Hace años que con la gente del Vidiago Rock, tenemos una relación y un cariño especiales, ya que compartimos nuestra filosofía de lo que mola de un festival: contar con bandas de la provincia, de fuera de ella e incluso de España a las que muchos grandes festivales no valora, ni les interesa posiblemente (ellos se lo pierden), pero que se comen con patatas cualquier escenario que se les ponga delante. Esforzarse un montón en que todo el mundo esté a gusto, ya sea intentando que el recinto y la atención al público sean las mejores posibles, que puedan ver los conciertos cómodamente, que puedan cenarse unas buenas costillas a la parrilla y también como algo muy característico de esta gente y que la gente no olvida jamás, el respeto y trato a los músicos. Vengan del pueblo de al lado o de Italia, todos los músicos son tratados con el mayor cariño con el que se pude hacer, compartiendo todos camerino de igual a igual, con voluntarios que están allí con ellos durante todo el concierto para lo que puedan necesitar.
Todo esto hace, que la mayoría de la gente que pise este festival ya sea como público o como músico, se sienta en casa y no dude en volver al festival en futuras ocasiones. De hecho, tenemos colegas que van al Vidiago solos, porque saben que cuando lleguen allí habrá muchas caras conocidas. Fuimos muchos los que nos llevamos una alegría cuando en redes, vimos anunciado que el Vidiago Rock volvía a la carga, por eso se llamó: XX Vidiago Rock: El renacer y esta vuelta tenía un motivo muy especial y es el de homenajear a la fundadora del festival: a la gran Gloria Cueli. Ella fue la primera que con dos ovarios, se tiró para adelante para hacer algo diferente e interesante para el pueblo y madre mía Gloria, mira lo que has conseguido.
En este renacer, se han liado la manta a la cabeza y se han currado nada más y nada menos, que dos días de festival (recordar que esto lo monta una asociación cultural). Ambos días, muy bien repartidos y apetecibles para cualquiera, ya que hubo Stoner, punk rock, metal, garaje…..¡¡imposible que no te mole ninguno ¡!!. El viernes abrieron las puertas y la entrada del festival se convirtió en el reencuentro de un montón de amigos del Vidiago, como si hubiese vuelto el hijo pródigo de las Américas.
Como siempre, Cueli fue el anfitrión del festival, presentando a todas las bandas como él sabe, con todo el carisma del mundo y consiguiendo siempre que la gente aplauda a las bandas como es debido. La encargada de abrir el festi, fueron los de casa, Ritmo Vudú. Un trío garajero que al igual que Emboque o Duro, no necesita más gente para llenar un escenario y liarla bien gorda, se la pela que sean las 3 de la tarde o de la mañana, tienen energía para regalar y sabes que donde vayan ellos, hay fiesta, además de las coñas que tienen siempre entre ellos y con el público, que tanto nos hacen reír. Más a gusto que en brazos.
Entre banda y banda, los del Vidiago nos pusieron música guapa en la barra y como no, ¡¡ Comida calentita para cenar!!. Costilla, Pulled Pork, comida vegana, ¡De tó!, de mano del señor Conrad y nuestro Nico. Y sin hacernos esperar mucho, llegaron Wet Cactus, una banda de Cantabria que ya son viejos conocidos del festival, los cuales están actualmente en un momento muy, muy bueno. Stoner y psicodelia es sobre todo hacia lo que tira esta banda de chavales, porque sí, desde bien jóvenes han tenido muy claro lo que quieren hacer y cómo lo quieren hacer, y nos hace mucha ilusión que hayan estado con nosotros en este renacer tan especial, en el que como no dudaba nadie, estaba hasta la bandera disfrutando con ellos. Además, están en plena gira de su último disco “Magma Tres”.
Otra cosa que mola de la nueva/antigüa ubicación del Vidiago Rock, es que al ser una bolera, dispones de gradas donde poder sentar el culo de vez en cuando, que todos tenemos ya una edad. Somos rockeros molones, pero no unos chavales.
Los Cactus dejaron al público muy animado, para la siguiente banda Cápsula. Argentinos ubicados en Bilbao, que muchos conocimos en el Festival Torrelavega Soundcity y nos quedamos con el culo cuadrado. Otro trío que allá donde va, deja huella, ya que engancha al público como nadie y da igual que ese día te hayas levantado a las 5 de la mañana, vas a bailar y lo sabes. Si alguien no les ha visto nunca, tenéis mucho crimen.
Una gozada ver tantas caras conocidas y gente diferente pasándoselo bien durante todos los conciertos y es que algo muy bonito del Vidiago, es que el que va una vez, se enamora de la gente y la forma de hacer las cosas del Festival y se hace amigo para siempre. Por allí andaban los amigos de La Talá, Las Rubias, Rheme, Juanjo, Joaquín y un montón de fieles y sobre todo amigos desde hace muchos años. ¡¡Ole por vosotros!!.
