up And Fight”, o la versión metalera de “Rasputin”. Decidieron acabar con un enfoque acústico en los bises, que nos sorprendieron a más de uno, donde algunos se intercambiaron los instrumentos. Acabaron con “The March of the Varangian Guard” y “For Your Own Good”.
Acabaron con “The March of the Varangian Guard” y “For Your Own Good”.
Después de hora y media de concierto con Turisas, llegaría el final del show con Korpiklaani, la decepción de la noche. Venían con nuevo disco “Kulkija” que ha recibido bastante críticas entre sus seguidores, y que bajo mi punto de vista le dieron demasiado protagonismo a este concierto, lo cual hizo que no conectara con el público, y que vieras más de una cara de aburrimiento. Para colmo, tuvieron algún problema con el micrófono de Jonne Järvelä, que, yo que estaba en las primeras filas, se le veía como estaba más concentrado en leer las letras de las nuevas canciones que en hacer disfrutar a los allí presentes. Consiguieron remontar la noche en el tramo final con canciones de otros discos como “Wooden Pints”, “Beer beer”, el famoso “Vodka”, para acabar con “Happy Litle Boozer”.
Estoy de acuerdo en que quieran presentar su nuevo disco, pero cuando todo tu concierto se basa en él, a sabiendas que es un disco completamente distinto a lo que nos tienen acostumbrados, corres el riesgo de que se convierta en un concierto soporífero, y que más de uno decidiera marcharse antes de que concluyese el espectáculo. Y eso fue lo que pasó esa noche.
Crónica y fotos: Verónica Valdés.