Diamantes Musicales, son una de las asociaciones culturales más longevas de nuestra ciudad, que no para de programar actividades, para darnos alegría y enriquecimiento cultural a Torrelavega. Organizan proyecciones, conciertos en diferentes tipos de locales y apoyan al resto de camaradas de asociación. Ya llevan veinte años de andadura (Casi nada) y para celebrarlo, trajeron el domingo pasado al Teatro Municipal Concha Espina, a posiblemente una de las mejores guitarristas femeninas de todos los tiempos, como es Ana Popovic.
Una servidora la vio casi de chiripa en el Azkena Rock del año pasado y se montó un buen pollo en el concierto. Nos quedamos con la boca abierta, un concierto de los que te da igual que sea de día o de noche, de pie o sentado, que te va a dejar el culo torcido.
Domingo 20:00 Hrs. al lado de casa, un concierto así. De verdad, un puto regalo (Teniendo en cuenta también, que en otros conciertos la entrada es el doble o más) y evidentemente, todos pensamos lo mismo (Yo casi me quedo si entrada. Así te lo digo.), ya que el Concha Espina estaba hasta arriba de gente, unos conocidos y otros no tanto, lo que significa que esta banda es valorada por mucho público. Está claro que los de casa, sabemos lo que quieren los vecinos.
Guitarrista serbia nacionalizada americana, está nominada para los Blues Awards 2024 (Como para no), como mejor artista de blues y como mejor disco con “Power”, y posiblemente, la única guitarrista femenina de los Estelar Experience Hendrix 2014-2018. La bandaza de Ana está compuesta por Jeremy Thomas a la batería y voces, Bethel al bajo (Productor del disco y director de la banda también), Michele Papadia al teclado, Claudio Giovagnoli al saxo y Davide Ghidoni a la trompeta (Corregidme si me equivoco con algún nombre, no he encontrado mucha info al respecto), haciendo un combo de lujo. El concierto empezó bastante puntual (Hay que dejar sentarse a la gente, que vamos teniendo una edad y vamos despacio), con los colegas de Industrias Portugal echando un cable con los micros y un Concha Espina hasta la bandera y como no podían faltar, colegas fotógrafos para retratar el show. Otra cosa no, pero ganas y fotógrafos, tenemos en la comarca a mogollón.
Antes del concierto, tenía claro que no me iba a perder a “La Popovic” por nada del mundo, pero es reconozco que se me pasó la cabeza el mítico “Qué pena que sea sentado” y me alegro un montón de haberme “equivocado” al respecto. Si tienes un mínimo de sensibilidad musical, vas a valorar y disfrutar de este concierto de cualquier forma, de verdad lo digo. Ana y su banda, son una banda de rock, de soul, de jazz, de country, fusionan muchos géneros con los que todos estamos familiarizados, de una forma grandiosa y elegante. Mira que no soy muy de solos de guitarra interminables y aburridos, pero Ana lo hace de una forma muy elegante y dinámica que hace que te dejes llevar, y sin despeinarse. Y no solo toca la guitarra que te mueres, si no que también tiene un vozarrón digna de una estrella de soul, que junto con su bajista y batería que también cantan, elevan las canciones a otro nivel. Otra cosa que me gustó, es que a todos los músicos se les vió que se lo estaban pasando en grande, con miradas sonrisas y bailes varios, no solo estaba siendo un concierto de mucho nivel, también fue divertido para ellos y para nosotros.
Hubo aplausos al final de las canciones, con las palabras de Ana y para acompañar a la banda en los estribillos más pegones y aunque la duración del concierto fue mas que adecuada, a todos se nos hizo muy corto. A la salida del Concha Ana estuvo con el merchan y haciéndose fotos con sus fans, más majas que las pesetas, y encima pudo lucir el lookazo que llevaba. Muchas gracias por este regalo que nos habéis hecho compañeros de Diamantes Musicales. Moláis infinito.
Texto y vídeos: Alex Kennedy
Fotos: Maya C. Cañestro