Escuchando lo nuevo de Playa Cuberris casi puede sentirse el vértigo físico de estar volando hacia Turín en un avión a 10.000 metros de altura (que asusta un poco). Aunque lo que sí se siente es ese otro vértigo emocional de ser plenamente consciente de todo lo que dejas atrás para abrazarte a una corazonada sin saber si se transformará en certeza (que asusta que te cagas).
Al mismo tiempo, la voz de Pedro transmite esa necesidad coronaria de quien no podría vivir sin al menos intentar descubrir si la corazonada es real y la certeza se hace carne; ese irrefrenable y casi infantil impulso que nos hace arrojarnos al vacío o, como en este caso particular, subirnos a un avión con destino geográfico claro pero devenir vital incierto.
Por eso ‘Turín‘ es una canción de amor fronterizo, de rock melódico a cara o cruz, que parte de una pregunta lanzada en un cruce de caminos: ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para recuperar una relación a distancia?Basada en hecho reales, nos la canta en primera persona alguien que se despide de su trabajo en España, se arma de valor, lanza una moneda al aire y decide coger el primer vuelo que sale de Barajas… rumbo a Turín, claro.
Todo son dudas (y ganas) mientras el avión cubre los 1.500 kilómetros de distancia entre Madrid y la ciudad italiana. “Puede que esta vez tenga todas conmigo, vamos a inventar una fuerte adicción… esta vez”, clama el amante, desesperado por descifrar su futuro en forma de canción que ahora se convierte en el cuarto single de ‘Gigantes‘, a su vez tercer disco de Playa Cuberris -el primero con Warner Music-, con producción de Nigel Walker junto a Chapo González.
Dos nombres que nos llevan hasta Leiva, Pereza, Los Rodríguez o M Clan y que aquí dejan su impronta pues, efectivamente, de su mano Playa Cuberris avanzan confiados y con firmeza hacia un sonido mucho ‘más gordo’ que les emparenta con ese tipo de rock en castellano del que ahora decididamente toman el relevo.