El grupo inició su andadura en Santander hace un par de años, cuando ante la posibilidad de ensayar de manera continuada, estos cinco chicos comenzaron a quedar para trabajar las bases de sus primeras canciones. Ya desde el comienzo éstas fueron adquiriendo un ritmo pausado deudor de bandas próximas al slowcore (Codeine, los primeros Red House Painters…). Una vez dejado atrás el ansia de perfección estructural, el grupo retoma el pulso a lo natural y espontáneo, intentando, además, acercarse a lo orgánico (en estos momentos comienzan a utilizar sintetizadores de emulación analógica). Las referencias que Vranca han manejado a lo largo de estos meses “durante los cuales han actuado en la primera edición del “Tañed Tin” o teloneado a Sr- Chinarro en sendos conciertos en Andalucía- han sido las mismas. En este aspecto, el abanico de posibilidades que la banda oferta es ilimitado y cerrado a la vez. Para hacerse una idea de esto no hace falta más que meter en el mismo recipiente las canciones de Low con las de Mogwai o Godspeed You Black Emperor; lejos de disociarse, aunque aparentemente no tengan muchos puntos en común, ambas partes convivirán en paz y armonía. Se trata de la unión de extremos opuestos. Las nanas y lo oscuro, lo repetitivo y lo dinámico, lo bajo y lo alto, todo en su música es una sucesión de contrapuestos en un intento de fusión natural, que haga de las canciones, no bandas sonoras para películas, sino películas en sí mismas.
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