ES UN SOPLO LA VIDA: Dentro de menos de un mes Noche de Rock cumplirá 20 años completos en antena. Queríamos celebrarlo con la audiencia por todo lo alto y escogimos un gran escenario y unas increibles bandas.
El día que me dieron los carteles grandes de la fiesta aniversario separé uno y lo llevé a enmarcar, pero no me he atrevido a colgarlo en la pared hasta hoy. Cuando uno se mete en una aventura de estas dimensiones no tiene muy claro hasta que termina si va a querer recordarlo para siempre o si va a preferir poderlo olvidar. Podría decir que por fortuna fue lo primero, pero mentiría. No fue fortuna. Fue trabajo. El caldo de cultivo de todos estos años de trabajo ayuda, claro, pero la experiencia, la disposición y la ilusión de todxs los que participaron en el evento han sido los que han conseguido que finalmente floreciese una noche memorable.
Pero no os quiero aburrir con todo lo que sucedió entre bambalinas antes de que abriésemos el telón. Al final, aunque desde dentro fue mucho más intenso, lo importante es lo que sucedió de cara al público, y eso comenzó a partir de las ocho y media de la tarde con la actuación sorpresa de La Nariz Roja en el exterior del Escenario Santander. Se ve que nos tienen caladísimos porque aparecieron enlutados y encapuchados para deleitarnos con un espectáculo de fuego digno de un videoclip de Manowar. Queríamos probar algo especial y creo que conseguimos que la entrada lo fuese, cambiando el típico triste desfile a un local vacío por una reunión al aire libre que hizo que se notase desde el principio que aquello pintaba a fiesta. Sin embargo, también a la entrada estaba la Red Solidaria Popular para recordarnos que mientras disfrutamos hay mucha gente que lo pasa mal. Quisimos aprovechar el tirón de la convocatoria y la respuesta de la gente fue la esperada, recogiéndose una buena cantidad de comida y productos de higiene para que la red los pueda distribuir entre quienes lo necesitan en nuestro entorno cercano.
Con precisión suiza, como es costumbre, iniciamos el concierto de Memorandum, que se apoyaron en toda suerte de imágenes psicodélicas en la pantalla para reforzar el mensaje de su música. No quiero extenderme en repetir una vez más lo que hemos dicho ya miles en la radio; me parece que su propuesta es interesantísima, sobre todo por lo personal de su mensaje, en el que puedes encontrar trazas de muchas cosas, pero ningún calco descarado. Tal y como ya habían avisado en el programa de la semana pasada los temas de “No es el sol, es una estrella normal” han sufrido continuas transformaciones, y aunque fueron plenamente reconocibles fuimos apreciando distintos arreglos en muchos de ellos. Para este concierto se reincorporó a la batería Pablo (West) original de la banda hasta justo después de grabar su álbum debut. Poco más que decir. Nos dejaron sin palabras con su música, da miedo pensar a lo que pueden llegar.
De la solvencia de Karonte poco ya se puede añadir. Es casi un cuarto de siglo de Death Metal Rural. “Vivo y Resucitado” merecía verse en el escenario del ES y para nosotros fue una alegría contribuir a que sucediese. La aguja de presión se pasó los tres cuartos de hora picando en rojo y el público lo agradeció. Había un montón de gente que se había movido desde las comunidades vecinas para verles aquí y se fueron con su merecida dosis encima. Les agradecí enormemente que recuperasen Letargo para el repertorio, y nos la regalasen casi al final. No se cuantos años nos quedarán de Karonte, pero si lo de anoche tuviese que ser el broche, yo me daría por satisfecho.
