EL ROCK NACIÓ DEL BARRO: A veces los momentos más épicos nacen de los momentos más difíciles, y esto es lo que nos hicieron vivir en Vidiago bajo lluvia y sobre barro.
Como muchos sabréis, el Festival Vidiago Rock no está hecho por una productora o agencia de eventos, está hecho por una asociación cultural que lucha para que se perpetúe año tras año, dando vida al pueblo de Vidiago y a un entorno atravesado por una carretera que ha dejado de ser la comunicación principal entre Asturias y Cantabria con la construcción de la nueva autovía. Los que conozcáis agrupaciones similares que organizan este tipo de eventos, os imaginaréis el mérito que tiene que hayan llegado a su 12ª edición.
Los que seguís Noche De Rock por cualquiera de nuestros medios, estaréis al corriente del tesón de la Asociación Vidiago Rock ante las zancadillas institucionales del pasado año, y así, con mucho esfuerzo por parte de la gente de la asociación, el pueblo de Vidiago y todos los que se han visto contagiados por esta entrega, presentan una nueva edición del festival que no se conforma con sobrevivir, dando un ambicioso paso adelante en sus medios y en un cartel con mucho criterio.
Pero, como si estuviésemos en un reality de Discovery Channel, todavía faltaba un punto de emoción, y ese punto ha sido la meteorología.
La lluvia que arreció durante todo el día, anegó por completo la campa haciéndola impracticable. Y, a pocos minutos de la apertura de puertas, se trabajaba sin descanso con excavadora, apisonadora y palas para salvar el festival. Además, los problemas del agua se juntaron con la electricidad y una olvidada manguera de corriente que echaba abajo la luz, provocando un notable retraso en el inicio de los conciertos ante la mirada de impotencia y desesperación de los organizadores, caracterizados por la puntualidad de su programa.
Con todo, cuando nos quisimos dar cuenta, ya teníamos a los cántabros WET CACTUS sobre el escenario y, según dieron sus primeras notas, pasó lo que parecía impensable minutos antes. El público se empezó a arrimar al escenario en un inicio espectacular. En gran parte mérito de esta joven banda que consigue que sus extensos temas, entre el stoner, la psicodelía y el progresivo, calen en un público cada vez más numeroso que no se limitan a mirarles embobados. Cuatro temas, incluyendo su versión del “Set The Controls for The Heart Of The Sun” de Pink Floyd, en un repertorio recortado en un pacto de caballeros entre bandas y organización para ajustar los horarios. Estos temas no forman parte de su último EP y deduzco que entrarán en la grabación que se encuentran inmersos. Y tienen muy buena pinta, consiguiendo que la gente bailase sin pensar en el barro cada vez que subían la intensidad y terminando con “Space Age” que dejó muy buen sabor de boca entre los asistentes.
Acto seguido saltaron a las tablas los asturianos SOMBRA, un trío de batería, guitarra y bajo curtida en escenarios que despliega unos pasajes de post-rock instrumental que conectaron muy bien con un público ya lanzado. Los temas que presentaron en Vidiago corresponden al disco que presentarán a finales de este año, y entre los que se encuentra la interesante “Abraxas”, única que han desvelado a través un vídeo que se puede encontrar ya en sus redes sociales.
Como nuevo representante de la zona norte llegó el turno de los vascos HIGHLIGHTS, en un momento perfecto para su hard rock, que mama de las influencias más clásicas. Sus canciones llevaron el festival a un ambiente de auténtica fiesta y en ocasiones me recordó a la banda sonora de los clásicos básicos del cine de rock, especialmente en “Silver Queen”, todo un temazo. Las voces se reparten entre Mario Coira y Miguel Moral, guitarra y bajo respectivamente, dando mucho color y arropándose mutuamente en los coros de unos estribillos muy cantables. Mención especial a la versión que se marcaron del “Rock Bottom” de UFO. Un gran grupo a seguir y que próximamente veremos por tierras cántabras.
Con todos estos antecedentes salieron los ucranianos STONED JESUS, que suponen la primera banda internacional de la historia de este festival, y aprovechó su momento a conciencia. Gran parte del público se había acercado expresamente a verlos, y los grupos anteriores habían caldeado el ambiente de una manera ideal. Su concierto empezó con los ambientes de “Bright Like The Morning” y fue subiendo de intensidad con temas como “Electric Mistress” que enloquecieron a la audiencia. Fue un placer ver a los organizadores flipando con la entrega del público ajeno a la lluvia y saltando sobre el barro como si no hubiese mañana. Como único bis se tocaron “Here Comes The Robots” un trallazo que contrasta con la longitud habitual de sus temas, y que fue la guinda de un show impresionante como hacía mucho que no veía.
Tras los ucranianos iban TOTENGOTT, una banda asturiana de doom oscuro y profundo con formación de trío. Les tocó volver a reunir a la gente que se había empapado y que habían dado todo con sus predecesores. De hecho Nacho al bajo, sin ningún tipo de miramientos, llegó a “increpar” a los del fondo en una extensión de la energía que imprime junto a la batería de Jose Mora en la base rítmica, mientras que Chou la ambientaba con una rasgada voz en los tres temas que tocaron y que forman parte de su primer álbum.
LEGACY OF BRUTALITY tocaban también en casa después de unos conciertos que les han subido a escenarios de grandes festivales como Wacken y Resurrection, y su dominio de las tablas lo han demostrado totalmente en Vidiago. Descargaron una nutrida representación de su último trabajo “Giants”. En tres temas seguidos dejaron ver varías de las texturas que dominan, como la épica “Under the Hammer of Doom”, la contundencia de los bombos de “Your Kingdom Come” o la locura de “Insanity Supreme”.
El cierre del festival corría a cargo de VITA IMANA. Los madrileños también venían del Resu, y curiosamente era la única banda que cantaba en castellano. El escenario que presentan impresiona ya de base, con la batería de Daniel García paralela al llamativo set de percusión, gong incluido, de Miriam Baz. Tenía mucha curiosidad por ver como funcionaba en directo, y no me ha defraudado en absoluto. Sonaron muy redondos con la banda echando el resto. La percusión, que no deja de ser un punto característico, aprovechó muy bien sus momentos donde destacar, tomando mucha presencia en temas como “Gondwana”. Un cierre de lujo para la edición de este festival.
Tras lo vivido, no dejamos de pensar como hubiese sido todo si el tiempo hubiese acompañado ya que, con todo los elementos en contra, se creó un ambiente increíble difícil de repetir. Esperemos que, pese a todo, los números cuadren y que este festival se siga repitiendo y creciendo como hasta ahora.
Y animamos a todos aquellos que quieran ayudar a hacerse socios de la asociación (por una cantidad simbólica), hacerse con las camisetas o cualquier otro apoyo que se os ocurra, para que esta gente siga programando dentro y fuera de Asturias como en este último año.
Una vez más ¡LARGA VIDA AL VIDIAGO ROCK!
Crónica por Juanma Pinto, fotos por Ana Blanco.
Vídeos Oskar Sánchez y Juanma Pinto.