Tocaba ir terminando el viernes (¡Oohhh…!) y lo hicieron de la mejor forma que se pudo hacer, que es contando con la banda Misiva, es su gira de despedida. Punk rock asturianos, que estaban súper emocionados y entregados por estar en el festi y poder despedirse de todo el mundo dando el 300 %, siendo muy emotivo cada discurso, cada canción, cada…..¡todo!. Hubo Wall of death, Cueli se subió al escenario a cantar con ellos (¡Grandes!). Aunque no conocieses de nada a la banda, te llegaba ese buen rollo y sentimiento que había en el recinto. La gente no quería irse a casa, pero había que reponer fuerzas para el día siguiente y para digerir todo lo que estaba pasando.
El sabadete deberíamos estar cansados, pero la verdad es que unos cuantos estábamos todavía con el subidón de lo que había sido el primer día de festi. ¡No queríamos que aquello acabara!. Así que para daros por el gusto a todos, los del Vidiago se encargaron de que la charanga El Compango, recorriera las calles y los bares de Vidiago, dándonos mucha vidilla a todo el pueblo (¡putos amos!). Aunque muchos ayuntamientos nos lo vean así, este tipo de eventos favorecen un montón a todo el pueblo, ya seas rockero o no.
El sábado abrieron el festi otra banda de casa, los cántabros Soulbane. Cuarteto de rock…y lo que tú quieras, porque una de las cualidades de esta banda, es que les flipa fusionar instrumentos y géneros musicales y hacerlos muy suyos. De hecho, están presentando su último trabajo “FFR” compuesta por tres trilogías y pudimos disfrutar en dos de sus temas, del arropamiento de algunos miembros del “Compango”, con los que hubo mucho feeling y buen rollo.
Otra cosa que mola del Vidiago (son muchas, de verdad) es que todos los músicos comparten camerino y se crean dentro un ambiente de colegueo que mola un montón. Ya seas de Asturias, de Cantabria, de Cataluña o de Italia).
Alto Volto les siguieron a los de Cantabria, una banda legendaria donde las haya. Personalmente, me hizo mucha ilusión que tocaran en el festival, porque en nuestra zona son muy conocidos y valorados, pero una servidora no había tenido la oportunidad de verles nunca en directo y ¡santo directazo que se marcaron!. Están más que en forma y la frase que más se repetía por el recinto fue “Joder qué conciertazo se están marcando, chaval”.
Estaba clarísimo que allí nadie iba a parar de bailar, a los que estábamos currando allí, ya íbamos notando el paso de las horas, el cansancio y que no somos unos güajes, pero gracias a las bandas, no necesitamos ni un puto Red Bull para estar a tope. ¡Que vienen Drunken Buddah!. Yo les conocí en la fiesta de aniversario que montamos Noche de Rock en Illera con ellos y The Northern Rockets, por lo que sabía que iba a tener por allí a gente de la buena, que van a montar un buen pollo. Pero el recuerdo no fue ni la mitad de lo que vivimos allí, los de Xixón la montaron muy gorda, me flipan las bandas que son auténticos y profesionales y te montan el mismo espectáculo en una sala pequeña, que en un festival. Tienen muy claro que el puto rock y el puto show es lo suyo y que nadie les va a parar. No sé cómo tendría el cuerpo Arthur M.L. al día siguiente, pero dió todo lo que un ser humano puede, se tiró al público varias veces, nos animaba desde el escenario, se lanzó desde la batería, en fin. Una “jartá”.
¡Venga que sigue!. Y tanto que sigue, con las catalanas Disaster Jacks. A ver si os pensabais que solo montaban el pollo los asturianos. Punk directo al cuello que tenían al público súper entregados, hasta los del foso nos movimos de lo lindo. Una banda que no conocía, pero que desde luego que a partir de ahora voy a seguir.
El sábado estaba siendo muy fuerte: las parrillas a tope, la gente brindando por ellos, por nosotros y por todo lo que allí estaba pasando, los voluntarios de la asociación encantados con los asistentes y los asistentes con ellos. Así sí, ¡joder!. Como en otras ediciones, los de Vidiago contaron con una banda internacional y en este caso fueron los italianos Black Rainbows. Puro stoner del que no puede faltar en el festival, que sonaron como apisonadoras y mogollón de gente coreaba sus temas. ¡Qué bandaza chaval!.
¡Que se acaba el festi!. Y como cierre a los metaleros Chamako wey!. Otra banda muy de casa, que tenía mucho feeling con la asociación y el público que allí había, donde Cueli hizo de las suyas (muy bien hechas, está en su puta casa) y se creó un ambiente muy familiar como el del día de Misiva.
Era muy tarde, pero nadie se quería ir. Lo que allí había pasado había sido muy grande. El Vidiago ha vuelto para quedarse y cualquiera de los que allí estuvieron, os lo puede asegurar. Lo que el Vidiago ha unido, que no lo separe ni Dío.
¡¡ Nos vemos en 2025 ¡!. ¡¡ Larga Vida al Vidiago!!.
Texto y vídeos: Álex Kennedy.
Fotos viernes: Álex Kennedy.
Fotos sábado: T&M Photo.
Foto portada: T&M Photo.
Foto Gloria: Ana Blanco.