Cuando escogí a Memorandum y a Mountain Stew para formar parte del XX Aniversario no pensé inmediatamente en eso del relevo generacional, de empujar a los más jóvenes hacia arriba y todas esas mierdas. Sencillamente revisé mi carpeta de mejores discos de 2015 y me encontré entre otras cosas sus respectivos últimos discos: Ese fue el motivo. Mountain Stew me convencieron en directo en uno de sus primeros conciertos. Tenían a la peña en la puta palma de la mano sin haber editado ni siquiera una maqueta para que pudiesen aprenderse las canciones. Esa magia se tiene o no se tiene. Yo lo avisé, disparan con riff gordo. A mitad del bolo vino una prima que tengo en Alemania y está aquí de vacaciones a decirme al oído cinco palabras que empiezan con estas iniciales: QOTSA. Sí, puede ser, por ahí van parte de los tiros, pero una vez más… hacen todo eso suyo. “Lost te puede tener enganchado durante semanas. Si te lo llevaste estás en peligro de caer en bucle infinito.
Para demostrarte lo que sucedió en el concierto de Quaoar podríamos haber hecho el experimento de dejarte escuchar solamente los bramidos del público entre canción y canción y jugar a adivinar a que banda estaban viendo. Aquello fue un concierto grande. Y digo grande grande, de banda grande. De las que viene a España hacen tres fechas y se piran. De las que la gente tiene todos sus discos y se los sabe de memoria. De las que te pasas la semana previa de motivada, vuelta y vuelta para disfrutar a tope de la hora y pico que vas a poder tenerles delante. Así fue, así se sintió, y lo mejor de todo es que la mayoría de la gente que les vió ni siquiera les conocían de antemano. Tienen ya sus incondicionales aquí, como demostró que el año pasado fuesen el disco favorito de nuestra audiencia, pero te puedo asegurar que tal vez la mitad de los congregados no les conocían ni de nombre y sin embargo se metieron a todos y cada uno de los presentes en el puñetero bolsillo con una facilidad pasmosa. Había una chica frotándose los ojos y pidiendo pellizcos para comprobar que era de verdad. No es vacile. No es de extrañar. Suenan potentes y precisos por los cuatro costados, manejan a la perfección el cambio de dinámica entre las partes más acústicas y ambientales y una distorsión rockera que raja más allá del metal, con solos que beben de las fuentes más clásicas de los géneros padre. Iñigo es sencillamente una de las mejores voces y uno de los mejores frontman del estado. Están en un momento increible y escogieron un repertorio para abrirnos la cabeza a guitarrazos. Nos fuimos todos presionando la hemorragia con la mano para evitar caer al suelo.
Al terminar recibimos los abrazos satisfechos de un montón de gente, músicos, colaboradores, técnicos, amigos, patrocinadores y oyentes. El único regusto amargo fue saber que había terminado y que tendremos que esperar algún tiempo para volver a montar otra así de gorda, porque sabemos que no se puede tirar todo el rato del hilo y esperar que la gente responda como lo hizo ayer. Es una pena, porque nosotros nos quedamos con ganas de liarla más a menudo, de reivindicar este escenario grande para su uso por parte de las bandas locales.
Casi al irme estuve hablando sobre la radio con un montón de gente que no conocía de nada y al parecer nos escucha. Un par de ellos incluso desde el principio en los noventa. Uno me dijo que vivía en Colombres y que hace muchos años lo mejor de la semana era esperar al martes por la noche y poner la radio para escuchar Noche de Rock. Estamos viejos, pero llevamos una llama ardiendo que avivada por palabras como esas jamás podrá apagarse. Gracias.
Publiée par Noche de Rock sur Samedi 11 juin 2016
¡¡¡Este es el finde!!! No te pierdas nuestros veinte añazos con el festivalazo que estamos preparando para este sábado en Escenario Santander. PD: Imprescindible ver el video con audio para una experiancia 100% satisfactoria :p
Publiée par Noche de Rock sur Lundi 6 juin 2016
Festival NOCHEDEROCK XX ANIVERSARIO
¿Qué no te has enterado? ¡¡Ya estamos en el mes del Festival XX aniversario de Noche de Rock!!
Publiée par Noche de Rock sur Mercredi 1 juin 2016
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.